Caminaba por la avenida 17, el sol se encontraba en su punto más alto. Cinco minutos más tarde y el autobús se irá sin mí; era la tercera vez que me pasaba, camina más rápido decía mi mente, aunque mis pies hacían lo contrario.
— ¡Señorita! —gritaba alguien a mis espaldas. —Se le cayó esto.
Al voltear me encontré con un chico que parecía de mi edad, alto, su piel era morena, su cabello era negro y se encontraba peinado hacia arriba a la perfección. En su mano izquierda sostenía mi bufanda color violeta, según yo, ésta se encontraba amarrada a mi bolso, debió caerse sin que me diera cuenta.
—Gracias... —tomé la bufanda incómodamente. Di una media vuelta dispuesta a continuar mi camino, el chico volvió a hablar.
—Me llamo Sebastian —me detuve en seco y giré de nuevo. Sebastian dio unos pasos hasta quedar de frente conmigo.
—Un gusto Sebastian... mi nombre es Emma —levanté mi mano en forma de saludo y Sebastian sin pensarlo la sostuvo en el aire por más tiempo del que yo hubiera querido.
—Creo que llevas prisa, ya no te quito más tu tiempo — caminó hacia atrás y sin quitarme los ojos de encima levantó su mano para despedirse —Te veré pronto Emma.
El chico giro sobre sus pies y sin más, metió las manos en los bolsillos de su chaqueta y siguió caminando en la dirección de donde yo venía.
Que extraño sujeto.
Amarre con un doble nudo la bufanda a mi bolso y corrí hacia la parada del autobús...
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¿Y si te acompaño?
Lãng mạnEmma es una chica de 25 años que regresa a su ciudad de origen después de haber estudiado la universidad en otro país, a su llegada se da cuenta de que muchas cosas han cambiado, excepto el lugar en el que solía refugiarse durante su niñez, la bibli...
