EL SOCIO DE MI HERMANO.

Capítulo 8.

Al salir, puedo notar lo tensa que esta Amanda trabajando en su escritorio, tratando de disimular su bronca hacia mí, así que paso tranquilamente por su lado sin dirigirle una sola palabra.

Entrando al ascensor mi móvil suena, es Candela, mi Mejor Amiga

- ¡Vero!

- ¡Cande!

- ¿Cómo estás? ¡No me llamas hace tres días!

- ¡Lo siento, de verdad!... – Supliqué - bien ¿Y tú?, Tengo que decirte algo muy extraño – Respondí mientras apretaba el botón de planta baja –

- Pues bien, ¿Qué esperas? ¡Dime!

- Sebastian se irá por trabajo a Italia tres meses y me dejará con un socio de él, se llama Francisco...

- ¿Es broma? – Rió -

- No es broma, te lo juro

- ¿Por qué no vienes a mi casa?

- No quiere, ya le he dicho...

- Puedes venir sin que se entere, vamos por favor

- No lo sé, estoy muy confundida, quizás si le insisto un poco más me dejará

- En verdad no sé qué decirte, ya sé cómo es el, así que no insistiré, ya sabes

- Si lo sé, ¿Tú podrías venir?

- Es que yo no estoy en la Ciudad, ¿Recuerdas a mi prima Olivia?, la estoy yendo a visitar en su cumpleaños, creo que volveré en cinco días, aún no lo sé

- ¡Sí la recuerdo!, mándale felicidades y avísame cuando vuelvas, ¿Sí?

- No te preocupes te avisaré, ¿Cuándo se irá Sebas?

- ¡Genial!, Ohm hoy por la noche

- Diablos... no creí que tan pronto

- Lo sé... Oye tengo que colgar, Háblame en cuanto puedas

- ¡Obviamente que si, no lo dudes!, Tenme al tanto con todo y dime que te dice luego, ¡Besos!

- ¡Adiós!

Las puertas del ascensor se abren lentamente y se puede observar el desastroso tumulto de gente trabajando, visitando la empresa, consultando y demás.

Mientras iba camino al estacionamiento mi móvil suena nuevamente, pero esta vez es Francisco

- ¿Dónde estás?

- Yendo para el auto, ¿Qué sucede?

- Pues nada, te tardabas demasiado y no sabía si te había sucedido algo

- ¿Disculpa? – Manifesté indignada –

- ¿Qué?

- ¿Por qué tanta preocupación?

- Si no hubiese sido por Sebas que salió justo a tiempo eras capaz de estrangular a Amanda... yo que sé si estás haciendo eso en este momento

- Deja de exagerar, tampoco tan así es... y..o..yo...

- ¿Ves? – Soltó una carcajada – Tengo razón y lo sabes

- Ya basta, ábreme estoy detrás del coche

- Ay ay ay ay... - Expresó mientras le quitaba el seguro a la puerta -

- ¿Y ahora qué?

- ¿Me vas a negar que no quieres eso?, por favor – Rió –

- No te lo negaré, es verdad – Reí - pero con tal de que se aleje de mi vida y mi hermano todo estaría mejor

- Bien, ya, cambiemos de tema, ¿Sí? Me haces doler la cabeza hablando de esta mujer

- ¿De qué quieres hablar entonces?

- ¿Me acompañarías a mi departamento?