El Escuadrón Z (Pausada)

Capítulo 6

Los rayos del sol me despiertan de la misma forma que ayer, la única diferencia es que tengo un brazo de hombre rodeándome la cintura. Me pongo tensa sin poder evitarlo pero al ver el anillo que hay en la mano reconozco en seguida de quien es el brazo. De Luke. Me acurruco más contra su pecho y él aprieta más firme su agarre en mi cintura.

-Buenos días. - susurra con una voz ronca de recién despertado.

-Buenos días, padawan. - digo dándome la vuelta para mirarle a la cara.

El sigue con los ojos cerrados y en sus labios se forma una sonrisa. Subo mi mano hasta su rostro y lo acaricio con ternura, aún sin creerme que este ahí, conmigo de nuevo.

-Se que soy guapo, pero disimula al menos. - dice con burla al notar el tacto de mi mano en su mejilla.

Le pego un golpe en el hombro de forma juguetona y me enderezo en la cama para estirar mis extremidades. Al acabar de tronar cada hueso de mi cuerpo me coloco las botas y salgo de la habitación para encontrarme, en el comedor, a un Finn roncando en el sofá, Max en el sillón y James en el suelo. Sonrío con malicia mientras voy a la cocina intentando no hacer mucho ruido.

Cojo una sarten y un cucharón, vuelvo al salón intentando que no se despertasen y aguandome la risa de malicia.

-¡Buenos días, bellas durmientes! - grito a pleno pulmón dando golpes a la sartén con el cucharón lo mas fuerte que puedo.

Los tres chicos pegan un salto completamente asustado y tardan varios segundo en averiguar lo que acaba de pasar. Yo estallo en una sonora carcajada sin poder aguantarlo más, sus caras de horror han sido lo mejor que he visto en mucho tiempo.

-Ahora me acuerdo porque te odiaba... - susurra Max sentándose de nuevo en el sillón y restregándole la cara con las manos.

-¿Qué has dicho, papi? - sigo con una sonrisa felina en mis labios.

Al ver mi expresión se pone totalmente serio.

- N-nada. - tartamudea.

-¿Por qué le tienes miedo a una enana como ella? - pregunta Finn con sorna.

-¿Por qué crees que la llamo demonio? - le contesta con una pregunta Max.

-Oh, vamos. - digo sentándome en el sofá. - No soy tan mala.

-¿Qué no? - pregunta irónico Luke, que acaba de salir de su habitación. - Recuerdo que en la secundaria le tiraste el pelo a una chica de amarillo chillón porque dijo cosas de tu familia.

-¿Qué cosas? - pregunto inclinando la cabeza hacía un lado pensativa ya que había hecho tantas trastadas por culpa de los rumores que corrían sobre mi familia que ni me acordaba ya.

-Era tu vecina.

-Ah, esas cosas. - digo a la vez que siento que una bombilla se enciende encima de mi cabeza. - Se lo merecía, encima después me quiso denuncia por entrar en su casa y colocar el tinte en su champú.

- Y tu después le pegaste una paliza. - termina de decir Luke.

-¿Puede? - pregunto con una sonrisa inocente.

Escucho el gruñido de un animal a mi lado y, al girar en esa dirección, me doy cuenta de que lo ha hecho Finn. Esta con cara de pocos amigos.

-¿Así que eras una niñata? - pregunta con burla.

Le miro con una ceja alzada y noto como Max y Luke se tensan. Ellos saben mi pasado, todo el escuadrón sabe el pasado de mi mellizo y el mío y saben lo que me molesta que hablen otras personas de él o me juzguen sin saber nada. Sobre todo saben lo que me molesta que me desafíen o se muestren hostiles conmigo sin ningún motivo.