La clase había comenzado, sentía la mirada de todos encima mío, una docena de ojos curiosos se quedaban mirándome, claro, era el nuevo chico, pero no sabía que iba a resaltar tanto, sin embargo, al ser gemelo de una de las chicas más problemáticas y guapas del instituto me traía cierta fama. Antes de entrar a clases mi hermana se había escondido detrás mío, utilizándome como escudo contra aquel chico que la acosaba. No sabía su nombre, pero me ganaba por unos pocos centímetros de altura y lo demás era totalmente diferente a mí.
En serio tenía ganas de empezar de nuevo en una nueva ciudad, pero los recuerdos de la ultima cena con padre no dejaban de rondar en mi cabeza, sería fácil comprender el romanticismo como los demás, pero la voz de mi papá resonaba en mi cabeza. Mi padre era un importante abogado del buffet más famoso de Washington y mientras vivía en su casa tenía que seguir sus reglas. ¡Que pesadilla! Nuestra convivencia era tranquila y pacífica, pero eso era antes de descubrir los oscuros pasajes y alrededor de Seattle, cada fin de semana tenía una banda en la cual yo aportaba en el coro y tocaba la batería, mi padre lo acepto como hobbie pero era demasiado hermoso y perfecto para que se quedara así. No pensé que mi sueño me separara de mi padre, quien siempre me agradecía de estar a su lado, pero después de unos días, terminé en Manhattan viviendo con mi madre y mi gemela.
Anhelaba volver a escuchar la música y las luces de los sábados en el club que siempre tocaba, aquí me destinaba seguir con mis estudios a menos que encuentre nuevos amigos y un nuevo lugar donde hacer música y que me sientiera vivo de nuevo.
Cuando terminó la clase me dirigí a la oficina del director quien me dijo que me tenía un guía, al principio le dije que podía ir con mi hermana, pero este se negó apelando la falta de empeño de esta. Así que moví mis pies lo más rápido posible para acabar con lo que tenga destinado. Llegue y toque la puerta de su despacho, escuche que me invitaba a entrar así que con una sonrisa amable entre que al segundo se esfumo haciendo que aparezca en mí una de sorpresa. Había un chico a su lado, alto, con su cuerpo fornido y bronceado, un chico que provenía de unas películas playeras, pero este no tenía la actitud de los antes mencionados, era el acosador de mi hermana quien solo me ignoraba mientras yo seguí con la vista en él.
-Joven Cancer, buenas tardes. - Dice con una amabilidad natural. - Sé que es algo tarde, pero Escorpio será su guía.
Asentí, tragando una gran protesta ya que gracias a instrucciones de otros alumnos me moví por aquel gran edificio y por la intimidante mirada de Escorpio.
-Disculpe. - Sonó grosero. - Pero no estoy de acuerdo.
El director le dio una maniática sonrisa al chico mientras movía los labios formando palabras que yo no comprendía y empujándonos fuera de su despacho. Mientras daba una última mirada de advertencia hacia el grosero chico y cerraba la puerta de su lugar detrás de él. Escorpio me dio una mirada de pocos amigos y hacia que me sintiera incómodo.
¡Ojalá no sea mi cuñado!
Alguien se sitúa detrás del acosador y me da una sonrisa simpática.
- ¡Lo que faltaba! - Gimoteo el escorpión.
Aquel desconocido rodo los ojos, tenía el cabello castaño, unos ojos mieles que hacían contraste con su piel y un lado de la barbilla, se veía que entre ambos había cierta tensión, la cual me incomoda, pero ya sospechaba quien la habría comenzado. Sus claros ojos se dirigiendo a mi junto con una sonrisa.
-Yo podría enseñarte el instituto, no quiero que te asuste. Soy presidente del consejo estudiantil.
Esta vez quien rodeaba los ojos era Escorpio, y yo no podría pasar por alto cada una de sus acciones. De una manera era intrigante.
Acepte su propuesta ya que me quitaba un peso de encima y creo que de igual manera a Escorpio. Así que el chico le dedica una sonrisa cínica al escorpión y caminamos con tal de terminar lo antes posible. Pero la voz de Escorpio tenso el cuerpo de mi nuevo guía e hizo que yo girara los talones en su dirección.
-No creo que sea gay, Libra.
Una burla.
Pero no era cualquier burla, sino era "la burla". Era la clase de palabra que no dejaba a nadie indiferente, camine hacia Escorpio apretando mis puños, y queriendo borrar la sonrisa de burla que tenía, si quería hacernos enfadar le hacía gracia la idea. Pero no era la primera vez que me enfrentaba ante un molestoso, sabia como burlarme, dejarlos callados o como hacerlos enfadar y también por no avergonzarme con la realidad.
Estúpido Escorpio.
-Eso es asunto mío, Escorpio. - Respondió Libra cortante.
Aquel castaño ya estaba lo bastante cerca de Escorpio para un intercambio de miradas furibundas así que tire de su brazo hacia atrás, mientras me giraba para hacerle frente a los dos y no me meten en una disputa el primer de clases.
-Necesito la biblioteca con urgencia y Escorpio. - Esta vez el acosador tenía los ojos puestos en mi. - A mi también me gustan los hombres.
Su sonrisa se desvaneció y rodo los ojos por segunda vez para luego continuar su camino al lado opuesto del nuestro. No quería lidiar con él de nuevo, así que me prometí a mí mismo no implicarme con él, ese chico me metería en problemas.
- ¿En serio? - Me pregunto Libra sorprendido mientras me volví hacia él.
Asentí y suelta una risilla.
-Sabes que eso no significa que me coquetearas, ¿no?
-Lo tomare en cuenta.
Era nuevo y en la primera clase todos me veían como si fuera una atracción del circo, pero Libra solo me sonreía y me mostraba cada rincón de mi nuevo instituto, supe que tenía un amigo, y que quizás el me ayude a amar Manhattan y mi nueva vida solo que también quizás Escorpio no nos dejaría de molestar.
Pensar en ese chico me da escalofríos.
Ya me puedo imaginar lo que será de mi vida. Respiro y le sonrió de vuelta a Libra quien me muestra el aula en el cual ensaya el coro estudiantil. Le prepunte al castaño si cantaba, él asintió pero me dijo que no para el colegio sino para una iglesia local.
El día acabo bastante bien aunque me encontré con Escorpio en una clase más, pero decidí ignorarlo. Busque a mi hermana por todo el instituto para irnos juntos en mi nuevo auto, un jeep antiguo el cual lo compre en oferta pero no la encontraba, había preguntado a varios estudiantes pero la respuesta era la misma.
— Ella está en todos lados.
Salí rendido con las llaves en mis manos, buscando mi auto que deje estacionado cerca del campus, hasta que pasa un volvo plateado cerca mio, para y la ventanilla se baja dejándome ver a una chica idéntica a mí.
— Can, iré con Escorpio.— Dice sonriendo.
Observó al chico y este me guiña el ojo mientras suena el rugido del motor para que ambos se vayan.
¡Estúpido Escorpio!
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¡No me llames ángel! [Esconcer] [Yaoi] PRÓXIMAMENTE
Teen Fiction-Solo eres un niño bueno, ángel.