Era un frío día de invierno y un joven de unos veintidós años caminaba apresuradamente por las calles buscando un cálido lugar para resguardarse de las mínimas temperaturas del exterior. En ese momento no llevaba nada que abrigase demasiado ya que nadie le había advertido de que las temperaturas descenderían tanto. Para su suerte encontró una pequeña cafetería en una de las calles. Al entrar olió un agradable olor a café recién molido y sonrió para sus adentros, amaba ese olor. Se fue a la barra a pedir una de esas bebidas de excelente aroma cuando vio a la persona que estaba detrás de esta.
—¿Yoongi-hyung? ¿Eres tú? —preguntó sorprendido.
El empleado le miró fijamente, intentando averiguar quién era, por qué le parecía tan familiar. El joven se quitó las gafas que traía consigo y sonrió. En ese momento al empleado se le iluminó la cara, era imposible no reconocer esa sonrisa cuadrada.
—¡Taehyung, cuánto tiempo sin verte pequeño! ¿Cómo has estado? —le preguntó alegremente extendiéndole la mano—. Saldría a darte un abrazo pero estoy en mitad del trabajo...
—No te preocupes hyung, me alegro de haberte vuelto a encontrar, no he sabido de ti desde que dejaste el instituto —dijo sentándose en uno de los taburetes de la barra.
—Siento no haber vuelto a Daegu, desde que me fui a Busan para hacer allí la universidad no tuve tiempo para casi nada.
—Tampoco habrías podido encontrarme, al terminar el instituto me vine a Seúl a estudiar. ¿Me puedes poner un moca con mucho azúcar y leche fría?
—Claro pequeño ahora mismo. Y cuéntame ¿cómo te ha ido todo?
—Hyung ¿podrías dejar de llamarme así?
—Ya veo... Solo quieres que él te llame de esa manera —dijo con sonrisa pícara.
Al mencionar a esa persona Taehyung agachó la cabeza mordiendo su labio ligeramente. Yoongi al ver cómo se le ensombrecían los ojos se preocupó. No recordaba que Taehyung fuese así, no recordaba que se deprimiera tan fácilmente. Temió haber tocado un tema demasiado delicado para su dongsaeng.
—A-antes de terminar el instituto rompimos —dijo Taehyung con la voz entrecortada.
—Vaya, lo siento amigo, no quería hacerte recordar algo así.
En esos momentos Yoongi se sentía fatal. Su dongsaeng era alguien que siempre sonreía y verlo de esa manera le dolía incluso a él. Pero no iba a mentir, se lo imaginaba. Muchas veces le había dicho a su amigo que ese chico le podría estar utilizando como lo solía hacer con las chicas pero este solo le contestaba que ahora había cambiado, que le había prometido que siempre estarían juntos. Yoongi al no poder convencer a su amigo decidió ayudarlo siendo su apoyo moral en cualquier caso si necesitase ayuda. Pero al parecer no sirvió para nada porque él se fue y aquel chico rompió el corazón de su amigo.
—Tranquilo, hace mucho que pasó, y-ya lo he superado —dijo fingiendo una sonrisa.
Yoongi sabía que no, sabía que aquella sonrisa era falsa y sabía que aun habiendo transcurrido unos años Taehyung no lo había superado del todo.
—¡Yoongi! —escucharon a alguien gritar entrando por la puerta.
Taehyung se giró y vio a un muchacho corriendo hacia la barra. Tendría más o menos su edad pero era mucho más bajo que él, eso le hizo gracia. Llevaba unos jeans, una gruesa chamarra, unas botas, unos guantes y una enorme bufanda. Le dieron ganas de reír, parecía un pingüino por la forma en que andaba por culpa de tantas cosas que llevaba puestas.
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Don't leave me ALONE [KookV]
Fiksi Penggemar¿Por qué la única promesa que cumpliste fue la de no volver? Si pensaste que fui un necio por haberme enamorado de ti, ¿pensarás que me volví loco si te digo que quería que volvieras a mí?