Ghosts in my heart.

Capítulo 2.

Jimin pov.

Ayer fue mi primer día en una nueva universidad.

En una nueva ciudad.

En una nueva vida.

Nací en la ciudad de Seongnam, en una buena familia, con una economía estable, no puedo quejarme realmente de mi niñez.

Mi adolecencia... Bueno, esa etapa de mi vida fue por la cuál salí de Seongnam.

Me enamoré a los 17 años, ah, y claro, mi pesadilla inició a los 17 años.

Maldigo totalmente el momento en que lo conocí.

Maldito sea el día en que se lo dije.

"Estoy... Enamorado de ti. Jodidamente enamorado de ti.
Todo el tiempo pienso en cómo viví antes sin ti.
Sin el brillo que hay en tus ojos, de lo hermoso que se siente cuando me rodeas con tus brazos... Y en éste momento estoy tan asustado.
Pero realmente quiero que sepas esto.
Haría lo que sea, con tal de ver tu sonrisa.
Prometo ser el mejor chico para ti, prometo ser todo lo que necesites.

Hay muchas cosas que quiero decirte... Pero ahora... Yo... Quisiera saber... Si tengo alguna oportunidad..."

Sí, toda esa basura salió de mi boca.

Dejé mi maldito corazón en esas palabras.

¿Quieren acaso saber su respuesta?

"Yo... Vaya, wow, no sé que decir... Lo siento, Jimin. Pero tú eres... Mi amigo, simplemente no puedo verte de esa manera."

Y una mierda.

Una maldita mierda.

Después de escuchar esa frase salir de su boca, corrí hacia mi casa, y lloré como nunca antes.

Diablos, caí tan profundo en él... Que no estaba seguro de si la vida volvería a tener color sin él en ella.

Un par de semanas luego de mi confesión, noté una actitud extraña en el chico del cuál me había enamorado.
Me trataba de una forma tan fría, tan distante... Pero lo dejé pasar. Intenté convencerme a mi mismo de que era solo mi imaginación, y él se lo había tomado de una buena forma.

Que todo sería exactamente igual, una bonita relación de amistad, como lo había sido antes de declararme en frente de su puta cara.
Pero eso no pasó, y su distancia empezó a hacerme mucho más daño, que su rechazo.

Lo necesitaba en mi vida para sentirme bien, aún si no era de la forma en que yo quería.

Tan patético.

Antes de enamorarme, creía en que las personas que tenían amores no correspondidos, no debían ser tan ridículos y dejarlo ir.

El karma te castigó.

Lo cierto es, que fui castigado por aquel pensamiento.

Por él, caí en una depresión, y en un pensamiento de "¿Qué sentido tiene la vida?", no quería comer, no quería salir, realmente, deseaba morir.

Estaba tan molesto por él... Por ser tan perfecto, y hacerme caer.

El día de mi cumpleaños número 19, vino a mi casa, y se disculpó conmigo por su actitud.

Sip, dos años pasaron con él comportándose de esa manera.

Sip, dos años pasaron conmigo rogando por su atención, por el hecho de conservar su amistad.