La historia de un Adolescente

Capítulo 4

Recuerdo que ese día no lloré después de ver eso, mi mentalidad cambio mucho, después de haber visto tantas cosas desagradables por parte de mi padre sentía que por un lado era mejor que se marchará, aunque eso lastimaba demasiado a mi madre.

No fui a la escuela, decidí quedarme en casa con mi mamá, ella en frente mío sonreía siempre, fingia estar bien para que yo este bien, pero era lo bastante inteligente para darme cuenta que no estaba bien, nada estaba bien, ella se sentía triste y a mi eso me mataba por dentro, pero hice lo que ella hacía.- Fingir estar bien.

A los días me presenté en el colegio, no hablaba con nadie, ni siquiera con Daiana, mi actitud era distinta, me hablaban y contestaba mal o directamente ni respondía, caminaba sólo por los pasillos de la escuela atrapado en mis pensamientos, de como iba a ser mi vida, en que iba a terminar todo, no lo se, veía a Daiana como me miraba preocupada, aunque yo no le conté nada a nadie ella me conocía lo suficiente como para darse cuenta de que me sucedía algo.

Pasaban los días y yo me alejaba más y más de ella y de todos a mi alrededor, la soledad y la musica eran mis unicas amigas, sinceramente me sentía mucho mejor así, sólo, sin nadie que me molestara, me estaba acostumbrando a esto, me sentía bien aunque sabía que no era lo mejor. Cambie mi estilo de música, escuchaba Eminem y porta, era lo mejor, las letras de las canciones me ayudaban mucho cuando estaba deprimido aunque a veces me deprimian mucho más.

~*~

Pasaban los meses y yo seguía igual, mi mamá estaba mejor supongo, empezó a trabajar otra vez.
Comenzamos a progresar y juntar dinero para terminar nuestra casa nueva más cerca del centro de mi ciudad, todo iba muy bien, mis notas eran buenas en el colegio, tenía algunos problemas como todos, pero había uno en particular que me estaba matando.- Si, estaba perdiendo a Daiana.
No volví a hablarle desde la separación de mis padres, todos los días la veía y ni siquiera nos sonreiamos, como solíamos hacerlo cada vez que nos cruzabamos, después de tantos momentos lindos que pase con ella el no tenerla me destrozaba, pero tenía que aceptarlo y dejarla ir porque yo decidí que termine esta hermosa historia que aún no había comenzado.

Mientras yo me alejaba, Gastón (El chico nuevo) se acercaba cada vez más a ella, día a día, se veían bien juntos y no tardaron mucho para caminar juntos dé la mano por los recreos, me lastimó tanto ver eso, era la primera vez que sufría por una chica.
Pero ella se veía bien siempre que estaba con el, sonreía todo el tiempo y si ella estaba bien yo también lo estaba.- Perdí a Daiana por completo, la chica de piernas largas y sonrisa perfecta que tanto me gustaba, era demasiado linda para mi, dentro de todo creo que está mejor con el.- Sólo espero que te cuide y que vos a mi no me olvides.

~*~

Mitad de año y mamá me dio la noticia de que nos íbamos a mudar, que ya habían terminado la casa nueva y que empezariamos de cero juntos.- Esto me iba a ayudar mucho, abandonando ese barrio en el que crecí y aprendí muchas cosas buenas, pero también el lugar donde supe lo que es sufrir por cosas que dañan muchísimo y por cosas absurdas, como todos dicen "Casa nueva, vida nueva" y así fue.
Comencé en un colegio nuevo a mitad de año.- Oh Dios, que cosa espantosa ser el chico nuevo y mas en último grado.
Me sentaba siempre sólo hasta que las chicas de mi curso, con el tiempo, empezaron a hablarme, era agradable, aunque me desconcentraba un poco en clases, pero no importaba ya que tenía buenas notas y faltaban sólo un par de meses para terminar e irnos de viaje.
Lo que más deseaba era irme a Bariloche, mi mamá se sacrificó muchísimo para poder pagar ese viaje, iba a ser algo único, una experiencia que jamás había vivido, viajar solo con chicos y chicas de mi edad, no se.- Iba a ser genial.

Los meses pasaron rápido, ya tenía más amigos y amigas, me sentía muy cómodo con el nuevo colegio, faltaba una semana y yo ya había empezado a empacar las cosas, si, faltaba una semana pero estaba demasiado ansioso por irme lejos.
Dos bolsos enormes como para esconder a dos personas adultas, todo porque mi mamá me obligó a llevar casi toda mi ropa, iba a pasar la vergüenza de mi vida ya que los bolsos eran más grandes que yo.- Espero que valga la pena mamá.

~*~

Llego el gran día, eran las 6 de la tarde y los emociones me mataban, partiamos a las 20:00Hs desde el colegio.
Esas horas se me hicieron eternas, ya tenía todo listo, mis tíos se ofrecieron a llevar mis bolsos al colegio en su auto, claro, también íbamos nosotros en el auto, mataba la última hora de espera comiendo y charlando con mi Mamá, escuchando sus indicaciones, cuanto dinero tenía que gastar por día, ya que me habían dado muchísimo para los 7 días que estaríamos en Bariloche, si fuera por mi y mi ignorancia gastaría todo en un día, pero supe controlarme, donde tenía que dejar mi ropa sucia cuando ya no la use, ser ordenado para no perder nada y hasta incluso me dio una lista con todas las cosas que habían en los bolsos.- ¿En que momento anotó todo eso? Las mamás son increíbles o al menos mi madre lo era y lo es hasta el día de hoy.
Remeras, Jeans, Babuchas, medias, Boxer's y los abrigos, todo en la lista para que yo el día que vuelva controle todo y no me olvide de nada.

19:30Hs.- ¡¡Por Fin!!
Llego la hora de partir, cargamos mi equipaje en el auto y nos fuimos rumbo al colegio, quedaba a unos 10 minutos en auto, pero parecían 100 Kilómetros con todos los consejos que me daban mis tíos y mi Mamá, eran insoportables pero bueno, en ese tiempo los quería a ellos, así que aguante mis ganas de saltar del auto.
Llegamos al colegio y la vereda en la parte de la entrada del colegio estaba plagado de gente, bolsos y valijas por todos lados, familias sacándose fotos con sus hijos y esas cosas.
Yo sólo estaba ahí, sentado, pensando y charlando con mis amigos Lucas, Franco y Francisco de como iba a ser nuestro viaje, diciendo que nos íbamos a sentar en el sector de arriba ya que era un micro de dos pisos y bueno, charlas tontas entre los cuatro mientras esperábamos el colectivo cuando dé repente vemos que se acerca al colegio.- Era verdaderamente enorme.
Al instante que lo vi me invadieron muchas emociones juntas, era la primera vez que me alejaba tanto tiempo de mi Mamá, sabía que la iba a extrañar demasiado, estaba muy feliz pero triste al mismo tiempo, el colectivo freno, comenzaron a cargar los bolsos mientras yo abrazaba a mi madre, no quería soltarla, no quería dejarla sola, pero se acercó mi amigo Francisco y me dijo:

-Vamos? Sentemosnos juntos en la parte de arriba!

Sólo sonreí, mire fijo a mi mamá,  le di un último beso y abrazo, le dije que iba a estar bien y que la amaba con todo mi corazón, saludé a mis tíos y me subí al cole.
Entre y no vimos a mi curso, habían chicos y chicas de otras escuelas.- Genial, se iba a poner interesante.
Subimos por las escaleras a la parte de arriba y nos sentamos con el colo.- Francisco era muy blanco, con cabellos color naranja y ojos verdes, por eso le decíamos colo.
Me senté del lado de la ventana y la vi a mi mamá saludandome junto a mis tíos,  se veía tan hermosa y emocionada, nos alejamos del colegio y comenzó la aventura...