● capítulo 5 ●

1.4K 74 6
                                    

Advertencia ⚠

Este capítulo puede contener spoiler para las personas que no sigan el manga, va a salir un personaje que no conozcan —o quizás si—están avisados.

[...]

Se despertó temprano, hoy tendrían una expedición, quería estar cien por ciento concentrada en esta, obvio está que su mente se dividiría en dos, mitad y mitad. Concentrada en la expedición y por otro lado de "el castaño que le quita los suspiros".

Una vez que se vistió, se dirigió a desayunar, al entrar al primero que vió fue a Jean, el cual se le acercó para saludar:

-B-buenos días Mikasa-Habló este rompiendo el silencio.

-Hola Jean-Mencionó la azabache inexpresiva, tal y como siempre.

—¿q-quieres sentarte con nosotros?

—No gracias, estoy con Armin y Eren.—Respondió con simpleza para luego irse junto con los dos susodichos.

—Bueno días Mikasa—Saludó primero el rubio.

—¿Qué hacías hablando con el cara de caballo?

—Nada especial, me pidió que me sentará con él, pero me negué.

—Con que era eso.

—Armin, escuché que el capitán Erwin te llamó ayer.

—Si, me preguntó que si podía en mi tiempo libre ayudarle con las estrategias para las expediciones que tendremos a futuro.

—¡Eso es genial Armin! te felicito.

—Muchas gracias Mikasa, me alegra que pueda contar con ustedes.

—Somos tú familia después de todo ¿no?—Habló esta vez Eren, haciendo que la sonrisa del rubio aumentara.

—Sí, nada ni nadie nos hará cambiar de opinión.

[...]

—Ackerman, Blouse, Arlet, Kristein y Jëager, Al escuadrón de Rivaille.

—Si señor— Hablaron los mencionados al unísono

—Hay que tener cuidado mocosos, cuiden bien sus espaldas.

—Si.

[...]

Hasta el momento en la expedición todo iba bien. Habían matado a dos titanes excéntricos a parte de las mismos basuras de siempre.

Pero como dice el dicho popular: todo lo que va bien tiene que terminar; por un grave descuido bajaron la guardia, cosa que les iba a costar caro.

Estaban cabalgando en dirección a campo abierto, casi sin ningún árbol y una que otra casa destruida. Detrás de una de ellas salió un titan, pero no uno normal, niñera un excéntrico ni uno común, era más bien un simio gigante, el cual al verlos se les acercó corriendo, Rivaille dió la orden de seguir su camino, pero de un minuto al otro el espécimen no conocido aún, se encontraba delante de ellos,  bloqueándoles el paso. No podían hacer mucho.

—¿Qué se supone que haremos?–Mencionó Jëager claramente molesto.

—Esta interviniendo en el camino, lo mejor será evitarlo.—Cambió la dirección del caballo

—¡Cabo! Se acercan un gran número de titanes de quince metros y cuatro de seis.

—Lo mejor será subir a los árboles para evitarlos, deberemos separarnos unos cuantos momentos.

—¡Sí señor!—

[...]

—¡Mikasa!

Se oían voces a lo lejos, casi inalcanzables.

—Resiste, ¡Te lo pido!

—¿A-Armin?—Susurró en un hilo de voz, no tenía fuerzas.

—Estás llena de sangre, me quedaré junto a ti, no te dejaré, intentaré tapar tu hemorragia con parte de mi polera.

Mientras la vista de Mikasa oscurecía, el susodicho vendaba como podía a su amiga de la infancia, todo iba a estar bien, o eso esperaba.

Bajo un árbol la vida de alguien se desvanecía poco a poco y cielo oscurecía, ella recordaba sus momentos de gloria con su familia, junto a sus amigos, junto a Eren.

La Bufanda Roja Del Destino [EreMika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora