Capítulo 42.

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-Yo solo te digo, Chandler.-Me señaló Elliot.-Ten cuidado con esa chica.-Dicho esto salió de mi oficina.-

Estaba exhausto, los días corrían y seguía sin encontrar a Madison. Los policías me decían que era caso perdido y eso me desesperaba más.

Pasaba la mayor parte del tiempo en la oficina, tratando de deshacerme de todo mi trabajo e irme rápido a casa para seguir buscando pruebas de quién era el secuestrador.

Pero eso no era fácil.

Menos teniendo a Aneley Leister detrás mío como cachorro recién nacido.

Esa chica no se despega de mi, sé que está buscando algo y con su apellido dudo que se quede sin eso que busca.

Tocan la puerta y rezo a todos los dioses que no sea ella. Eso no alcanzó para que mi suerte cambie.

Entró con su "provocativa" caminata hacia mi sillón, apoyándose en los apoya brazos, dejándome un gran plano de sus senos. La miré a sus ojos, seriamente.

Claramente buscaba algo.

-Ya es tu tiempo de salida.-Habló mientras iba al respaldo de mi sillón y me hacia masajes.-Podría invitarte a cenar a mi departamento.

Me levanté rápidamente y toqué el botón de llamada a Elliot advirtiéndole. Él ya sabia que debía salir de su despacho y quedarse en mi puerta por si esta chica hacia algo.

Agarré el saco de mi traje, me lo puse y agarré las llaves de mi Auto-No creo que sea posible, Ann.-

-No me llames por mi sobrenombre si me vas a rechazar.-Se cruzó de brazos, mostrando sus senos nuevamente, pero esta vez enojada.-

-Aneley.-Saludé.-

-Chandler.-Dijo de mala manera mientras salía atrás mío de la oficina.-Todo esto es culpa tuya, por llenarle la cabeza.-Se dirigió a Elliot.-

Este se encaminó al ascensor, pidió este y en cuánto llegó me miró.-¿Vamos?-

-Claro.-Abroche mi saco y subimos al ascensor.-

En cuánto se cerraron las puertas de este, Elliot se puso enfrente mío.-¡Dime qué hizo!

Miré hacia el techo exhausto y divisé como la cámara de seguridad nos enfocaba cada vez más.

-Vamos, Chandler.

-No es momento, ni lugar para hablarlo.-Dije apretando los dientes.-

Elliot me miró sin entender y pisé su zapato. Apenas se abrieron las puertas del ascensor, nos encaminamos al estacionamiento.

-Nos está vigilando por las cámaras.-Le susurré.-

-Maldita perra.

Subimos a mi auto, me puse el cinturón y Elliot comenzó a sacudirse igual a un perro.

-Oye, ¿Qué haces?

-Quizás me puso un micrófono en mi ropa.

Comencé a reír y arranqué el auto.-Harían una linda pareja de locos ustedes.-

-¡Ni dopado! Amo a Phoebe.




#EscribeloYa #FinalAlternativo

Mafia Riggs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora