Capítulo 1.

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Una vela era lo único que iluminaba mi libro. El sonido de la tormenta eléctrica y las olas entraban en mís oídos y yo solo sentía una sensación extraña ;como si me hubiera transportado a una época antigua, donde la electricidad siquiera existía y una joven dama se encontraba haciendo su rutina nocturna.

Mis esfuerzos sobrehumanos por mantener la calma y concentración estaban decayendo considerablemente rápido, debido al constante movimiento brusco del barco pesquero de papá, ese que le llevaba la contra a la monstruosa tormenta. Según él, esto era muy común en el trabajo y no debía preocuparme, me ordenó que fuera a mi habitación y que me mantuviera tranquila y relajada ya que solo estábamos pasando por una pequeña tormenta "Totalmente normal" o eso es lo que él dijo.

Si, claro. Ni una ignorante como yo lo cree.

Un repentino trueno suena en el cielo y la habitación de madera se ilumina con una luz blanca proyectando sombras de cada objeto, haciendo que dé un pequeño grito ahogado y me acurruque entre las frazadas de mi cama.Papá me había advertido que la travesía en el mar podría asustarme, y yo muy orgullosa le había respondido que no le temería a tal cosa,que tenía el valor suficiente para enfrentar a una tormenta en alta mar.

Es un buen momento para tragarme mi orgullo.

La tormenta nos había tomado por sorpresa, minutos antes de que se desatara, había estado hablando con papá tranquilamente en la proa del barco, el sol recién se estaba poniendo y no había ni un sola nube en el cielo claro. Y repentinamente, nos encontramos debajo de una nube oscura "cumulonimbos",según recuerdo. Parecía como si una fuerza misteriosa estuviera dispuesta a convertir el viaje en una odisea.

En la cubierta se empezaron a escuchar gritos desesperados, y esa fue la gota que colmó el vaso. Apagué la vela de un soplido, tomé una bata y subí la escalera con dificultad cayendo escalón por medio.

No había estado equivocada.

La cubierta era un caos. La tripulación gritaba cosas que no conseguía terminar de entender y corrían de un lado hacia el otro, las olas se cernían sobre el barco imponentes y amenazantes haciéndonos ver como una pequeña partícula de polvo, la lluvia fría pegaba tan fuerte que se sentía como chicotazos sobre la piel, el diluvio hacia que se me dificultara respirar y me ahogara y mi cabello mojado caía sobre mi cara cagándome casi por completo.

Corrí hacia la aleta estribor del barco y me aferré a la barandilla, busqué con la vista a papá pero no lo encontré.

-¡ Niña!- gritó uno de los oficiales de cubierta en cuanto me vio- Ve a un lugar seguro ¡Corre a tu camarote! Esto en muy peligroso para ti.

Pero no llegué a responder.El barco sufrió una agitación, y yo caí por la barandilla al agua.

Y lo que pareció ser el fin fue solo el principio.

Donde me vi destinada- mejor dicho- obligada a descubrir:

"Lo que ocultan las olas"

...

Espero que sea de tu agrado, y si es así, me encantaría y estaría muy agradecida de que comentaras y votaras por la historia.

No te vayas sin leer el próximo capitulo, seguro que te va a gustar...

M.C.G




Lo que ocultan las olasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora