Cerca de los Días de Primavera [COMPLETO]

Una Razón [Parte 6]

Corrí, corrí como si en ello me fuese la vida con la pintura de mi abuelo abrazada a mí y algunas lágrimas cayendo por mis mejillas. Era lo único y más preciado que tenía de mi abuelo... ¿Por qué la gente no podía respetar la privacidad de los demás? Sin darme cuenta acabé frente a una playa que nunca antes había visto. Me detuve unos minutos observando fijamente el mar. Sin soltar la pintura me quité los zapatos y calcetines, a pesar del frío que hacía, y comencé a caminar por la arena lentamente. Me acerqué al agua, sin llegar a tocarla, y me senté cerrando los ojos. Respire hondo intentando calmarme un poco. El sonido de las olas era muy relajante. No sé cuánto tiempo estuve estuve allí sentada con los ojos cerrados, pero cuando los abrí todo estaba completamente a oscuras, excepto por unas pocas farolas cercanas. Hacía mucho más frío pero no me importaba mucho...

"Podría morir ahora mismo, no me importaría..."

Pero después de pensar en aquello Jin vino a mi mente haciendo que pecho doliese un poco. No comprendía este sentimiento, nunca antes había sentido nada parecido. Solía no estar interesada en relacionarme con otras personas, te juzgan sin saber y no se puede confiar en ellas...

Al día siguiente de la muerte de mi abuelo me llamaron, una de mis tías, para decirme donde se celebraría el funeral. No tenía ganas de ir en absoluto, pero sabía que en el fondo era la única que mi abuelo hubiese querido que le despidiese. Lavé mi cara con pesadez y me miré al espejo. Mis ojos estaban inflamados, unos grandes círculos negros rodeaban mis ojos y mi nariz y mejillas estaban rojas de tanto llorar. Era una imagen terrible pero tampoco me importaba. Me cambié de ropa y me dirigí hacia la parada del autobús. Mientras esperaba varias personas fueron llegando con el mismo objetivo. Dos niños gritaban y corrían a los alrededores cuando de repente uno de ellos chocó conmigo.

Niño: "Lo siento mucho" dijo mirándome arrepentido.

No dije nada y tan solo le dedique una débil sonrisa. Él se quedó observando unos segundos hasta que su madre lo agarró del brazo y lo apartó. Por fin había llegado al autobús, subí y me senté al fondo cabizbaja. Podía sentir las miradas de las personas y como murmuraban sin parar.

Mujer 1: "Que desagradable tener que compartir autobús con gente así"

Mujer 2: "Lo sé, quién sabe qué cosas habrá tomado..."

Siguieron así durante todo el recorrido pero no me importaba en absoluto. había llegado a mi destino y al bajar del autobús respire hondo. La entrada estaba llena de coronas de flores y algunas personas se reunían en pequeños grupos.

"¿Estará mi madre aquí?"

No pude evitar hacerme esa pregunta aunque la respuesta era obvia. Si no le importaba su propia hija, mucho menos su padre. Me encamine hacia el interior arrastrando los pies. Desde la entrada pude ver el ataúd abierto y mi corazón se detuvo unos segundos. Me acerque lentamente hacia él, deseando que todo fuese una pesadilla y que mi abuelo no fuese el que estaba allí. Antes de poder ver el interior cerré los ojos y me quedé inmóvil.

Hombre: "Solo una de sus hijas ha venido ¿Por qué será?"

Mujer: "¿No lo sabes? Abandonó a sus hijos y mujer para perseguir su sueño"

Hombre: "¿En serio? Cómo se puede ser tan irresponsable"

Mujer: "¿Verdad? Eso es no tener corazón"

T/N: "¡Callaros de una maldita vez!" grité furiosa "¡Fuera de aquí! ¡FUERA!"

Se levantaron rápidamente, pude ver en sus caras la sorpresa y repulsión antes de que se marcharan de allí. Ellos no sabían nada y no tenían el derecho de hablar así de él.