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-¡Hey! Volví, ¿Me extrañaste?.

-¿Crees que perderé mi valioso tiempo en estar pensando si la chica fastidiosa vendrá al parque de nuevo?.

Destiny se queda callada durante algunos segundos, tratando de hayar alguna respuesta ingeniosa, y fallando en el intento se dispone a pronunciar las siguientes palabras.

-... Sé que me extrañaste, no tengas vergüenza en decírmelo. Amigo, soy un libro abierto.

La chica sonrió y el guapo muchacho frunció el ceño, preguntándose internamente qué había hecho mal para que tal extraña mujer lo estuviera acosando.

-¡Que no te extrañ...!

-Shh. Calla, bonito. No hace falta que me des alguna explicación. Sé cuando mueren por mí.

-Mmxjdlklskslsk... ¡Msmsmm!

-¿Qué? No te entiendo.

-Mrjskslmsssw...

-Oh, lo siento. - la chica sacó su mano de la boca del vendedor y prosiguió. -Ahora sí.

-Casi me dejaste sin aire.

-Ups...

-Ya, ¿Comprarás un globo, o sólo viniste para amargarme el día?

-Inicialmente vine para ALEGRARTE el día. Pero... ¿Ya qué?. Quiero un globo.

-Aquí tienes.

-¡No! Este es rosa y yo quiero uno celeste.

-Perdona Mss. Berrinches. No importa el color en alguien "grande" como . Es un globo igual.

-Para mí no. Quiero uno celeste para así tener un recuerdo tuyo. El globo del color de tus ojos.

-Ten y deja de decir cursilerías.

-Nos vemos, chico de los globos. No me extrañes mucho.

-No lo haré.

-Aww... Siempre te haces del rogar. Me voy. Hasta mañana, bonito.

-Vete.

-Grosero... Arg.



El chico de los globos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora