Capitulo 3

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Miércoles 25 de septiembre

Me levanto aun pensando en ayer, lo que paso después del entreno, también en Marcos y su intento de beso y el puré que manchaba mi sudadera. Ayer fue un día duro. Espero que este sea mucho mejor. Salgo preparada de mi cuarto, y me dirijo a clase junto mis amigas. Al llegar vemos que somos casi las primeras. En el otro pupitre que quedó vacío en primera fila, aparte del de Marcos y mío, hay una chica rubia con el pelo largo y los ojos claros, que nos sonríe enseñando sus braquets.

-¿Hola eres nueva?- le digo a esta chica de aspecto agradable.

-Si- se levanta- soy Ariadna, pero llamadme Ari.

-Encantada Ari- dice Paula- Somos Georgina, María y yo soy Paula.- nos señala cada una indicando quien somos.

Empieza la clase de psicología, la bruja presenta a Ari, y Marcos a penas me ha hablado desde que ha entrado a clase.

-¿Estas bien?- le digo cuando por fin la profe se gira a escribir el sentimiento que estudiaremos hoy.

-Si- dice seco.

-No, enserio.- me acero a él y le digo flojo- ¿No será por lo de ayer?- me mira sorprendido, supongo que no esperaba que me acordara.

- Veo que te diste cuenta, y no estás incomoda ni enfadada...- parece que se siente culpable.

-¿Por qué tendría que enfadarme?- le sonrío y por fin le saco una sonrisa.

La profesora se aparta y en la pizarra pone SUPERVIVENCIA.

-Os puede sorprender que esto sea un sentimiento, y exactamente no lo es. Es más un instinto, el instinto de supervivencia. Las personas tenemos este instinto como los animales, pero mucho más diferente. Nos apartamos de las cosas que nos pueden hacer daño, las nocivas para nosotros- en el instante que lo dice pienso en Hugo y lo que pasó, no es bueno para ninguno así que mejor no comerme el coco con él- pero a veces este instinto falla, ya puede ser por vicio, como el tabaco o por amor, como el daño que nos hacemos entre personas.- espero que no me pase a mí con Hugo, pero es muy pronto para hablar.

Las clases transcurren normales, y mis amigas, Marcos y yo hablamos con la nueva, Ari que parece que es parecida a nosotros.

A la hora de comer, Ari, que ya es como del grupo, Marcos, mis amigas y yo nos sentamos en la mesa del fondo, la de siempre. Hablamos alegremente, y de vez en cuando miro a Marcos que parece un poco apartado de las conversaciones y en su propio mundo. Lo primero que hago al salir del comedor es alcanzar a Marcos que se ha encaminado sin mí, para aclararle lo de ayer.

-Mira Marcos, quiero dejarte claro que no te hice la cobra ni nada parecido, solo es que...- sin darnos cuenta, caminando hemos ido a parar al campo del ''bosque negro''.- vino Georgina, y no se podía hacer una idea equivocada...

-¿Así que si no nos hubiera interrumpido, me hubieses besado?- al pronunciar esa palabra me viene un escalofrío por todo el cuerpo.

-No, bueno... no sé, a lo mejor- digo palabras contradictorias y sin sentido, y a él le brillan los ojos, no sé por qué.

-María, dime la verdad que harías si yo ahora me acercara a ti- se va acercando a mi cada vez mas- si me acercara mucho...- camino hacia atrás hasta que choco de espaldas a la pared, no tengo salida. ¿Pero quiero salir de aquí?

-Por favor...- le suplico, y le pongo una mano en el pecho indicando que se aparte. Me obedece pero no se aleja mucho. Por lo que me está dando a suponer estos días, parece que le gusto, y es muy guapo y cariñoso, pero no sé si me gusta. Tengo un lío en mi cabeza.

ENTRENAR MI CORAZÓNWhere stories live. Discover now