Siempre te amaré

Capítulo 3: ¿Natsu o Jellal?

Hoy no ha sido mi mejor día, me despidieron, no quería hablar tanto de eso ¿qué había hecho mal? Sinceramente no lo sabía y eso que hacía de todo: doble turno, incluso ayudé a los de intendencia para darles lo mejor a mi esposa e hijas. En fin, aunque fuera mi propio jefe decidí que esto no me iba a detener así que empezaría, con el poco dinero claro, a ahorrar para publicar un libro tal vez llamado Una huella en el pasado, de hecho ya me lo imaginaba, un libro grande con cada una de mis historias como Pokemon: La nueva generación, Siempre te amaré, El mago más fuerte de toda Magnolia, El entrenador más fuerte del mundo, Mi número uno eres tú, Mi pequeña dragona, El enfrentamiento de dos demonios, etc. Eso me ilusionaba.

Ese mismo día le dije la noticia a mi familia, mi esposa siempre estaba ahí y vi un acto tierno por parte de mis dos hijas que me enternecí bastante, habían traído su alcancía y me dijeron que era para la familia.

-Bueno pues seguiremos, ahora que tengo días libres jeje, con la historia ¿Qué les parece?

-Genial, papi ¿Podrías contárnosla?-dijeron mis hijas con brillitos

En fin, la mente de Erza estaba un poco confundida, a pesar de que amaba a Jellal, por primera vez escuchó que Natsu había dicho que la necesitaba, pero ¿para qué la necesitaba? Todo esto era un dolor de cabeza y ella deseaba que eso se aclarara con el paso del tiempo o al menos eso le había dicho su madre Eileen. La peli roja solamente había suspirado, eso de pensar con el corazón era más que difícil. Jellal era su primer amor, pero en ese momento le llegaron varios recuerdos y fue cuando...no había mucho a decir verdad, mientras que con el peli rosa, que ahora estaba a punto de ser rey dragón, había bastantes recuerdos de él desde su infancia, incluso cuando la rescató en la Torre del Cielo.

Natsu en esos momentos seguía dormido, sufriendo una terrible batalla contra un demonio o más bien una decisión que tarde o temprano cambiaría el destino suyo.

-Así que Natsu Dragneel ¿he?-dijo un chico parecido al peli rosa pero con una mirada fría, una sonrisa sádica y para colmo unos cuernos tan grandes que parecía un toro.-Mi nombre es Etherias, soy el demonio que habita entre tu cuerpo, el mismo que puede controlarte cuando tú lo consideres.

-¿Qué es lo que quieres?-preguntó Natsu fríamente.

-Sé que has sufrido al ver a nuestro amor irse con alguien más después de todo lo que hicimos para salvarla, el agradecimiento que le dábamos día con día ¡Es que acaso no lo entiendes, Erza no nos quiso.!-gritó, pero esto no dejó tembloroso a Natsu-te vengo a proponer algo. Yo me encargo de matar a ese estúpido de Jellal tomando tu cuerpo y me iré para siempre así que ¿qué dices?

Natsu solo se volteó dándole la espalda, seguía serio. Pero empezó a reírse.

-En serio un demonio que puede amar ¿creíste que solo por estar dentro de mi cuerpo haríamos todo juntos? Esos recuerdos no te pertenecen, por más egoísta que suene, todo eso me pertenece a mí. Te diré algo...no acepto esa oferta y aún te salgas de mi cuerpo para buscar a alguien más te mataré, porque yo ya estoy a punto de ser un rey dragón y no quisiera perder mi título por un estúpido como tú.

-Estás hablando con el demonio más fuerte de todos, Natsu Dragneel, te estoy proponiendo algo único en tu vida-dijo acercándose rápidamente- usualmente no hago esto con alguien.

-No te necesito entonces, no quiero matar gente inocente... prefiero que te vayas.

-No puedo irme-sonrió maléficamente- yo soy tú, pero como demonio.

-¡Cállate, cállate!-decía Natsu furiosamente-te ordeno desaparecer de mi cuerpo.

-Si eso quieres, saldré de ti Natsu, pero muy pronto te darás cuenta de tu grave error.