Caos y Disculpas

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Después de una interesante tarde de sol, aire puro y juegos a orilla de playa, las chicas se encontraban algo más alborotadas de lo normal. Se habían puesto al día con los últimos cotilleos y la noche se acercaba a pasos agigantados.

-¡No sé que ponerme!- gritó como por octava vez Matilda– ¡todo me queda mal!

-¿Crisis de ropa?- preguntó la abuela apareciendo por la puerta.

-Sí – dijo Nicko hojeando una revista despreocupadamente -  ya no se como hacerla entrar en razón, debe ir cómoda, es una fogata en la playa, no una cena romántica en un restaurant de 5 estrellas- agregó.

-Una cosa es que sé que debo ir cómoda y a gusto con lo que usaré, otra muy distinta es que jamás he tenido una cita en una fogata y no sé que usar -  señaló molesta la chica, lanzando todo fuera de su maleta.

- Sabes- intervino Mey- no muy a menudo digo cosas profundas y constantemente Nicko me dice que no tengo filtro, pero ¿Sabes algo amiga?- puso tono de voz interesante y miró directamente a su amiga con sus ojos azules-  eres una persona maravillosa y hasta con un saco de papas puesto impresionarías a ese chico, el físico atrae, pero la personalidad enamora – y siguió secando su cabellos negros despreocupadamente y agregó-  parte por lo más básico.

-Creo que ya tienen todo bajo control- dijo la abuela con una sonrisa en la cara- bueno chicas, me marcho, mi lectura y mi tejido esperan por mí. -Y se fue.

-Bueno, hay que reconocer que Mey tiene razón- apoyó Nicko- Mati si te invitó es por algo además- tomó un montón de ropa esparcida en el suelo- tienes mucha ropa, y yo te elegiré un lindo conjunto para hoy- sonrió- relájate.

-¡Mati! ¿no estás nerviosa? Es tu primera cita después de Matías- preguntó Mey ahora haciéndose ondulaciones en su pelo.

-Bien poco te duró la cordura- gritó Nicko- ¡Filtro Mey! Filtro!- Matilda se rió.

-Chicas, lo de Matías lo debo superar y no hablarlo, es peor, así que dejen eso de la “filtración”, mientras antes me acostumbre a la realidad, mejor así- suspiró- y respondiéndote querida amiga, la verdad es que sí- confesó la aludida- es como extraño, presiento que algo va a pasar, pero es como raro, siento como que pasará algo, pero no se si será bueno o malo.

- ¡Ay! Amiga, soy de la creencia de que las cosas funcionan como uno quieren, por ejemplo, si yo quiero que me vaya bien, es una cosa de yo querer que me vaya bien y que me resulten las cosas –dijo Nicko con su tono seguro- por eso soy tan relajada, y mi positivismo hace que todo resulte bien.

-Tienes razón- dijo Mati- ¿qué cosa mala podría pasar hoy?

 Por otra parte en la casa de los chicos las cosas no eran muy distintas -Ignacio, tenemos que conversar- dijo Joaquín.

-Por ahora no tengo nada más que decirte que estoy cansado de pendejadas – contestó el chico mirándolo severamente y volviendo a posar sus ojos en el televisor.

-“Man”, cuéntale lo que hablamos durante la tarde- alentó Thomas mientras hacia check-in en su Facebook – vamos, somos amigos, que va, no creo que te cueste tanto- señaló- ¡hazlo! o te publico que eres gay en tu muro – amenazó serio.

Joaquín suspiró- Bueno, después de hablarlo con el padre de la madurez, aquí presente- miró a Thomas- y luego de una meditación exhaustiva, llegué a la conclusión que… soy un pendejo malcriado y mujeriego- dijo eso último en un susurro.

-¿Qué? – preguntó Ignacio-  no escuché nada-  conteniendo la risa-¡habla más claro hombre!

-Yo tampoco oí nada- se incluyó Thomas riendo por lo bajo, agregando- si no dices todo cumpliré mi amenaza, es cosa que apreté la tecla  enter.- mientras le mostraba el perfil de Facebook de Joaco en pantalla.

Mi Eterno Amor de Verano (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora