Al día siguiente volví a quedar solo, levante mis manos y las mire, tan pequeñas incapaces de defenderme, pronto una mano se entrelazo con la mía haciéndome mirar a mi lado .
-¿No piensas levantarte?- pregunto Gabriel.
-No puedo, me duele- dije con las pocas fuerzas que me quedaban.
-Tienes que hacerlo, si no ¿Quién jugara conmigo?- volvió a preguntar e insistir.
-Gaby no insistas, me duele mucho, ni siquiera puedo sentir mis piernas- respondí.
-si no sigues...¿Quién seguirá conmigo?- dijo triste
Lo mire a los ojos y en ellos había tristeza, algunas lagrimas que amenazaban con salir.
Tome su rostro entre mis manos y lo mire con tristeza también.
-¿por que nunca te quedas y me ayudas a lidiar con el?- pregunte rotamente sintiendo algunas lagrimas caer por mis mejillas.
-Adoraría quedarme y ayudarte, sacarte de esto, pero no puedo- dijo secando mis lagrimas con sus pulgares.
-El volverá y acabara conmigo, volveré a sangrar, volveré a sufrir, reabrirá mis heridas internas y externas- dije entre lagrimas.
-Prometo que algún día hare que pague por todo lo que te hizo todo- dijo con lagrimas también, ambos nos abrazamos fuerte, escuchando la puerta abrirse fuerte pero no tanto, luego un inconfundible sonido de tacos resonó por toda la casa
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Tu eres mi ángel
RomanceAdam era un chico de 5 años, su madre trabajaba y lo dejaba solo con su padre quien abusaba sexualmente del pequeño. Cuando cumplió los 15 años su abuela se lo lleva a vivir con el. Adam tenia problemas y dificultades mentales luego de tener ese tra...
