Nadie es experto en el amor pero nadie tiene tanta mala suerte como yo, Alicia es una chica que no tiene suerte en el amor, siempre hay algo que interviene para que ella no sea feliz....... sin esperanzas en el amor y resignándose a vivir sin el, le...
Era nada más que el chico de la mañana con el que había tropezado por casualidad, me levante del suelo ya que las personas me estaban viendo, tome la bolsa de los huevos y como me lo esperaba algunos terminaron rotos, me frustre porque ahora mi pastel sería más pequeño, seguí caminando con rumbo al supermercado allí compre todo lo necesario y me dirigí a la caja para pagar, como siempre una larga cola, a mi costado vi como un niño lloraba efusivamente no se veía a la madre por ningún lado hasta que un joven se le acerco por su apariencia yo diría que tiene 20 o 21 años, no pude escuchar mucho lo que decía al niño, después de eso le dio una paleta para que se calmara; en ese momento llego la madre, agradeció lo que había hecho y se disculpó por ser tan descuidada, lo observe un rato más y dije:
-Las chicas matarían por un hombre así, que sabe cómo tratar a los niños-
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Mientras pensaba en acercarme a él para hablarle porque al parecer estaba esperando a alguien, tome el valor necesario y me acerque a él; cuando estuve lo suficientemente cerca trate de hablar pero él lo hizo primero:
-te puedo ayudar en algo-
Yo respondí:
-No, digo si-
En ese momento llego otro chico y en ese momento perdí todo tipo de esperanza con el chico porque ambos se besaron y creo que era más que obvio que no llegaría a más, los chicos me miraron y me fui sin decir nada; cuando regrese a la cola una abuelita empezó a decir:
-¡ey! no te metas en la fila-
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No tenía ganas de soportar a nadie en ese momento así que solo la ignore pero ella seguía diciendo:
-chiquita salte de la fila-
No sé como pero los que estaban en la cola empezaron hacerle caso a la señora hasta el punto que empezaron a reclamar todos, no tuve más opción que irme al final de la cola, sé que no está bien lo que voy a decir pero debo decirlo, mientras me dirigía al final de la fila pase por el lado de la señora y dije murmurando:
-vieja metiche-
Seguí caminando con una sonrisa en mi rostro porque de alguna u otra manera con esas palabras había dejado salir la frustración de este día, cuando estaba llegando al final de la fila sentía como el mundo se me venía encima y caí al suelo, al parecer la vieja se me había lanzado, no podía creer que aun podía hacer eso y yo que la veía con un bastón caminando.
