How to save a life (Camren)

Cap 5

Cuando termine de vendar sus muñecas con una tela suave y un poco de algodón con crema para que no se le infectara las heridas, nos recostamos en mi cama mirando Titanic. Que película extraña... supuestamente sucedió en la realidad pero, si así es, entonces la vida nos demostró como una persona muy pobre, sin nada le puede dar todo a otra persona, muy rica, con solo amarla.
¿Eso salió de ti Camila? Wow me sorprendo cada día. Solté una risa por mis pensamientos torpes y Lauren alzó su mirada.
-Camz, ¿de que te ríes? -dijo media dormida.
-De nada, sólo pensamientos míos -acariciaba su cabello, su negro y muy largo cabello.
Sonó su teléfono y ella enseguida se fijó quien llamaba. Apenas leyó lo dejó sonando hasta que cortaron, y volvieron a llamar otra vez. Hicieron eso por más o menos media hora, Lauren ha de tener unas miles de llamadas en el teléfono. No quise preguntar que sucedía puesto que si no contesta es por algo.
Siento la puerta principal abrirse y enseguida me levanto.
-Ven Lolo, conoce a mis padres, son cool -le sonreí de lado y le tome la mano con cuidado. Bajando las escaleras Lauren queda quieta viendo un cuadro que tenía una foto mía de pequeña.
-¿Eres tú Camz? -Cuando vi a que se refería asentí
-hay más, luego te muestro.
Entrando a La Cocina encuentro a mi madre y mi padre hablando y riendo.

-Mamá, Papá: ella es Lauren, una... -demonios, ¿¡que era Lauren de mi?!- Una amiga.
-Oh, un gusto Lauren... -mi padre le tendió la mano esperando su apellido-
-Jauregui, señor. Lauren Jauregui. -la cara de sorpresa de mi padre me sorprendió.
-Jauregui, ¿así como el guitarrista, Michael Jauregui? -Lauren asintió.
-Mi padre... -dijo muy bajo. Cuando mi madre vio la reacción de Lauren quito a mi padre, Alejandro del camino.
-Un gusto Lauren, ¿te quedas a cenar?
La mire para saber que diría, no habíamos hablado sobre esto.
-Emm... no... digo, si. Digo... no lo sé. -bajo la cabeza y note su tristeza e incomodidad.
-Vamos a mi cuarto y me dices si puedes ¿vale?-ella asintió y nos fuimos de allí, sin antes yo asentirle previamente a mi madre de que se quedaría a comer.