Dedicación especial al final en las notas :)
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"Entonces Harry acaba de llegar. ¿Qué hizo todo el tiempo después de encontrarnos? - pensé
"Mm, pero y eso a ti qué, es su problema ¿no?" - dijo la linda voz sarcásticamente
"Eso no quita que pueda preocuparme por un...mm amigo" - razoné
"Sí, tssj' claro, amigo; como digas" - habló
-Bah' es su vida, él sabrá lo que hace. Olvídate de eso y concéntrate en tus cosas. Tienes que hablar con tu madre - me susurré
"...solo quise decir que le hagas saber tu pensar hacia esto sin recriminar ni exigir y ella en algún momento decidirá hablar y así ya no habrán presiones y todo estará bien"
"Esas fueron las palabras de Louis y eso es justamente lo que debo hacer, pero ¿cómo se supone que lo haga? No es como si fuera a ir a su cuarto así de la nada y decirle ¡Ey! Madre, disculpa por lo de hace rato, solo quería saber y no te quiero presionar, pero ¿más o menos cuándo podrás hablar de eso?" - me debatí mentalmente
-Tsszj' obvio no, sonsa - dije dándome una palmada en la frente
Le di vueltas al asunto por un par de minutos, pero nada bueno se me ocurría.
No tengo nada en la mente. Nada se me ocurre.
Me siento ¿estresada? Sí, tengo estrés. Tengo tensión acumulada desde hace mucho tiempo. Necesito relajarme. Salir de estas cuatro paredes. Ir a un lugar dónde nadie me conozca, donde nadie me juzgue ni me critique. Un lugar en donde todo sea paz, tranquilidad y hasta diversión y solo hay un sitio, que en momentos como estos, me hace verdaderamente feliz.
Miré el reloj y este marcaba las 9:13 pm.
"Solo serán unos minutos. De verdad lo necesito" - pensé
Caminé hasta mi puerta, la abrí y miré a ver si habían señales de mi madre, pero no, no se veía nadie por ningún lado. Salí y cerré la puerta detrás de mi. Caminé varios metros hasta llegar frente a la puerta del final del pasillo y la abrí.
Sentí un poco de nostalgia al verlo, pero allí estaba, mi piano de cola blanco. Tan reluciente y cuidado a pesar de que hace bastante tiempo que dejé de utilizarlo.
-Veamos como estás bonito - susurré mientras tomaba asiento en la banqueta y con cuidado toqué un par de teclas - Jum, nada mal bonito. Ahora, ¿qué podemos tocar?
"Qué será de mi, amor, si tu te vas solo quedo yo" - sonó en mi cabeza la canción que no me había podido sacar de la mente en los últimos días
-¿Por qué no? Es linda - susurré
"Viniste a despejarte y estar feliz no a deprimirte" - esa fastidiosa voz habló nuevamente. La verdad ya me estaba cansando.
"Me gusta y punto. Además, haré lo que me hace feliz, tocar y...cantar ¿qué importa la letra?" - pensé, deseché cualquier otro pensamiento y me concentré en recordar las notas de la canción para así poder tocarlas en mi piano y recordar la letra para poder cantarla por vez primera.
Respiré profundo, me senté sin malas posturas, estiré mis brazos, moví los dedos de mis manos y aclaré mi garganta. Justo después de eso, la habitación se llenó de las hermosas notas que salían de mi piano para que luego se mezclase mi voz con ellas.
