(...)
-¿Y? ¿Para que querías que viniera?-. Me pregunto Matteo llegando.
-Quiero hablar con voz, es muy importante...-. Le conteste.
-¿Y que hace este idiota aquí?-. Me pregunto, refiriéndose a Simon.
-Pues... el está aquí, porque me e-esta cuidando-. Conteste nerviosa.
-Ajá, bueno apúrate que no tengo tu tiempo-. Me dijo enojado.
-Si... Emm chicos ¿nos pueden dejar solos?-.
-¿Segura que te quieres quedar aquí sola?-. Me pregunto Simon.
-Si... por favor-. Le dije para que se fuera.
Todos salieron de la habitación y me quede sola con Matteo, así que comenzamos a hablar...
-Te pedí que vinieras, porque ya no quiero que nuestra relación siga...-. Le dije.
-Para irte con ese idiota ¿verdad?-. Me dijo enojado.
-¡haber Matteo! Entendé que voz y yo, ya no podemos seguir juntos; voz siempre me lastimas y me hacés sentir menos, y eso no me gusta ¿dale? Así que hasta acá llego esta relación-. Dije segura.
-¡Vamos! Voz no me podes dejar! Si te encantan mis besos-. Me dijo y me comenzó a besar.
Narra Simon:
Cuando estaba afuera esperando a que Ámbar, terminara de hablar con ese idiota; me di cuenta de que había olvidado mi celular, entonces regrese por el; pero cuando estaba apunto de abrir la puerta... Vi a Matteo y Ámbar besándose.... me rompió el corazón ver eso y me decepciono muchísimo Ámbar... No entre a la habitación y solo me quede allí....
(...)
Narra Ámbar:
Me tomo por sorpresa que Matteo me besara, agh! Es un estupido; así que rápidamente me separe...
-¿Que haces? Déjame! Esto se terminó!-. Le conteste enojada.
-Sos una estupida, no sé ni porque me fijé en ti...-. Me contesto y se marcho.
Me dolió tanto el que Matteo me dijera eso; así que me tire en mi cama y comencé a llorar... Hasta que Simon entró a la habitación...
-¿Ámbar? ¿Que tienes?-. Me preguntó.
-Nada, nada-. Conteste sin despegar mi cara de la almohada.
-¿Como que "nada"? ¡Ven!-. Me volteo, haciendo que nuestras narices quedarán frente a frente.
-Es Matteo...-. Le conteste
-¿Matteo? Pero... ¿no tú y el ya estaban súper bien?-. Me pregunto, confundido.
-¿Que? Nooo! ¿Que decís?-.
-Si, los vi besándose; así que supuse que ya estaban súperrrr bien...-.
-No, no! El me beso, y me separe pero cuando se fue me dijo que era una estupida y que no sabía cómo se pudo haber fijado en mi...-. Llore.
-¿Queee? Es un IDIOTA! Pero te juro que si me lo hubiese encontrado; le habría partido la cara!-. Me dijo celoso (?.
-Ya pasó... ya no tiene sentido...-. Los ojos se me cristalizaron.
-No llores hermosa, ningún idiota, merece tus lágrimas-. Me dijo y miro a los ojos.
Admito que en ese momento yo ya estaba completamente enamorada de Simon, el es tan diferente... así que me sonroje mucho...
-Gracias Simon; sos muy lindo...-.
-Todo lo hago para que tú seas feliz...-.
-Simon...-. Le dije y acaricie su rostro.
-Ámbar.... Te amo-. Me dijo interrumpiéndome.
-Yo-yo también-. Le conteste y me acerqué más a el.
De pronto, nuestras narices chocaron y podía sentir su respiración muy cerca de la mía; Simon se me acercó más hasta que nuestros labios se rozaron y.... Nos besamos....
Narra Simon:
La bese! ¡LA BESÉ! Estoy demasiado feliz y asombrado; jamás creí que Ámbar sintiera lo mismo por mí.... Ahora si o si, nos haríamos novios... Haré de todo por conquistarla...
(...)
-Días después...-
Narra Ámbar:
Ya salí del hospital, y... en estos últimos días eh estado muy cerca de Simon... Tanto que hoy será nuestra primera cita!...
-En, el blake-
-¡OMG! Hoy es el gran día amiga-. Me dijo Luna, demasiado emocionada.
-Sisisisi! Me ayudaran a elegir mi ropa ¿no?-. Les pregunté.
-Obvio que si! Para eso estamos las amigas!-. Respondió Nina.
-No quiero arruinar el momento pero... ¿ya nadie sabe algo de Matteo?-. Pregunto Luna... Arruinando el momento.
-No-no yo no... desde que lo dieron de baja en la escuela... Yo no sé nada de el...-. Respondí.
(...)
Ya era la hora de salida y estaba demasiado feliz! Me encontré a Simon en la puerta de la escuela y comenzamos a hablar...
-Hola ¿cómo estás?-. Me pregunto Simon.
-¡Hola! Súper bien ¿y tu?-.
-Igual... Y... ¿lista para al rato?-.
-¡Siii! ¿Y tu?-. Conteste demasiado emocionada.
-Igual... entonces al rato pasó por ti ¡bye!-. Me dijo despidiéndose
-¡Si! ¡Chao!-.
-¡Bye!-. Dijo y beso mi mejilla.
(...)
-En, la cita-