Uno de los mayores regalos que te da la vida. Ese, sí ese de sentirte querido. Ya no lo tengo lo tiré, fue por mi actitud, fui egoísta, no fui paciente, no demostraba mi amor. Sin darme cuenta aquella persona que me dio la vida, la única que siempre me iba a perdonar. Se cansó de mi, de mi impaciencia, de todo. Hizo todo lo que pudo, pensaba que lo hizo bien, realmente lo hizo.Era mi problema, yo lo pagaba con ella
Ella era la única con la que pagaba mis penas, pensaba que por mas que le hiciese me iba a perdonar, o eso creía. Cuando vi como su silueta se alejaba era como si nunca más la llegase a ver. Sigo esperándola a que vuelva a lo que antes era un hogar. Pasan las horas.
Lloro desconsolada.
Nadie va a venir.
No lo voy a permitir.
Tengo amigos, pero no quería consuelo, este era mi castigo, ver como la persona que siempre me iba a perdonar no iba a volver.
En mi interior alguien gritaba, decía que volvería. Siempre lo haría, pero que no tentase a la suerte, todo llega a su fin.