La convaleciente soldado descansaba en su cuarto, tenía un brazo roto y un vendaje en la zona del abdomen. Dormía plácidamente, cual bebé. Sus amigos se habían puesto de acuerdo con anterioridad para cuidarla hasta que despertara y ayudara en lo que necesitase. Armin y Jean en el turno de día y Eren junto a Hange en el turno de noche, si alguno veía un cambio se lo harían saber inmediatamente a la capitana, quien, estaba a cargo de la salud de la joven.Era medio día y a cierto rubio le tocaba cuidar de su amiga, esperando alguna reacción, llevaba unos tres días sin despertar.
Armin miraba detenidamente a la azabache, si no hubiera sido por el Capitán Levi, ninguno de los dos estarían vivos.
-Agh.-Se quejó su contraria, abriendo sus ojos de a poco, mirando al techo frente a ella y lo luego a su acompañante. -¿Qué me sucedió? ¿Dónde estoy?
-¡Mikasa! Que bueno que despertaste, espera un poco, traeré a alguien. - El muchacho salió del cuarto y volvió a los pocos minutos, acompañado.
-Mikasa. -Eren se acercó rápidamente, recibiendo una mirada de confusión por parte de la susodicha, el castaño tenía en su rostro mucha frustración y nostalgia, o eso pensaba ella. -Lamento no haber estado junto a ti en ese momento, si no fuera por Armin, no estarías aquí.
-¿Eh? Disculpa que lo pregunte pero ¿Quién es?- La pregunta descolocó a todos en el cuarto, ¿habían escuchado mal?
- ¿Pero qué dices?- Rió nervioso el muchacho, no podía olvidarle, no a él.- Es broma ¿cierto?
-Disculpeme, al parecer no es lo que deseaban oír, sin embargo no estoy mintiendo. -Aclaró con total sinceridad en sus palabras, no era una broma pesada ni nada por el estilo.
-Ya veo. -Se entrometió Hange.-El cerebro formó una especie de escudo, protegiéndola, tendrá que estar en descanso.
-¿O sea qué no nos recordará?- Habló esta vez el ingles, captando la atención en él.
-Puede ser algo temporal como puede que no lo sea. Procuren no decirle acerca de temas fuertes, como sus padres o cosas por ése estilo.
La azabache estaba concentrada mirando por la ventana a su lado, admirando el bello paisaje.
-Será mejor dejarla descansar y ver si luego puede rememorar algo. Nos vemos luego. -Se despidió la mujer, lléndose junto al de ojos azules de los aposentos de la quinceañera.
Eren le miraba en silencio, Ackerman se sentía nerviosa con la fuerte mirada del extraño.
-Disculpe, ¿podría irse? Deseo estar sola.- Sonó más como si lo estuviera echando a que se lo estuviera pidiendo, para no molestar a la chica, asintió y se fue de allí, ya después volvería a ver como estaba.
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La Bufanda Roja Del Destino [EreMika]
RomantikTodavía recuerdo el día en que te vi por primera vez, cuando me diste tu bufanda para que ya no tuviera mas frío y me invitaste a tu casa, en ese instante me enamore de ti y eso sentimiento no se ha acabado a lo largo de los años, yo seguiré luchand...