Interludio

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En nombre del sucesor, los caídos, y la conciencia del tiempo

Europa del éste. 1170 del quinto día.

Monologo anti-centinelista.


  Mis hermanos, vosotros sois sangre de mi sangre, hijos de Adán, hijos de Eva, hijos de la creación, hijos de la muerte, de la sangre y del dolor; pero sobre todo, sois hijos de Dios. He aquí, en este día, os presento ante todos, mi plagio de salvación. Llamadlo como queráis, pecado, blasfemia, necedad ¡Excomulgadme si os place! Pero aquí estoy, y aquí estáis.

  Decidme, ¿Acaso soy merecedor de algo más que todos vosotros por postrar mi cuerpo en este altar?, ¿Acaso no escucharéis mis palabras, por ondear mis manos ante la tenue luz, y alzar mi voz a tono de mesías en proclamación?... No. Sé muy bien que lo haréis. ¡Idos pues! id debajo de las faldas de este nuevo Papa de vuestra iglesia entonces, id ahora mismo y profesad la traición de un padre, usad cuya estratagema sea necesaria, corred y alzad vuestros brazos, y lloriquead escandalizados cual tragedia griega representada en los teatros románicos del siglo XIX. ¡Haced lo que queráis! Me es de poca importancia lo que corra de ahora en adelante entre los pasillos del vaticano. Pero si no es así, si estáis aquí realmente con la actitud y moralidad con la que os he llamado, entonces escuchadme.

  Dejad atrás toda lección, estudio y profesionalización con la que esta nueva visión de la iglesia los ha educado. Pues, si mis palabras son tomadas como lo quiero, y si mi mensaje es plasmado como lo deseo y de la manera como espero, entonces ya nada valdrá la pena recordar sobre ello. . .

  Veo que os habéis quedado lelos. No os habéis movido ni un centímetro. Es significado de que mi reproche ha de tomar fuerza en vosotros. No soy un Dios, no me toméis como ello, pues tan solo soy uno de vosotros, un hombre, de carne y hueso, forjado en las llamas de la divinidad, pero mortalizado; tallado en la pala de hierro del cristianismo en sus formas y mandatos, arrastrado bajo el manto purpura de donde cuelgan las viejas bolas de cada papa que nos procede, golpeado, flagelado en la soledad de cuyas oraciones me llevaron al recelo de mis propios pensamientos, arrancado de los lazos familiares de los que provengo; pero sobre todo... Sobre todo usado como arma de la gran mentira.

  ¡Oh vaya! no os habéis escandalizado. O quizás sí, pero os lo tenéis muy bien guardado... Bueno, como sea, ya os he dicho que me es de poco interés vuestros ideales para los que aún seguís el nuevo camino. Centinelas... todos lo sois aún. Yo lo sé. De seguro ya tenéis todo previsto y analizado para correr ante los Facem Dei, y cual polvo de un Demonio muerto echo sombra, echaréis el chisme y tildaréis estas palabras como parte de un monologo del "Satanismo" hasta que la ley divina sea el destino que me espeten dichos señores, títeres de los divinos. Pero, ¿De qué se supone que me tengo que escandalizar por ello? ¿Miedo? No os tengo miedo, creedme, La muerte no me asusta en lo más mínimo, puesto que aún corren algunas tretas de mi lado.

  ¡Ahora aquí estamos! ¡Es este el punto exacto donde mi conciencia anhelaba que os detuvierais a analizar dichas palabras! Callad, pensad, analizad. He de entender que estáis intrigados, lo puedo sentir. Vuestra mente os dice que algo en todo esto va mal, pero vuestra conciencia quiere que sigáis escuchando. Sé lo que es, hermanos míos. Sé muy bien lo que os agita en el interior. No sois los únicos que han pasado por ello, recordad. El primero fue el sucesor, ¡y mirad! Ahora está en otro plano divino. Ya no es aquél hombre mortal, perdido de mente y pensamiento, con presagios teatrales y sueños oscuros... ¡NO! Ahora ha de estar cumpliendo su deber, tanto para vosotros, como para mí, en honor a toda la existencia. Ya llegan amigos míos, ya viene. La caída de la mentira nos espera, y debéis estar preparados. Entonces, es por ello que os he citado aquí, ante mí.

  Muchos han tildado estas profecías como paganas. Historias inventadas de la antigua iglesia. A mí, sobre todos, me han llamado pecaminoso, loco, el padre que deshonra a la iglesia y sus todas costumbres legalizadas por el mismísimo señor, pero... ¿Cómo es que no han tachado mi nombre de aquel libro de los iluminados? De seguro os lo habéis preguntado alguna vez, ¿miento? Decidme, ¿Cómo es que un hombre santo, o mejor dicho, ex – santo, puede aún estar presente y en tinta seca en los sagrados libros vaticanos?. . . lo sé, es un misterio, y casualmente sé que también por ello estáis aquí. De seguro fue difícil acudir, y lo entiendo. De seguro fue frustrante y aterrador, cuando han de descubrir por debajo de sus biblias una carta con olor a muerte, y firmada con el sello de la revolución. El contenido no muy explicito ciertamente, pero satisfactorio. Sus mentes echas un lio, encerradas entre cadenas que pasan ahora entre ráfagas de aires libres y rebeldes; una íntima sensación de placer incitante de pecar. Pero aquí estáis. Y eso significa que no todos queréis vivir siendo ignorantes y con las vendas moradas que la iglesia os ha puesto, significa que la misión centinela no es perfecta, y también significa, que aunque renegáis de la "Absurda profecía pagana" en el fondo creéis en ella. Y por ello, me siento complacido. Entonces, ahora sé que estáis preparados para escuchar el verdadero tono de mi mensaje. Y si algún Centinela se ha infiltrado, entonces que se cubra sus oídos, o que ahora mismo me escuche y entienda que le espera solo dos opciones. Creer o morir.

  ¡Hermanos míos! El mundo que se os ha puesto en frente ha sido cambiado. ¡Alterado y para bien! ¡Por fin! ¡Gloria y honra! La verdad os espera, la mentira caerá, y todos los que crean seréis parte del nuevo tiempo que ha de esperarnos en los confines, y más allá del Gnesgart que vendrá pronto en nuestra era. Ahora, confiad en mí, creed en mí y en el sucesor, creed en los caídos y su rebelión, y sobre todo, creed en el tiempo y su infinita conciencia de la cual, todos hemos sido dotados para la vida y el equilibrio de toda la existencia. Hoy seremos la cruz de media noche, y daremos nueva forma a la iglesia. ¡Una iglesia invertida, una cruz invertida, una lucha invertida!

¡Escuchadme ahora!
¡Adonai! ¡Elohim! ¡El-shaday! ¡Jha!

"Dia de la Anti-Centinalizacion"

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