La fogata y el beso

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-Se demoran- decía ansioso Ignacio- se tardan mucho, creo que le hizo algo, deben haber discutido… ¡Ah! Thomas….creo… 

-Que ahí vienen- interrumpió Thomas mirando en dirección a los recién llegados- del brazo, y con dos chicas- dijo sorprendido levantando sus cejas- eso no me lo esperaba.

-Yo tampoco, pero ¿Sabes que no me esperaba?- interrogó Nacho mirándolo directamente- que estés tan calmado, sabiendo que has lanzado a la chica que te gusta a la boca del lobo, o ¿me lo vas a negar?

 -¿Qué?- respondió Él nervioso- ¿Quién ha dicho que a mí me gusta Matilda? – le preguntó secamente- No la conozco, no me interesa, además mira como viene riendo con Joaquín, ella jamás se fijaría en mí.- se excusó

 -Jajajajaja- rió fuertemente su amigo- perdona que me ría “man” pero ¿andas en tus días?- volvió a carcajearse, mientras veía la cara de confundido de su amigo- ¿Dónde quedó el Thomas que yo  conozco?, Joaco es solo un pendejo de una noche al lado tuyo, anímate, habla con ella, si a ella no le gustas, por lo menos lo intentaste.- aconsejó.

 -Tienes razón- dijo Thomas-  quien sabe, después de todo tenemos  algo claro – suspiró- que ella tiene un carácter, uff...  es distinta a otras- ambos chicos rieron- ¿Cómo te diste cuenta?- preguntó.

-Soy tu amigo, me doy cuenta de pequeños detalles y vi como la miraste- señaló y le sonrió ampliamente.En ese instante llego Joaco con Matilda quien se reía fuertemente por alguna estupidez dicha por el chico y dos guapas amigas.

 -Hola- saludó Matilda alegremente, acercándose a ambos chicos y besándolos en la mejilla- Gracias por la invitación- expresó la chica con una sonrisa- me tome la libertad de invitar a mis recientes sorpresas llegadas desde la ciudad, mis amigas-indicó- Nicko- y la chica saludó con la mano – y Maryorie.

 -Hola – saludó esta última- prefiero eso sí que me llamen Mey- añadió.

 -Hola chicas – saludaron a coro Thomas e Ignacio.

-Yo soy Thomas – se presentó el chico- y él – apuntó a Nacho- Ignacio.

 -Bueno, no quiero ser un mal anfitrión así que, Mey, Nicko las invito a ponerse cómodas y en primera fila para ver la bella puesta de sol- agregó Ignacio -  para luego dar inicio a la fogata.

 -¡Si vamos!- gritó Mey contenta como una niña pequeña- Nicko! ¡Apresúrate!

 -Vamos Joaquín, no seas mal anfitrión, vamos con las chicas- ordenó Nacho- y sin peros, vamos- mientras dirigía una mirada fugaz a Thomas y a Matilda, para que su amigo comprendiera la situación.

 -Ahh! Ya comprendo todo- dijo Joacoy movió sus cejas de modo picarón- Matilda, te dejo en buenas manos- lanzó una mira cómplice a Thomas, quién poco a poco se sonrojaba, y salió corriendo a molestar a las otras chicas.

-Bueno, parece que somos tu y yo ¿caminamos por la orilla de playa?- invitó ella rompiendo el silencio, Thomas sonrió y asintió, comenzaron a caminar, mientras veían, que sus amigos y otras personas ahí reunidas se reían por el escándalo que hacia Joaco al intentar atrapar a Nicko, quién le había lanzado arena - creo que te debo una disculpa a ti también- interrumpió de pronto Matilda.

 -¿Cómo? No entiendo- respondió Thomas algo confundido.

 -Que te debo una disculpa- repitió, lo miró a los ojos- sé que fuiste tú quien salvó a Totto de las garras de Joaquín,- sonrió- muchas gracias, ¿tienes algún poder especial?- el chico la miró extrañado y ella se rió y continuó- no pienses que me burlo de ti, la pregunta la hago más bien porque como manejas “bestias”.

Mi Eterno Amor de Verano (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora