Rehaciendo mi vida

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-¿Qué se supone que haga mamá? Ya no tengo nada y vivo contigo

-Solo cálmate, las cosas ya van a mejorar

-Claro, como pasó con papá

Fue la última conversación que quedó en mi mente después de su fallecimiento, no podía sacármela de la cabeza, sabía que le dolieron mucho esas palabras. En su funeral no habían muchos que digamos, pero sé que el que más lágrimas dejó caer fui yo

Vendí su casa y su cafetería, me fui a vivir a España, sin conocer nada ni a nadie en ese país, no recuerdo muy bien en que parte de España vivía Sofía pero quería estar lo más lejos posible de ella

Fue un año difícil pero lo superé, conseguí un buen trabajo, tenía una casa con un compañero de trabajo, tenía novia ¿qué más podría pedir? Para que me pregunté eso, fue dos días después de romper con mi novia, era 18 de Agosto, el cumpleaños de Sofía, me la crucé en un mercado, se encontraba haciendo unas compras para la fiesta de su cumpleaños número 26:

-Sofía, feliz cumpleaños, me da gusto volverte a ver- sabía que no era así pero para no quedar mal...

-¿Rodrigo? Hola, gracias- me dijo con una sonrisa de oreja a oreja- ¿Qué haces en España?

-Ahora vivo aquí, no soportaba más vivir en un país donde me deprimo por tanto recuerdos de mi madre

-¿Qué le sucedió?- preguntó borrando su sonrisa

-Falleció, pero tuvo una hermosa vida, eso es lo bueno

-Bueno, olvidemos ese tema ¿te gustaría venir a mi fiesta?

-Pues claro, no me perdería verte envejecer- dije echando unas risas

Después de unas horas llegué a su casa, al entrar vi que estaba repleto de gente, pues ya era la hora de divertirse un poco.

Alcohol por aquí y allí, solo sucedió, ese beso que me hizo recordar todos nuestros momentos juntos volvieron a mí, solo ocurrió.

Y otra vez, desperté en una camilla...

ILUSIONES DE LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora