—Conocela, es tu hija —insistió su hermana por el auricular del teléfono.
—Ya te dije que no puedo —recalcó la de cabello bicolor por el otro lado del teléfono.
—Harley —insistió.
—No...
—Mira, digamos que eres su tía, si no quieres no tendrás que tomar el lugar de su madre ¿bien?
—Y... ¿Y si él se entera? — susurró con miedo.
—¡Ey, Harleen! Lucy tiene ya cuatro años, ¿no crees que ya va siendo el momento de que "él" se entere?— preguntó con una pizca de enojo.
La ojiazul lanzó un largo suspiro; su hermana tenía razón, pero el se enojaría, ¿y si dejaba de quererla por culpa de Lucy?. Muchas preguntas rondaban en la cabeza de la villana, Harley Quinn.
—De acuerdo —aceptó por fin —. Iré. Pero el Señor G no se enterará.
—Pero, ¿por qué? —preguntó la voz de la chica al otro lado del teléfono.
—Por... ¡Por que no y ya! — gritó perdiendo el control —. Ya acepte ir, solo que el no puede enterarse, no aún...
—¿Entonces cuando, Harleen? —preguntó con un ahora notorio enojo.
—No... no lo se —balbuceó —. Tienes que entender que su trabajo es muy importante, el no puede tener hijos.
—¡Es un psicópata, un villano Harleen!, ¿Cuál es su trabajo? ¡Robar y matar! —gritó furiosa.
—¡Si, lo se! —exclamó Harley alterada por el tono que había usado su hermana —. Y... y por eso no puede tener hijos... —masculló mas calmada esta vez.
—¿Pero qué no fue eso lo que siempre quisiste? —preguntó —. "Una vida y una familia a lado de mi querido Mistah J" — la citó imitando de mala manera la voz de su hermana.
La ex-rubia rodó los ojos. Tenía razón, pero ahora era muy riesgoso. En su vida había cometido bastantes errores. No sabia si en este caso el error había sido esconderle a su caramelito el hecho de que existiera la pequeña Lucy, o que el simple hecho de que existiera había sido ya su error, pero ya no había vuelta atrás y si ahora se enterara la mataría, o peor aún la dejaría de querer... si es que lo hacía.
—Agg, eso no importa. Iré. ¿De acuerdo? —dijo con pesadez.
—De acuerdo. ¿Cuándo?
—Ammm. No lo se. ¿Ustedes cuando pueden recibirme?
—Siempre, Harleen —contestó amable la chica al otro lado del teléfono esbozando una sonrisa a medias.
—De acuerdo; mas tarde te aviso. Y otra cosa...
—¿Si?
—No me llames Harleen, soy Harley. Harleen quedó atrás —dijo con un tono serio.
Su hermana suspiró con pesadez al otro lado del teléfono.
—Harley...
En ese momento la chica de cabello bicolor escucho la puerta de la alcoba abrirse <<Mister G>> fue lo primero que llegó a su cabeza.
—Si, si, adiós —dijo apresurada.
—P-pero Harleen.
—Me tengo que ir.
—Okay — fue lo último que escucho decir a su hermana antes de colgar apresuradamente e intentar ocultar su teléfono que recién había usado.
—¿Con quién hablabas, Harley? —preguntó el peliverde al entrar a la habitación.
—Co-con... con, con nadie, caramelito —dijo la chica nerviosa.
—Harley... no me gusta que me mientas —dijo el Príncipe del Crimen a la chica.
—No te estoy mintiendo —masculló con un toque de enojo.
El la miró dudoso pero al final le creyó, o eso parecía...
El peliverde lanzó una fuerte cachetada hacia Harley, la tiró al piso de golpe.
—¡No me mientas, niña boba! —gritó enojado mientras la jalaba de una de las dos coletas que colgaban de su cabeza.
—N-no, no lo hago —balbuceó con miedo mientras intentaba safarse del agarre del villano —. ¡Yo no te estoy mintiendo! —gritó al momento que logró safarse.
—Mas te vale.
Se levantó mientras sobaba su mejilla y lo miraba. El Guasón salió de la habitación dejando a Harley sola; ella se miró al espejo y observó la marca roja de la mano de su amado en su rostro blanquecino. Suspiró. Quizá el la golpeaba a veces, pero la quería, ¿o no?
Se levantó y se dirigió a su cama, se recostó y se hizo bolita dejando escapar por fin una lágrima que en un segundo se convirtió en mil acompañadas de dolorosos sollozos y continuó así hasta que por fin se quedó dormida.
Minutos después entro su querido Puddin, al verla totalmente dormida no puedo evitar sonreír. <<Es linda>>, fue el pensamiento que cruzó por su cabeza, pero al instante se golpeó la cabeza contra la pared para alejar esos estúpidos pensamientos. <<Rubia estúpida>> pensó al instante, el siempre ha odiado que ella le produjera esos sentimientos tan ridículos y estupidos.
Levantó las cobijas y se acostó, claro, separado de Harley. Cuando ella notó su presencia quiso acercarse para abrazarlo, pero al instante el dijo con una voz fría:
—Alejate, Quinn, no estoy de humor.
—De acuerdo —murmuró con tristeza y se alejó.
El ojijade gruñó y se acercó a la chica, ella lo abrazó con una sonrisa en el rostro y el correspondió al abrazo a regañadientes. Harley descanso su cabeza en el pecho de su Puddin y así durmió bien, mientras el se quedó despierto mirándola un rato más. Pero... ¿Qué pensaba el? ¿Lo linda que era? ¿Cuánto la amaba? No. Para nada. De hecho lo que pensaba era algo más como: "¿Como terminara esto?", "¿De verdad cree que siempre estaremos juntos, que tendremos una linda familia?" o "¿Terminaremos juntos?" "¿Quién terminará matando a quién?", e incluso pensaba en las maneras mas divertidas, —para el— de matarla. Pero esa noche no sería el fin, así que terminó por dormir.
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Su nombre es Lucy ♥ (Harley Quinn & el Joker) (One-shot)
FanficTengo una hija, se llama Lucy. Vive con mi hermana, tiene cuatro años y le gustan los tutús y los autos de juguete. En especial le gusta poner tutús a los autos de juguete, le gusta la idea de un auto bailarina... creo que tiene sentido. El señor J...