Cuando yo nací, todo era distinto (Introducción)

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Hola, me llamo Claudia y se puede decir que estoy al borde de la muerte, tumbada en una cama de hospital, con los ojos entrecerrados y sin ganas de hacer nada, excepto soñar. Los médicos se creen que estoy dormida, pero no es así, ojalá, me apetece soñar, sumergirme en un sueño que por una vez en la vida no acabe, sumergirme en un sueño eterno.

La mayoría de la gente teme a la muerte, pero yo no, he vivido mucho. Tengo 299 años, siempre quise llegar a los 300 pues el tres era mi número favorito y el número cero me parece un número fascinante. Dentro de dos días es mi cumpleaños, pero sinceramente, no creo que sobreviva.

Cuando yo nací, todo era distinto, la vida no era como ahora, antes tú no elegías a que te dedicarías de adulto, no como ahora que puedes elegir lo que estudiar y trabajar. Antes, tu don ya había decidido por ti lo que ibas a ser.
De pequeña creía que nunca tendría don y cuando pensaba en ese posible futuro sin don, me estremecía y me ponía a llorar. "Todo el mundo tiene un don" me decía mi madre y efectivamente, aquella sabía mujer llevaba razón, tanto mis hermanos como yo descubrimos nuestro don, aunque yo, mucho más tarde que los demás.

Un sueño profundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora