Capítulo 3.

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Pasadas las horas, Snape y ______ recorrían el callejón Diagon en busca de los materiales de estudio para la chica.

Obtener el dinero de su Bóveda fue trabajo duro. _______ se mareó un poco con el ajetreo de los carros, pero al fin y al cabo lo lograron.

El hombre se ubicaba detrás de ella ordenándole a qué tiendas entrar y qué pedir.

—¿Sé puede saber por qué se mantiene tan alejado de mí?—Preguntó ______.—Pareciera que le avergüenza que le vean conmigo.

—No es eso _____ querida—Negó.—La noticia de que poseo una ahijada recién llegada al Mundo Mágico no puede expandirse. Tú deberás contar otra historia respecto a tu repentina llegada a Hogwarts.

—Ya sé, "Vengo de Intercambio"—Bufó haciendo las comillas con sus manos.

—Además de eso ______—Manifestó Snape.— Hay muchas cosas de tu vida Muggle que deberás ocultar en el mundo Mágico, por tu propia seguridad.

______ lo miró confundida.

—¿Cómo qué cosas?.

Snape desvió su mirada a otra parte intentando evadirla.

—Eso lo hablaremos después, ahora entra a esa tienda, deberás encontrar una lechuza.

______ POV.

Seguí caminándo hasta la tienda que me indicó Snape. Realmente no sé cómo debería llamarlo. Pronto sería mi maestro y debería dirigirme a él como Profesor, pero ¿Fuera de clases? ¿No debería haber confianza en el que dice ser mi Padrino? Considerándo en que me raptó y me trajo al mundo mágico de Harry Potter, claro que debería confiar en él, Pfff, ¡Qué lógico!.

Respecto a eso, mi memoria me fallaba. Mis conocimientos con la historia creada por Rowling no querían aparecer. Realmente leerlo era muy distinto a vivirlo.

Cuando llegamos a la tienda, me quedé parada en la entrada esperándo alguna señal por parte de Severus, a lo que él me incitó a entrar. El ruido de las aves iba a coro, al igual que las plumas que salían fuera de las jaulas.

Caminé torpe entre el pasillo cuando oí que un hombre gritaba desde más adentro del lugar.

—¡Atrapen esa Lechuza!

En ese momento vi por primera vez una varita en verdadera acción. Perseguí al ave corriéndo mientras que lanzaba hechizos, los cuales esquivaba con facilidad. Uno casi llega a mi pero alcancé a agacharme.

Rápidamente me giré para ver al hombre que casi pudo haberme matado en su fallido intendo de cazería de Lechuzas, cuando miles de plumas negras estamparon contra mi cara. Caí al suelo y mis manos intentaban tomar lo que me atacaba.

Había atrapado a la Lechuza. Era negra y poseí unos profundos ojos color lima. Era sumamente preciosa.

Me puse de pie como pude pero el hombre, quién parecía ser el dueño de la tienda, me ayudó a pararme.

—Lamento mucho esto, le haré un descuento en la compra de su Lechuza, le prometo que no todas son así—Habló nervioso quitándome el ave de las manos, pero se lo negué.

—Está bien, no hay problema, de hecho quiero llevar esta—Dije segura.

El me miró extrañado.

—¿E-estás segura?—Yo asentí.

—Creo en que el destino la trajo a mi, aunque casi me dejara sin rostro claro—Dije riéndo.

Al rato llegó Snape, manejándo mi dinero pagó por la lechuza. Estaba conforme con mi compra.

La siguiente parada sería la compra de mi varita.

Estaba nerviosa, claramente sabía que usar una real no se compararía a la varitas de los disfraces de Halloween.

Cuando entramos a Ollivander's Wand, un hombre canoso nos atendió. Al verme, se dirigió a Snape dudoso.

—¿Es ella?—Preguntó.

—Es ella—Respondió mi Padrino. Eso sonaba raro aún.

Fue hasta lo más profundo de la tienda y volvió con una caja larga.

—Tengo por seguro que esta es la tuya.

Y su afirmación fue cierta, pues pude manejarla fácilmente. Me dió miedo, era bastante pesada y apenas el rayo de luz salió de ella di un grito.

Esto de la magia no sería fácil.

Mundo Paralelo || Draco Malfoy y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora