Asentí con la cabeza reteniendo aire en mi garganta y dejándola salir después de unos segundos. Colgué el celular dejándolo en mesa de alado y me dirigí al baño de mi pieza, desvistiendome para tomar una ducha rápida. Después, me dirigí a mi pieza con mi pelo envuelto en una toalla tarareando una de mis canciones favoritas del momento, "Confident". Me dirigí al armario eligiendo el vestido que iba a usar esta noche, elegí el más atractivo de mis opciones. Lo tomé y lo dejé tumbado en mi cama, caminando al baño nuevamente, dentro del cual, me coloqué desodorante y un poco de perfume en mi cuello, me cepillé el cabello y los dientes dedicando una sonrisa en el espejo al terminar. Salí del baño hacía mi pieza, deslizando mi vestido blanco de tirantes, una mano más arriba de mis rodillas. Agité mi pelo llevándolo hacía mis hombros. Tomé mis tacones dorados y me los puse. Caminé al espejo de mi pieza para aplicar un poco de maquillaje en mi rostro y tomar mi pelo en una cinta del mismo color de mis tacones.
Mientras le ponía mascara a mis pestañas sentí mi celular vibrar a mi lado haciéndome saltar de la silla. Lo tomé desbloqueando la pantalla y apretando el botón de play. Llevé el audífono a mis oídos y escuché atentamente el audio que Justin me había dejado, el cual decía: "Apúrate, quiero verte... ¡Te adoro!" Una sonrisa se formó en mis labios al escuchar esa hermosa voz. Me levanté del asiento agregando un poco de brillo labial en mis labios apurada y metiendo el brillo en mi bolso en un acto seguido. Me mire una vez más en el espejo deslizando la tira de mi cartera en mi hombro y junto con mi abrigo salí de mi pieza bajando las escaleras hasta la puerta principal, saliendo de ella y tomando el primer taxi que apreció en el camino.
Una vez dentro de taxi, saqué mi celular de la cartera y decidí enviarle un mensaje avisándole que iba en camino. Me sentía mucho más nerviosa que la primera vez, y más que nada ansiosa de verlo. Ahora si quería que todo fuera perfecto y sin inconvenientes. Sólo él y yo, nadie más, nada más. Después de unas cuantas cuadras, le pedí al taxista que aparcara el auto en frente del gran edificio gris. Le di las gracias junto con el dinero y entré el edificio caminando en dirección al ascensor. Una vez dentro de él, apreté el botón de subir y esperé a que las puertas metálicas se abrieran en mi destino. Mientras más pisos subía, mi corazón latía cada vez más rápido, aumentando así mi nerviosismo. Una vez que las puertas del ascensor se abrieron, el aire se me hizo mucho más pesado, obligándome a tomar una gran cantidad de aire. Caminé hacía su departamento, tocando suavemente la puerta.
Cuando esta al fin se abrió, pude ver a un hombre muy sonriente y bien vestido parado en frente de mi. Sus cejas estaban alzadas, en forma de sorpresa o algo, lo cual me hizo sonrojar.
-Buenas noches, hermosa.- Dijo en tono bajo. No dejaba de mirarme, analizarme... Era una maravilla.
Se apartó para que yo pudiera entrar a su departamento y en cuento lo hice, depositó un beso en mi mejilla. -Me alegra que estés aquí- murmuró con voz ronca, cerrando la puerta detrás de nosotros.Se formó una enorme sonrisa en mi rostro al verlo tan guapo parado en frente de mi. Mis mejillas se tornaron en un color más cálido y la temperatura aumentó considerablemente al sentir sus labios en mi mejilla
-Estaba ansiosa de verlo- dije analizándolo con la mirada y lo bien que se veía en color gris.
Justin se quedó apoyado en la puerta unos segundos y suspiró. Se acercó a mi sonriendo y me hice verlo, sonriendo sin apartar nuestras miradas
-Comparto esa ansiedad. -dijo guiñandome el ojo, tomando mi cintura con delicadeza.
Mordí mi labio con una sonrisa y puse delicadamente mis manos sobre sus hombros
- ¿Tuviste un día muy duro? -le pregunté dedicándole una tierna sonrisa. Me quedó observando mis ojos con aquel gesto tierno y a la vez persuasivo que solia tener y apegó mas su cuerpo contra el mío.
-Si.. muy duro. -dijo sonriendo de lado mientras que suspiraba. Lo mire a los ojos y asentí sutilmente acariciando su cuello con delicadeza.
-Entiendo... -dije en un tono más bajo hipnotizada por el brillo de sus ojos. Acercó sus labios a mi cuello y sonrei levemente sintiendo su calor. Dejó un beso en mi cuello y suspiró
-¿Desea una copa de vino, señorita Russo? -preguntó en un susurro. Me paré en puntillas acercando mi rostro al suyo sonriendo.
-Me encantaría, Señor Bieber -dije en el mismo tono que él.
-Muy bien.- asintió mientras hacia que su cuerpo estuviese contra el mio, al punto que sentia su corazon, algo hermoso. Acercó sus labios a los míos y comenzó a rozarlos sensualmente, viendo fijamente mis ojos, comenzando a mover nuestros cuerpos tan solo un poco. Comencé a sonreír ampliamente moviendo mi mirada hacía sus bellos labios, agarrándolos entre mis dientes y luego tirándolos sutilmente contra mi. Justin soltó una risita ronca y se alejó levemente mientras que tomaba mi mano, acercandome al mini bar del apartamento, tomando la botella de vino. Soltó mi mano para servirme en la copa y relamió mis labios.
-Señorita. -dijo ofreciendomela, sirvió la de él y me dedicó una sonrisa picara- brindo por.. Nosotros. -esbozó otra sonrisa. Tomé la copa delicadamente entre mis dedos levantándola por sobre mis hombros a la altura de mi frente, formando una pequeña sonrisa en mis labios
-Por nosotros.
Chocamos suavemente las copas y sonreí levemente. Mordió su labio levantando una ceja y llevó la copa a sus labios, dandole un sobo a esta misma, deliciosa. Se quedó en silencio un momento y suspiró
-Te extrañe. -murmuró acercándose a mi sin dejar de verme. Asentí lentamente tomando un sorbo de mi vino.
-Yo igual te extrañé -dije levantando mi vista hacía él mientras se acercaba- Te necesitaba -susurré.
-¿Me necesitabas? -preguntó dejando la copa en la madera, para despues morder su labio viéndome fijamente a los ojos.
-Sí -dije viendo sus labios- Te necesitaba mucho -desvié mi vista a mi copa de vino comenzando a jugar con ella. Levantó una ceja al escucharme y tomó la copa, bebiendo de una el vino en ella, dejandola vacía.
-Y yo a ti, Cailin. -murmuró tomando una de mis manos.
-¿Si? -pregunte mirándolo a los ojos, dejando el vino en la mesa y dejando caer la mano vacía a mi costado.
-Si.. -murmuró relamiendo sus labios mientras me veía de arriba a abajo sin disimular.
-Y... -dije acercándome a el- ¿En que sentido me necesitaba, Señor Bieber? -alcé una ceja dedicándole una media sonrisa.
-En todos los sentidos existentes. -murmuró mientras acercaba su cuerpo al mio, levantó una ceja y jaló un poco mi vestido. Tomé mi labio entre mis dientes, apretándolos con fuerza y sin apartar mi mirada de la suya. Puse una mano delicadamente en su mejilla acariciandola lentamente con mi pulgar.
-¿Aún me necesitas? -pregunte con voz suave y ronca desviando mi mirada a sus labios. Asintió con la cabeza mientras veia mis labios, sonrió levemente de manera picara y bajó sus manos al punto que metió estas mismas por debajo del vestido acariciando levemente la piel de mis nalgas.
-Claro que si. -murmuró sonriendo sin cortar el contacto visual. Me acerqué unos centímetros más a el parándome en puntillas. Bajé mi mano hacía su pecho acercando mi rostro al suyo haciendo que nuestros labios se rozaran entre sí. Le dediqué una última mirada antes de cerrar los ojos y dejarle delicadamente un beso en la comisura de sus labios.
-Creo que va a tener que intentar más que eso -susurré en estos mismos, guiñando un ojo y girandome para volver a tomar mi copa de vino. Mordió su labio viendo como me alejaba y negó con la cabeza
-Ay señorita, ¿que hare con usted? -bufó riendo para despues suspirar y mirar mi copa de vino, desabrochó un poco su camisa y despues se volvió a acercar a mi, sin dejar de mirarme, hizo que soltara la copa y me pegó a la pared- shh. -murmuró antes de unir sus labios con los míos, sonriendo para asi comenzar a besarme lenta pero apasionadamente. Soltó una risita sin dejar de besarme, apretando mis caderas con sus manos.