¡Hola! Mi nombre es Vanessa. ¿Uhm? ¿Cómo?... ¿Deseas saber mi apellido, o si poseo un segundo nombre? ¿Incluso deseas saber mis gustos? Perdona si desenvaino una risa insolente, pero sé que no te interesa nada de ello. No me mientas cariño mío, sé que solo vienes a mí por un buen polvo. Seguro te he sido recomendado por algún cliente mío habitual, o incluso por mi hermano Diego. Otro experto en este arte del romance.
Pero bueno, ya que muestras tanto interés por saber te contaré solo un poco de mí. Pero luego de esto...deseo una muy buena noche apasionada y un extra de tu dinero.
Soy una mujer latina. Metro sesenta y dos de alto, tez trigueña y de ojos pardos. De cabello en ondas, largo y de azabache color. En mi piel está marcado a fuego la palabra pasión y locura. Soy muy versátil en mi trabajo, sabes a que me refiero. Soy tremendamente honesta, no me ando con vueltas. Y trabajo junto a mi hermano, ambos juntos para el hombre que posee gran poder en este mundo, Rex Black. Ese hombre tan compasivo, que nos ayudó en los momentos más difíciles a nosotros. Y la vedad, amo mi trabajo. No hay corazones rotos, no hay promesas incumplidas ni cuernos. Bueno, no al menos mutuos. Mis clientes puede que tengan otra cosa para decir.
Bueno, ya suficientes palabras he soltado. Me siento ofuscada y molesta...ahora quizás, si puedas mostrarme esa deliciosa promesa. Prometo tratarte suavemente.
Hola, ¿Se te ofrece una copa? Relájate, no te haré daño. A menos que desees que este servidor realmente lo haga. Un gusto, mi nombre es Diego. Debo de suponer que lo demás no interesa, salvo que soy uno de los mejores amantes al servicio del señor Black. Oh bueno, y tambien que soy el hermano gemelo de Vanessa.
Ambos de descendencia latina. Mi estatura es de un metro ochenta y ocho, cabello azabache con ondas y hasta la mitad de mi cuello. Ojos pardos un tanto gatunos y traviesos. Poseo un encantador lunar debajo de mi ojo derecho y mi hermana del izquierdo.
Mis gustos en la cama son variados. Me gusta tener desde un sexo casual un poco romántico, ya saben, hacer sentir a mi cliente que está en las nubes. Hasta tener un polvo lo suficientemente salvaje y someter a mí amante. Me gusta ser el dominante, el que lleva las riendas en la cama. El amo y señor, un Dios. Trabajo tanto para hombres como para mujeres. Ambos sexos me gustan, cada uno tiene lo suyo que me enloquece.
Ycomo dijo mi hermana anteriormente, amo mi trabajo. Muchos pensarán que estosuena a narcisismo en su estado más puro, pero no es así. Yo solo soy unmercader que proporciona lo que el público aclama. Y si mi público desea micuerpo y que los satisfaga en todo sus deseos, bueno... ¿Quién soy yo como paraoponerme?
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Al son de mi libido
DiversosEn este sublime escrito nos situaremos en los papeles de dos hermanos. Una prostituta y un gigoló. Ambos trabajando para el mismo hombre. Aquí se recopilará un poco de sus historias y anécdotas, también tendremos testimonio fiel de todo lo que piens...