Matilda iba manejando, lo único positivo de aquel viaje, era que a ella le tocaba manejar, la emoción por la velocidad, la sensación de la cabellera al viento y por unas horas solo disfrutar del paisaje y oír su música favorita, para ella eso no tenía precio, sin embargo todo panorama fue destruido por los simples comentarios de su abuela.
-Vas muy rápido, nos podemos matar- dijo la abuela- mirando la ventana.
-Voy a la velocidad máxima permitida, no te preocupes Abue, se cómo manejar, por algo me dieron la licencia ¿no?- respondió ella.
- ¿Qué clase de música escuchan los jóvenes de ahora? ¿Qué es esto?- se quejaba la anciana.
- Es Coldplay, y no tiene nada de malo, nadie critica tus gustos abuelita- respondió Matilda algo más enojada.
- No entiendo a la juventud de ahora, yo en mis tiempos, a tu edad ya estaba comprometida ¿y tú? Yo sabía que esa relación con el nieto de Victoria no iba a funcionar. Supongo que tuvo buen ojo en dejarte. Era un chiquillo tan buen mozo con esos ojos azules, esos modales de todo un caballero y tan amoroso que era. ¿Cómo se llamaba?- preguntó.
-Matías, te está afectando el Alzheimer- dijo en tono irónico- dices tantas cosas de él y ¿no recuerdas su nombre?- agregó acidamente- que curioso... lo que creo que recuerdas lo atento y considerado que era al darte regalos ¿no?
-¡Matilda Vacchio!- gritó la abuela- ¿Quién eres? ¡te desconozco! ¡Tú no eras así, tú eras mi niñita! ¿Quién te cambió tanto? Ahora tú no eres una mujer de casa, ¡tú eres una libertina!- lloriequeó- ¡Oh Dios mi única nieta!
En ese instante la chica frenó en seco, sus manos apretando fuertemente el volante y sus nudillos poco a poco tornándose de un tono blanco de tanta fuerza ejercida.
- ¿Qué diablos pasa por tu cabeza?, ¡casi nos matas!, le dije a tu madre que eras muy joven para manejar este tanque! Pero ella siempre abogando por ti, que eres una buena niña, que hay que confiar en ti. – dijo desahogándose la pobre abuela- Yo lo único que quería era pasar unos lindos días en la playa, relajada y ella me envía ¡con una psicópata y libertina!- comenzaron a descender lágrimas por su arrugado rostro- ¡Matilda Dios!... ¿Qué ha pasado contigo?
-¡Cállate! Me tienes harta- gritó Matilda explotando- no quería venir a este estúpido viaje, mi mamá me obligó, pero no por eso aguantaré que me trates de esa manera- suspiró y masajeó sus sienes- no quiero discutir, nos vamos a tolerar ¿ok?, ya que son mis últimas vacaciones antes del gran cambio, quiero que sean tranquilas- volvió a suspirar expulsando el aire contenido fuertemente- Podemos no hablar más de Matías, ni de mi supuesto libertinaje?- pidió.
-Si, mi niña, lo siento, no debí gritarte ni criticarte, - puso cara de arrepentimiento- pero nunca entendí por qué esa relación acabó, no quieres contármelo y ¿acabar con el tema? – Preguntó la abuela con cara intriga- sabes que cuentas conmigo.- agregó.
-Déjame que lo dude después de tu arrebato, pero si, quiero acabar con el tema de Matías de una vez y para siempre así que te lo contaré, con tal que me dejes tranquila, lo haré- comenzó a manejar de nuevo- con Matías nos íbamos a casar, y terminamos por que yo cambié los planes- soltó de sopetón.
¿Qué?- dijo la mujer- ¿cuándo se comprometieron?
Matilda suspiró- Todo comenzó…
*Flash Back
-Te amo con mi vida gracias por estos dos años maravillosos- dijo el besando suavemente sus labios- no quiero separarme nunca de ti Matilda Vacchio.
- Mi amor, nos separaremos cuando yo vaya a la Universidad y te esperaré allá, estudiaremos juntos, viviremos juntos y seremos felices- contestó ella abrazándolo.
- Mati- la miró a los ojos- no se como resistiré un año contigo lejos, sé que nos podremos ver los fin de semanas, sé que no es tan lejos, pero el no verte todos los días, el no poder besarte, mirarte y decirte frente a frente todo lo que siento me tiene mal, y te amo, eres la mujer mas importante de mi vida- sacó una cajetilla de cigarros desde su chaqueta- ¿amor? ¿Te acuerdas cuando comenzó nuestra historia?
-Mi vida, ¡claro que sí!- dijo ella sonriendo- aun recuerdo que quería cigarrillos y nadie tenía, y tu amablemente sin conocerme y sin saber quien era me fuiste a comprar, esa noche me dijiste que yo me enamoraría de ti, y aquí estamos enamoré de ti. – lo besó.
-Amor- interrupió el beso nervioso- abre esta cajetilla- se la entregó,Matilda lentamente abrió la cajetilla y quedo helada frente al anillo sencillo de oro blanco que había dentro
- ¿Qué es esto?- logro decir.
-Matilda, quiero estar siempre contigo, ser solo tuyo y tu mía, ¿te quieres casar conmigo?.
*Fin flash back.
-Nadie lo sabía- continuó contando ella- éramos felices, un amor adolescente que pensamos que perduraría con el tiempo, que nos haríamos viejitos juntos, que haríamos competencias en sillas de ruedas, veríamos a nuestros nietos crecer, tener maravillosos hijos, con sus ojos azules y mi personalidad extrovertida,- unas lágrimas corrían por sus mejillas- viviríamos en el campo, yo sería una maravillosa enfermera y el estaría en la cabeza de la empresa familiar, tendríamos tres perros y un patio trasero precioso y enorme con un quincho y una gran piscina para recibir a los amigos.- suspiro- tantos planes abuela.
-Mati mía- dijo la abuela algo avergonzada- aún no logro entender ¿porque se terminó si todo marchaba tan bien?
*Flash back
Nos encontrábamos en la casa de Matías, en el patio alrededor de la piscina, pensando en como íbamos a dar la noticia de nuestro compromiso.
-Mati, amor- dijo él- estas muy callada, ¿que ocurre?
-Perdóname- ella rompió en llanto- de verdad no lo quería hacer, pero es lo mejor, lo hice por los dos- empezó a caminar de un lado a otro- yo no quería pero pensé que era lo mejor, y quizás sea un error, pero lo siento y yo te quiero, pero ya esta hecho.
-Matilda- llamó seriamente- ¿me engañaste?- preguntó con curiosidad, ella tan sólo negó con la cabeza y el logró soltar el aire retenido- entonces explícame que sucede por que no entiendo nada- la abrazó y continuó diciendo- no creo que haya sido algo tan malo, amor cuéntame.
-Yo, este… -balbuceo ella- este… yo… - tragó en seco- Matías a última hora me ofrecieron una beca completa en otra universidad, más cerca de acá- mientras ella hablaba a él se le desfiguraba el rostro, pasando de un estado atónito, a uno incomprensivo- amor, me cambié de universidad, no iremos a la misma, no estaremos en la misma ciudad, no viviremos juntos – el tan solo la miró con esos ojos azules, que se encontraban dentro de un mar de lágrimas, se dio vuelta y se fue- Matías queda mas cerca, estaremos a menos distancia… - susurró- amor…lo hice por nosotros.
*Fin Flash Back
Pasaron los días y me llego una carta. Eran pocas líneas pero expresaban todo lo que su autor sentía y lo que iba a dejar de sentir por mí.
Matilda:
Dos años y medio y siento que te desconozco, en lo único que creía era en nosotros, y tú lo cambiaste, tú hiciste trizas todo, los planes, las ganas, las ideas y lo peor de todo, me hiciste trizas a mí, te tenía una sorpresa, iba a terminar la escuela a la misma ciudad que te ibas tú y quería que nos casáramos este verano, pero cambiaste todo y yo cambié todo por ti.
Me voy de la ciudad, a donde se suponía que teníamos un futuro. No quiero saber nunca más de ti, y sí, tal vez soy extremista, pero no me quedaré a ver como el mundo que pensamos que sería se desmorona. Te amo, quizás algún día deje de hacerlo, por ahora duele y es mejor estar lejos de ti. Adiós ilusión, adiós mi vida, adiós mi amor. Siempre tuyo.
Matías.
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Mi Eterno Amor de Verano (Editado)
Romance¿Quién dice que los amores de veranos, no pueden ser para siempre? Matilda Vacchio, comete un error el cual la hace pensar que ha perdido el amor de su vida para siempre, sin embargo, sin llegar a sospechar, sus últimas vacaciones antes de entrar a...