Cambiando el rumbo

Un ataque, ¿a mi propia casa?

Ya nos colábamos en la exposición, permanentemente cerrada, cuando un golpe de espadas se escuchó al fondo del pasillo. Asustados nos acercamos a la sala de conferencias y descubrimos que se batían en batalla, los amigos que habíamos conocido el año pasado frente a lo que parecían los señores de la limpieza. Rudi, Marvel y Rocky se enfrentaban a dos corpulentos guardas, grandes como armarios mientras que Jane y Fa se batían frente al conserje y  la recepcionista mientras que una silueta conocida luchaba a muerte contra el de la limpieza. Era David y parecía estar en apuros. Su espada brillaba metros por detrás de él y tenía la de su oponente cerca de la garganta. Cogimos unas espadas de bronce que se hallaban junto a unas armaduras, supusimos que ese sería nuestro equipo profesional así que... estábamos en nuestro derecho y arremetimos contra el rival. Eran buenos pero no lo suficiente, fui directo a ayudar a David, Jason se dirigió al flanco derecho a ayudar a Rudi, Marvel y Rocky mientras que Angela se dirigió al centro de la habitación para combatir junto a Jane y Fa. Me acerqué sigilosamente a mi rival y le di una estocada a su espada mandándola metros atrás, y desequilibrándole. Se lanzó directo hacia mi, pillándome por sorpresa y cuando su daga se acercaba a mi cuello una flecha le atravesó y se desplomó del susto. Me quedé petrificado y si no fuera por su voz, no me habría movido:
-Así que fuisteis vosotros los elegidos, debieron equivocarse-dijo con sarcasmo
Lo reconocí, era el director Roy y llevaba un arco con un carcaj de flechas hasta arriba colgado a la espalda. Apenas me había girado y ya no estaban los de la limpieza, solo quedaban 3 cuerpos sin alma.
-Veo que os habéis familiarizado con vuestras espadas, anda cojed lo demás del equipaje, nos vamos de aquí ya!-sentenció Fa rápidamente.
Cojimos nuestras cosas y de repente cerraron las puertas con un blindaje. Del suelo salió un gas y salieron tres cápsulas con 3 asientos cada una de este mismo. Nos conté, éramos 10 y había nueve asientos.
-¿Adonde vamos?-pregunté
-A la otra base, en diez minutos esta se auto destruirá, sin causar daño alguno-Me respondió Rocky.
-¿Pero somos 10 y hay 9 asientos?
-Yo me quedo-dijo apenado David-Debo explicar el falto del personal, pero daros prisa, sus refuerzos pronto estarán aquí de nuevo.
-¿Y los cuadros?-terminé.
-Tranquilo, ya viste la sala, es mágica y se mueve con nosotros, no hay problema-dijo Rudy.
Nos metimos los tres amigos y nos propulsamos a la velocidad de la luz hacia un sitio desconocido.
Al llegar nos encontramos en una sala vacía, no había nada, ni iluminación, sacamos nuestros móviles especiales ya que desde hacía unos meses el teléfono móvil ya no existía y solo escuchamos una voz a nuestras espaldas.
-Este será el nuevo cuartel general pero se aplaza la sesión al solsticio de otoño, llevaros vuestro equipo, al salir a la calle se minimizará hasta que se pueda llevar sin problemas, si necesitáis usarlos solo pulsad el botón de rubí que tienen incrustados, así volverán a su tamaño normal.-Sentenció Fa y nos enseñó la salida.
Estábamos en el museo de arte abstracto y no fue difícil llegar a casa, solo un par de manzanas. Llego al portal, la puerta está abierta y el portero dormido, eso era desconsiderado pero le dejo en su sueño reparador. Subo en ascensor y la sorpresa que me llevo es enorme, la puerta abierta, los cajones abiertos y todo desordenado. No había nadie dentro. Entonces reparé en una nota pegada en la puerta:
"Sabemos que lo tienes y sabes dónde se esconden, entréganoslo y suelta la información si quieres volver a ver a tu madre. Calle Benítez 36 el 21 de Octubre a las 3:00 p.m. Nos vemos"
Entonces supe que no eran ladrones y también lo que buscaban.