Epílogo

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—¡Gran Juego! — gritaron algunas chicas al resto del equipo universitario de soccer donde jugaba WooHyun.
—Las chicas te aman, lástima para ellas — dijo su amigo SungYeol.
WooHyun no pudo evitar sonreír mientras negaba con la cabeza.
—Jugaste muy bien Nam, gran partido de despedida... capitán.
—Sí — rió después de palmear la espalda de SungYeol. —Espero que YoungTaek haga un excelente trabajo o seguro vendré a golpearlo.
Ambos chicos rieron mientras caminaban hacia los vestidores.
Haber entrado a la universidad para perseguir sus sueños de ser un futbolista profesional había sido la mejor decisión que había tomado Nam WooHyun después de aquel recuerdo, cuatro años después se hallaba en los últimos días de su carrera universitaria...
Ciencias del deporte,  incluso llegó a amar más esa carrera que al mismo SungKyu (o eso trataba de hacerse creer) de aquel que solo conservaba una fotografía y muchos recuerdos felices, después de todo y antes de su confesión él era su mejor amigo.
La graduación estaba a tan solo unos días, SungYeol sería el orador de la generación y WooHyun le ayudaba con eso, aunque era bastante difícil, Yeollie (como solo él tenía permitido llamarle)  era muy complicado, nada era de su gusto y bueno WooHyun no era muy bueno para expresarse.
—No me convence Nam... — alargó el menor.
WooHyun rodó los ojos y abrió su casillero sacando una de sus carpetas e intercambiando libros para los deberes de matemáticas.
—Tengo el discurso de la preparatoria, yo fui el orador, de mi grado... Si quieres léelo y adáptalo, lo escribió un amigo...y...
—¿El que escribió Kim SungKyu? —interrumpió Yeol.
WooHyun solo asintió...
—¿Por ese motivo lo guardas? —Tiene un gran valor SungYeol, claro que tu no lo entenderás...
—Diablos WooHyun ¡han pasado cuatro años y aún no lo superas! — el alto gritó llamando la atención de los estudiantes del pasillo, ganándose un golpe en la nuca proporcionado por WooHyun.
—Joven Nam — llamó un profesor a WooHyun antes de que reclamara algo salvando de una golpiza al alto... Y antes de hacer cualquier cosa SungYeol huyó del lugar.
—¿Sí?
—Lo llama el director...
Unos cuantos pasos y WooHyun había llegado a la silla enfrente de la madera fina del director...
Tamborileaba los dedos en la codera de cuero mientras lo esperaba.

—Nam... Woo...Hyun...
Oyó una voz conocida a sus espaldas sintiendo un escalofrío por toda su columna, como si una voz espectral lo llamara.
—¿KiBum? — preguntó el castaño mientras sus ojos permanecían abiertos más de lo habitual.
—¿me extrañaste?
El contrario y aún rubio se sentó frente a él... —Sabes, yo sí te extrañe...parecía mujer llorando por los rincones, lleve la escuela bien pero sentí que algo me faltaba... Mi conciencia, tal vez, y bueno tuve que vivir con la loca idea de que me correspondieras algún día.
—Y-yo Key... no...
—Ay ya sé, hace un par de años que lo entendí.
Una linda sonrisa burlona se formó en Key, su mirada había cambiado...WooHyun percibió parsimonia en su hablar...estaba demasiado relajado, su voz era tan natural y tranquila que entró en pánico por un momento.
—WooHyun, vamos a la cafetería de siempre ¿sí?
Nam podría jurar que era casi irreal, el Key de hace cuatro años hubiera buscado la manera de besarlo, acorralarlo, reclamarle, algo, simplemente algo que lo hiciera estar cerca de él... Pero en esa oficina ya no había nada de los chicos del pasado... Sólo recuerdos.
—Está bien, mis clases terminaron... ¿sólo iremos a tomar café, cierto?
Key rió divertido por unos segundos y asintió, por algún extraño motivo sintió que Ki no mentía.
Un texto salió de su bandeja para SungYeol, tendría que llegar sólo al dormitorio.

Key desactivó la alarma de su auto sorprendiendo a WooHyun...
—...¿qué?... ¿esto?...regalo de graduación.
WooHyun levantó una ceja.
—...en realidad es de mi mamá pero me lo presta en ocasiones. Vamos sube y deja de mirarme así...

WooHyun le obedeció pero aún con muchas dudas en la cabeza...
¿qué había pasado con el Kim KiBum del colegio? ¿algún golpe en su cerebro? ¿había madurado? ¿alguien había poseído a KiBum?
Esta última pregunta hizo que WooHyun riera por lo bajo pero audible para Key...
Los labios del rubio se curvaron en una linda sonrisa, pero no se atrevió a decir nada, ya lo esperaba, en esos años de "amistad" que llevaron aprendió a conocerlo bien, sabía que para este momento había más preguntas en su cabeza que arena en las playas de Busan intentando buscar respuestas lógicas...
Sin embargo se alegró de ver que WooHyun seguía siendo WooHyun, el chico del que se había enamorado, aunque ya no lo estuviera (aprendió su lección). Seguía siendo el Nam WooHyun que le ponía diversión a las cosas, él y SungKyu batallaban bastante para calmar y controlar su imaginación... Y al parecer el ser un universitario casi titulado no había arruinado su carisma...
Volvió su atención al frente dando un último vistazo al rostro de Nam...
Aparco cerca de la cafetería y le indicó a WooHyun que bajara, aunque al principio no quiso hacerlo, ¿cómo es que había sido tan tonto para no recordar que la cafetería de siempre no era otra más que la de Jang?... Jjukumi.
—Anda, vamos.
Fue la voz de Jun y de su hermano quien lo sacó de sus cuestionamientos internos.
—¡WooHyun! — gritó el menor de los Jang, ahora era un chico de dieciséis años con un parecido espectacular a DongWoo, era su mini versión...
—Pasa, mi hermano te espera...
WooHyun se introdujo al recinto, notó algunos cambios pero no iban más allá de una mano de pintura verde con blanco algunos relieves detallados y ahora una nueva sección de música en una de las esquinas del lugar, había cuadros nuevos y una foto más reciente de la familia Jang junto con las anteriores, en una de ellas WooHyun y SungKyu salieron como "invitados" en esa sesión ya que nunca salían del lugar... Otra donde DongWoo estaba en medio de su hermano menor y Kim MyungSoo, el pequeño Jang salía en una foto con SungKyu... Se acercó a esta admirando un tono rojizo en el cabello de su amigo y el cuerpo más torneado... Ese perfil era el bueno, amaba todo de él pero a la hora de posar el perfil izquierdo era el que ponía SungKyu, casi sin percatarse deslizó la yema de su índice y medio por el contorno de este... Su sonrisa estuvo a medias pero su corazón se había agitado desde que la vió a lo lejos... El pequeño Jang pasó a segundo plano, la imaginación de WooHyun quitó el inocente rostro de Jun y posicionó el suyo como si de un editor se tratara... Imaginaba esa sonrisa...provocada por él...
—¿Aún lo amas?
Oyó a Key a su lado, no se había percatado de eso.
—No. Sí. No — profirió tratando de auto convencerse más que de responderle a Key.
—¿Aún lo amas?
Volvió a preguntar Key ignorando las respuestas anteriores... —Se sincero contigo mismo... No te mientas, aclara si es un Sí o un No... Pero no me convenzas o me mientas a mi... ¿Aún lo amas? ¿Te sigue gustando Kim SungKyu?
Los pasos de otra persona se mantenían sigilosos en espera de una respuesta... Una que le estaba costando decir al interrogado...
—Sí.
Y suspiro con pesadez. —Todos estos años traté de olvidarlo como algo más quedándome con su recuerdo, con nuestra infancia, nuestros juegos de niños... Y todo aquello que vivimos, no sé sí yo tuve la culpa al arruinar nuestra amistad con mi confesión, me sentía tan celoso de ti que me importó poco, no pensé en él  en que tal vez nunca me correspondería, en que tal vez en esa fiesta lo presione, porque sabía del interés hacia ti...
—El cual provocó una confusión y bueno...todo — interrumpió Key.
—Exacto, pero ahora tengo que obligarme a olvidarlo otra vez... Ni siquiera sé dónde está ahora...
La última frase se entre cortó por un suspiro. Key pasó un brazo por encima de sus hombros tratando de reconfortarlo.
—Y... ¿no quieres saber que piensa SungKyu de esto?
—¿No escuchaste?... No sé dónde está...
—Bueno sí, pero ¿no quieres saber? — insistió.
—Sí, me gustaría decirle a SungKyu que no lo he olvidado y que aún lo amo... Pero...
—Me debes una, cara de rata...
WooHyun miró a Key extrañado...

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