7. ¿Novios?

6.4K 418 3
                                    


Desperté en el suelo de mi habitación, quizá me había caído de la cama mientras dormía, miré por la ventana que el cielo aún estaba oscuro, aún era de madrugada, busqué mi teléfono en toda mi cama y lo encontré, casi no tenía carga pero el mirar eran las tres de la mañana, demasiado temprano para ir alistarme pero ya no tenía sueño.

Caminé por mi escritorio y recordé que tenía tarea pendiente y no la había hecho por quedarme dormida, así que la comencé hacer y aunque no era mayor cosa, me di mi tiempo. Al terminar guardé mis cosas y cargué a mi teléfono. No volví a mirar la hora pero me metí en la bañera con agua más caliente de la que siempre usaba. Después de terminar de bañarme, salí con una toalla envolviendo mi cuerpo pero al abrir la puerta del baño, una corriente de aire frío pasó por mí haciendo que tiemble y al mirar hacia la ventana, esta se encontraba abierta. Rápidamente entre de nuevo en el baño y cerré la puerta, estaba segura que Adam estaría afuera, por lo que me quedé allí hasta que asomé mi cabeza para comprobar que ya se había ido.

Busqué ropa que usar pero quedé asombrada al mirar que la mayoría de mis pantalones y blusas estaban rotas y descosidas, esa obra seguro fue de Ariana porque antes había hecho algo parecido y habíamos tenido una pelea, fui hacia donde Ariana, estaba muy enojada que entré dando un portazo pero ella no estaba, casi grité de lo molesta que estaba. No tenía ropa que usar así que de su cuarto busqué algo, pero me arrepentí al encontrar ropa que no era de mi estilo

Al rebuscar toda su ropa había encontrado unos pantalones de mi talla, las blusas eran muy descubiertas para siquiera probármelas, en el cuarto de mi hermano encontré una camiseta y un saco que me quedaban algo grandes, pero era eso o las blusas de Ariana. Luego de vestirme y desayunar salí de casa, pero el auto de Cel estaba aparcado esperándome, corrí para poder abrazar a mi amiga.

—Cel, al fin vienes a clases, te he extrañado tanto

—yo también Krys, mi hermano  le contó a mis padres que estoy bien y que ya puedo ir al instituto, también me alegro de verte—dijo mientras me subía y conducía hasta el instituto

—necesito que me ayudes, gracias a Ariana toda mi ropa está destrozada y...

—No puede ser, es la segunda vez que lo hace, no puedes seguir soportando esto  —dijo casi gritando interrumpiéndome

—lo sé pero no puedo acusarla con mis padres

—Claro que puedes, ella se pasa con sus bromas tan infantiles. Pero esta vez lo dejaré pasar porque adoro ir de compras —decía mientras bajábamos de su auto y nos dirigíamos a nuestros casilleros por nuestros libros, su casillero estaba a lado del mío por lo que no me dejó sola ni un segundo, lo cual agradecí porque Adam podía aparecer de la nada y atormentarme aún más.

La primera hora teníamos clase juntas y no tuve que preocuparme por que Adam estuviera mirándome ya que Celeste lo hubiese visto y me lo hubiese dicho. Deseé que esa hora pase lentamente pero como siempre cuando pasaba con Celeste el tiempo pasaba con rapidez y tuvimos que separarnos para la siguiente clase. Al entrar a la siguiente clase todos estaban sentados en sus asientos y al no ver Adam estuve intranquila, necesitaba terminar de entender todo.

En el tiempo libre fui con Cel y al entrar a la cafetería del instituto vi a Adam sentado en una mesa solo, al igual que siempre, desvié la mirada antes de que me mirara de vuelta, compré una botella de agua para no dejar a Cel sola en la fila y al sentarnos en la mesa alguien le envió un mensaje, ella lo revisó y sonrió.

—Ryan me envió un mensaje y me dijo que vaya, que tiene una sorpresa, pero no quiero dejarte sola

—Cel, como crees que te impediría ir con Ryan, anda que no moriré si me quedo sola

—Gracias Krys, por eso te quiero tanto —al decir eso se levantó de la silla y salió por la puerta de la cafetería

Dejé de lado la botella de agua y desbloqueé mi celular, revisaba algunas fotos que me había tomado con Cel, nos conocíamos desde hace tres años cuando ella se cambió de instituto. Estaba tan distraída que no vi venir Adam y solo lo supe cuando se sentó a mi lado.

—si sigues faltando a clases reprobaras algunas materias — dije mientras apagaba el teléfono para mirarle

—no importa, tengo la eternidad entera para estudiar y ya creo haber estudiado demasiados años en toda mi vida, ahora a lo que venía, te espero hoy a la salida del instituto —recordé que quedé con Celeste y lo miré sin ninguna expresión en mi rostro —y ni se te ocurra intentar huir porque te encontraré y será más difícil —dicho eso se fue, siempre tenía cambios de humos tan inesperados que era resultaba casi imposible hablar con él o tan solo estar cerca sin que terminara gritando o enojado.

Las demás clases estuve muy distraída pero esas horas pasaron muy rápido, salí muy temprano para evitar tener que ir con Adam, estaba lloviznando por lo que era muy difícil saber si Celeste ya había o no salido. Después de tanto esperar parada afuera del instituto llamé a Cel.

Cel, ya llevo tiempo esperándote y no sales, además estoy mojada

lo siento Krys, me he quedado terminando algo, voy en cinco minutos ¿dónde estás?

afuera junto al bosque, te espero

Terminé la llamada y di unos cuantos pasos hasta quedar a unos metros de un árbol, guardé el teléfono para que no se mojara y saqué de mi mochila la bufanda que usaba para cubrir las heridas de mi cuello donde ahora no había nada, ni siquiera una pequeña cicatriz que delatara que alguien lo hubiese mordido.

Estaba por caminar hasta la entrada del instituto para mirar si Celeste ya venía pero alguien me sujetó las manos, al levantar la vista era Adam y este hizo que me golpeara de espaldas contra el árbol el cual se movió haciendo que el agua almacenada en sus hojas cayera directamente a mi cuello haciendo que tiemble por el frío.

—será rápido

Fue lo único que dijo antes de quitar la bufanda que cubría mi cuello y sentir sus colmillos clavándose en mi piel ,su mano cubriendo mi boca y el dolor y ardor. Con cada segundo que pasaba el dolor incrementaba, no me había dado cuenta que había cerrado los ojos pero al abrirlos Celeste estaba de pie a pocos metros de nosotros, ella estaba viendo Adam morder mi cuello.

Pacto con el vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora