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- Despierta marmota de mierda!!

Este es mi queridísimo hermano levantándome un maravilloso día de instituto.

*Nótese mi sarcasmo*
Ejem, dejad que me presente...
Me llamo Alaska, tengo 18 años y vivo con el imbécil de mi hermano ya que mis padres murieron hace 2 años y nadie de nuestra familia ha querido hacerse cargo de nosotros.

Bueno, volvamos al tema...
Mi hermano tiene 21 años, se llama Carlos y trabaja en una ferretería para que podamos vivir y pueda pagar mis estudios.

Decidoirar el despertador.
- Mierda!! Son las 7:45 y entro a las 8!!

Corre hacia el armario y elijo un conjunto sencillo: una camiseta de media manga con una falda ancha de cuero que me llega por la mitad del muslo y una chaqueta vaquera, y como no, mis Converse blancas.

Cojo mi mochila y mi móvil y voy corriendo al salón hasta que llegó a la cocina donde me encuentro a mi *queridísimo* hermano.

- Adiós Tete!- le gritó cogiendo varios "Chips-ahoy".

- Hasta luego Cara-Sida!

Corre hacia el instituto son las 7:59 y todavía me quedan dos manzanas para llegar.

A las 8:04 ya me encuentro en dirección pidiendo mis horarios, sip se me olvidado mencionarlo antes, me he cambiado de instituto.

Miro el horario y me entero de que me toca física y química, cosa que me alegra, ya que es mi asignatura preferida.

Mierda! Son las 8:15 y ya estoy enfrente de la clase menuda mierda...

Toco levemente la puerta hasta que escucho "pase" del profesor. Tengo los nervios a flor de piel y con mi mano temblorosa cojo el pomo de la puerta lo giro y entro tímidamente en la clase.

- ¿Algo que objetar sobre su tardanza? Señorita...

- Collins, Alaska Collins.

Todas las miradas se dirigen a mí.
Algunas de curiosidad, otras de odio, otras cuantas de indiferencia.
Pero entre todas las personas hay una que destaca...

La del chico del fondo.

Su mirada es fría, calculadora, pero a la vez tiene una pizca de...

- Señorita Collins, puede tomar asiento al lado del señor Grey - dice mientras señala al chico del fondo.

Camino lentamente hacia mi nuevo asiento bajo la atenta mirada de todos mis compañeros.

Al llegar a la silla intento no mantener contacto visual con el chico.

Le miro de reojo y me fijo en que su pelo es una especie de cresta medio tupé, es de color marrón claro, sus ojos son casi del color del carbón, sus labios son carnosos y rosados y tiene la mandíbula muy marcada.

<<No para de mirarte>>
<<No para de mirarte>>
<<No para de mirarte>>

- ¿Eres nueva, verdad?

¡POR DIOS SANTO BENDITO!!! ¡QUE VOZ! Es ronca, pero a la vez, aterciopelada y seductora...

- ¿No me vas a contestar?

Nop. Conozco a este tipo de tíos, y paso de seguirle el juego.

- Perfecto, no me contestes, pero no tienes ni idea de con quién te has metido...- me susurra al oído.

- ¿Te quieres callar de una maldita vez? Quiero escuchar la clase-digo en voz baja.

No sé como he dicho todo eso del tirón, pero igualmente me siento satisfecha por mí valentía. No voy a dejar que un playboy {porque me está como un queso, para qué engañarnos} me amenace.

Después de mi contestación no volvimos a hablar en toda la clase.

Cuando suena el timbre, recojo rápidamente los libros y salgo medio corriendo por la puerta para no tener más problemas con el capullo.

Miro el horario y veo que me toca historia.
<<Menuda mierda>>

Afortunadamente, al capullo no le tocaba esa clase por lo que me senté al lado de un chico muy simpático. Se llama Cristian, y aunque no hemos hablado muchísimo, pienso que podría ser una buena amistad.

Ahora me dirijo la cafetería.

Es muy espaciosa. Ya hay gente comiendo, pero por suerte todavía quedan mesas vacías.

Fui a la cola, cogí mi comida y me puse en una mesa un poco apartada.

Estaba comiendo una hamburguesa hasta que...

-Holap- levanto la vista y me llevo una agradable sorpresa al ver que es Cristian.

- Holap- contesto.

-¿Puedo?- pregunta señalando la silla que está frente a mí.

La verdad es que es bastante atractivo.
Pelo rubio, ojos verdes oscuros, piel blanca como la nieve y se nota que va al gimnasio.

-Por supuesto- le respondo regalándole una sonrisa.

Estuvimos un rato hablando sobre temas triviales y creo que en mi vida me había reído tanto.

- Oye Alaska- dice poniéndose serio- No sé si son imaginaciones mías, pero creo que James Grey te está mirando, y no creo que esa mirada sea muy legal o para todos los públicos.

Extrañada, me doy la vuelta y me encuentro con Grey mirándome de forma seria y... deseosa?

Pensaría eso si no fuera porque tiene una rubia de bote encima de su regazo mientras le da besos en el cuello.

-Pff, tonterías- digo volviéndome a girar y poniendo mis ojos en blanco.

Pues si yo viera a un tío que me mirara de esa manera, me lo tiraría en mitad de la cafetería.

Casi escupo el refresco tras lo bestia de su afirmación, y no puedo evitar partirme de risa, a lo que él también se une.

- Eres gay?- le pregunté cuando comenzamos a calmarnos.

- Soy más gay que los "Gemeliers" o "Justin Bieber".

No puedo evitar partirme de risa por su comentario.

- Tu chico no para de mi. Mmmm... Tengo una idea- dice con una mirada pícara.

Se levanta y se dirige hacia mí, me levanta y me pasa el brazo por los hombros, me apega a él y me conduce la salida, no sin antes pasar por delante de la supuesta mesa de los populares, donde por supuesto se encuentra a James, el cual lanza una mirada de odio a Christian.

Cuando ya estamos completamente fuera de la cafetería empezamos a reír como focas pariendo.

- ¿¿Has visto la cara que ha puesto al ver que pasaba el brazo por encima tuyo??- dice entre carcajadas.

- ¿Y la vena en su cuello? Parecía que iba a EXPLOTAR - digo mientras imito una explosión con los brazos.

- Me alegro de haberte conocido- dice él.

- Igualmente- digo dándole un abrazo de oso.

Después de eso nos fuimos cada uno a sus respectivas clases.
Serían 3 horas largas...
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Para mi sorpresa las clases no fueron tan mal como esperaba...

A la salida le doy mi número a Cristian para quedar y esas cosas...

Al llegar a casa veo que no hay nadie.

<<Tengo que buscar trabajo>>
Desde que mis padres murieron, mi hermano tenía que trabajar de sol a sol para que pudiera ser feliz, y ahora que tengo la edad adecuada, creo que ya es hora de echarle una manita.

Cojo el portátil y busco trabajos disponibles cerca de mi entorno.

<Se busca niñer@ de edad indefinida que sea capaz de acoplarse a casi cualquier horario para cuidar a niña de 6 años>

<<Perfecto>>

Iba a llamar pero me di cuenta que eran pasadas las 11, por lo que decidí llamar mañana lo más pronto posible para que no me quitasen el puesto.

Apago el ordenador y me pongo el pijama. Me meto en la cama y me quedo automáticamente dormida.

Este Playboy es un CAPULLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora