Capítulo 3.

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Comienzo a abrir los ojos, rayos de luz se cuelan por las paredes agrietadas molestándome al tratar de pestañear. Miro mi alrededor y todo parece normal, todos están durmiendo, menos Jamie. Él no está a mi lado. Supongo que estará haciendo la guardia...

—Qué pereza...—Bostezo y alzo las manos con fuerza. Me levanto del suelo y ando medio dormida por el granero.

—¡Auch!

—¿Hmm?

Miro al suelo y veo que pisé la mano de alguien, se trata de Carl y me sobresalto.

—¡P-perdón!—Aparto el pie de inmediato y me agacho tomando su mano.—¿Te he echo mucho daño?

Restriega su mano en sus ojos medio dormido y mira su mano.

—E-estoy bien. Sólo que ha sido un despertar un tanto doloroso. —Sonríe y no aparta su mirada en mi mano sosteniendo la suya.

—Oh perdona...—La suelto.

Algo avergonzada me retiro sin dirigirle la palabra. Es demasiado...simpático para acabar de conocerme, usualmente suelen ser bastante desconfiados los miembros de los grupos que me he encontrado a lo largo de los años.

La salida está cerrada a cal y canto inquientandome un poco, me dirijo a ella mientras unos molestos ronquidos resuenan por el granero.

Abro la puerta con cuidado tratando de hacer el menos posible de ruido, fuera, se encontraba Jamie sentado apoyado contra la pared del granero.

—Buenos días...¿has dormido bien?

—Supongo que sí...aunque la espalda me duele un poco.—sonrío—¿Cuántas horas llevas vigilando?

—Unas...¿tres? No he llevado mucho la cuenta...

—Entra anda, deberías descansar un poco.

Me agacho a su altura y le tomo del brazo ayudándole a levantarse, me revuelve el cabello con afecto y gruño molesta. Todo está tranquilo, ningún caminante a la vista, así que me tranquiliza. Entro junto con Jamie sentandome sobre una caja de madera que había a un lado. Rick aparece y nos saluda.

—Buen día chicos...¿habéis dormido bien?

—Hola Rick, se puede decir que sí...—Miro a Jamie, el cuál se está quedando dormido apoyado en la pared—Creo que mejor lo llevaré a dormir...

—Buena idea.—Sonríe, coloca una mano en su frente pensativo para luego mirarme algo dudoso.—Luego...necesito hablar contigo.

Me sorprendo levemente, asiento con la cabeza aún sin entender, me levanto de la caja y tomo a Jamie guiandolo hasta su rincón dónde habían sus cosas. Pongo mi sábana y mochila junto sus cosas recostandolo ahí.

—Duerme anda...anoche dormiste muy poco...

Una leve sonrisa se forma en sus labios y posa una mano en mi rostro con afecto.

—Tranquila...para eso tengo una hermanita como tú.—Se acomoda del todo, aleja su mano de mí y cierra los ojos descansando al fin.

Me alejo sonriente y acomodo bien mi cabello el cuál noto algo alborotado. Busco a Rick por el granero hasta encontrarlo. Éste está en el suelo revisando algunas de sus armas. Nota mi presencia y gira su rostro mirándome fijamente en los ojos.

—Um...antes querías hablar conmigo, ¿no?

—Sí...sólo quiero hacerte unas preguntas. No es nada personal pero a todo aquel que no conozco he de preguntarles.

—Ah, claro. No me importa.—Me apoyo en la pared cruzada de brazos y lo miro amistosamente.

Aclara su garganta e inhala aire con profundidad.

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⏰ Última actualización: Mar 13, 2017 ⏰

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Una pequeña dura de roer. [Carl Grimes y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora