7

589 94 24
                                    

Star volvía a encontrarse tirada en el suelo. Sentía terribles dolores por todo el cuerpo y tenía la vista borrosa.

—¡Marco! —exclamó, con la voz temblorosa— ¡Lleva a tus padres de vuelta a casa... y luego ven a ayudarme!

Marco tragó saliva y miró a su amiga, que volvía a levantarse por vigésima vez con gran dificultad. Toffee la observaba, divertido, a varios metros de ella, sin un solo rasguño.

—¡Marco! —volvió a chillar la rubia— ¡Date prisa! ¡Por favor!

El castaño se mordió el labio inferior y sacó las tijeras dimensionales que escondía en el bolsillo de su sudadera. Con la mano temblando, cortó el aire por delante de él, abriendo un portal de espirales y brillos azulados.

—Vamos, vamos —urgió a sus padres, ayudándoles a pasar por el portal. No podía despegar la mirada de Star, que continuaba con su pelea imposible de ganar.

Cuando los mayores hubieron cruzado la puerta a otra dimensión, él los imitó, y al instante se encontró de nuevo en su acogedora casa.

Soltó un suspiro breve y tembloroso. Su madre había caído inconsciente, y su marido tenía muchas heridas graves por todo el cuerpo. Marco ayudó a llevar a la mujer a la cama y al hombre a curar sus daños.

—¿Vas a volver, Marco? —le preguntó su padre, dejando al chico cubrirle la mano con una venda.

—Tengo que volver... Star me necesita... —murmuró.

Quién habría dicho que el chico jamás cumpliría eso.

AloneWhere stories live. Discover now