Capitulo 20 - Me extrañaste?

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Pablo pasó por mi pasadas las ocho de la noche, el lugar elegido para la cena era hermoso, estaba cerrado exclusivamente para la cena de esa noche. Cuando llegamos hasta la gran mesa donde se encontraban empresarios y y gente del medio mis ojos no podian creer lo que estaban viendo. Creo que deje de respirar y mi corazón latia a toda velocidad , no podia creer que hoy precisamente él este justo allí, se veia tan sexy como siempre. Su mirada me atravesó, era una mirada fría de esas que lleva dandome hace unas semanas.

Deje de mirarlo y me concentre en el hombre que tenia a mi lado, me llevo a saludar a su socios y conocidos, todos fueron muy amables conmigo, de una manera u otra me siento comoda en este ambiente, me crie en el y siempre he asistido a reuniones así. Sentia la mirada penetrante de Christopher sobre mi, y eso ya me estaba incomodando, un momento más tarde llego mi hermana Claudia con su esposo, me senté junto a ellos y con Pablo a mi lado. Tuve que disimular que no lo habia visto hasta que Pablo notó su presencia y vi como se tensaba ante esa situación, se que él sospecha algo pero no ha querido preguntarme.

— Ese no es tu jefe mi ángel? — preguntó en un tono bajo para que solo yo escuchara, lamentablemente mi hermana tiene las antenas parabólicas bien puestas y escuchó.
— Cuál jefe, el de Nana? — dice curiosa mi hermana.
— Didi por qué eres tan chismosa? — digo rodando los ojos.
— Ay perdón lo escuche sin querer, por cierto no les había dicho lo lindos que se ven juntos. — dice la romántica de mi hermana.
— Ya vas tu otra vez con el mismo cuento Claudia, y respondiendo a tu pregunta si es mi jefe, no lo había visto.
— Que raro hermanita, un hombre así es difícil no verlo— dice mordiéndose el labio.
— Oye pecadora estas casada— le digo con dramatismo aunque mi hermana tiene razón, Chris es un hombre que es imposible no determinarlo, su cuerpo, su cara, sus ojos... ¡No, no! No tienes que pensar en él Dulce María, es solo tu jefe, recuérdalo muy bien. Traté de convencerme toda la noche de eso, pero cada vez que lo miraba él me estaba atravesando con una mirada... ¿furiosa? No lo sé, pero más furiosa estaba yo, de eso estaba segura.
Cuando acabó la cena el ambiente estaba un poco tenso, Pablo buscaba con la mirada a Christopher, de eso estoy segura, hoy ha estado actuando de una manera rara, un poco posesiva ,me ha tenido casi toda la noche agarrada de la cintura o de la mano, cualquiera que nos viera pensaría que somos novios o algo por el estilo. Mientras el charlaba a gusto con el resto de empresarios decidí alejarme un poco e ir al baño, cuando camino por el salón veo que está hablando muy a gusto con una vieja zorra que le tocaba el brazo y lo veía como si quisiera comérselo.

Lo miré con total desprecio y como si sintiera mi mirada clavada en él, desvió su mirada hacia mi. Ahogué un gemido al ver que ahora su mirada era distinta, había fuego, peligro y Sexo. Mi mente me avisaba del peligro, su mirada me excitaba, y yo no podía negarme.
Lo miré intensamente y mordí mi labio, se cuanto le encanta que haga eso, segundos después comencé a caminar hacia el baño rogándole a Dios que me siguiera. Cuando entré al baño mi corazón iba a mil por hora, cierro los ojos unos segundos y luego siento que cierran la puerta con seguro. Abrí mis ojos y ahí estaba Chris mirándome con deseo.

—Mierda— dijo mientras iba levantando mi vestido —Pensé que nunca volvería a tocarte — Dijo colando sus gloriosas manos por debajo de mi vestido. Gemí mientras me besaba, mis manos actuaron solas desabrochando su pantalón.
¡Diosss como he extrañado sus besos! Quise negarme a mí misma que no era así, pero yo sabia que era una mentira. Acarició mi vagina al tiempo que yo luchaba con su pantalón, cuando por fin logré bajar completamente su pantalón, acaricié su pene sobre el bóxer y él gimió contra mi boca. No había tiempo de nada, teníamos unos cortos minutos para no levantar sospechas... teníamos que hacerlo rápido. Así que bajé su bóxer y su miembro quedó erecto frente a mí.

—Dime cariño me extrañaste?— Preguntó mientras me ponía de espaldas, contra el lavamanos.—Dime Dul, lo hiciste? — Dijo mientras abría mis piernas de una forma brusca y yo sentía como paseaba su pene por mi entrada, sin penetrarme.
—Si — Confesé con un jadeo —tu me pones así de mojada — Fue entonces cuando me tomó de la cintura y ensartó su pene en mi . Ambos emitimos un gemido de placer al sentirnos conectados luego de tantas semanas. —Te estas tirando a mi ex jefa verdad— Hablé mientras él entraba y salía de mí con fuerzas y sin piedad.
—¿Te molesta? — Gruñó en mi oído.
—No, eres libre de acostarte con quien quieras— dije jadeando, la garganta se me cerró cuando salió completamente y volvió a hundirse en mí con una fuerza superior. Mis manos se aferraron al mármol del lavamanos mientras él me atravesaba y me partía en dos con cada embestida.
—Qué vamos a hacer?— dije tomando aire —¿volveremos a estar juntos? — pregunté.
—En la cama sí — Cerré mis párpados con fuerzas —esta vez sin exclusividad— Me dijo al oído —Abrí mis ojos nuevamente y lo miré a través del espejo mientras sentía llegar el orgasmo. Llevó su mano hasta mi botón del placer estimulándolo y con apenas unos toques allí sentí mi vientre contraerse, y mi vagina atrapó su pene teniendo un orgasmo que hace semanas no disfrutaba . Momentos después lo sentí explotar dentro de mí vaciándose en mi interior.
Segundos después con nuestra respiración agitada nos besamos y me dijo algo que de verdad no esperaba.

—Te extrañé — dijo besando levemente mis labios mientras salía de mí. Luego de limpiarnos y acomodarnos la ropa decidimos salir, Chris primero ya que estábamos en el baño de mujeres y unos minutos después yo.
Cuando salí del baño traté de evitar a Pablo, estoy segura que se me notaba en la cara que acababa de tener sexo en el baño, pero bueno seguramente eran ideas locas mías. Volví al lado de Pablo quien todavía seguía hablando con los mismos socios, me sorprendí , o Chris y yo no nos demoramos nada o estos hombres hablan más que vieja chismosa. Cuando me vio caminar hacia él alargó su mano y yo la tomé, besó mi cabeza y yo no pude evitar sentirme culpable, vine a esta cena con un hombre y me tiro a otro completamente diferente en el baño.

— Hola mi ángel , dónde estabas?
— En el baño, es que estaba un poco ocupado— digo excusándome— te falta mucho aquí, es que estoy cansada.
— Si quieres te llevo y regreso otra vez, tengo unos negocios que cerrar pero por supuesto que tu eres primero.
— No como se te ocurre que vas a ir y volver, tranquilo yo tomo un taxi y listo, no te preocupes.
— Pero Dul no es ninguna molestia, vamos yo te llevo.
— No, ya te dije que no y no me hagas enojar Lyle—digo cruzándome de brazos y haciéndome la enojada.
— Esta bien tu mandas, se cuanto adoras salirte con la tuya— me dice rodando los ojos.
— Jajaja yo se y eres el mejor por dejarme ganar siempre, te quiero, bye—lo abrazo y cuando le voy a dar un beso en la mejilla el se corre un poco y el beso termina siendo en la comisura de su boca, no volteo y salgo corriendo de ese lugar.
Cuando estoy afuera a punto de coger un taxi siento que alguien me agarra del brazo.

— Tu te vienes conmigo a mi casa— dice Christopher.
— Desde cuando tengo que hacer lo que tu quieras, olvídate de eso, yo no voy contigo a ninguna parte— le grité a Christopher que todavía me tenia agarrada del brazo— Suéltame que no pienso ir a ninguna parte, mejor y regreso al lado de Pablo—dije soltándome de su agarre pero el volvió a tomarme de forma brusca por ambos hombros.
— Tenemos que hablar de lo que pasó en el baño.
— Tranquilo no va a volver a pasar
— De verdad quieres que no vuelva a pasar? Dime que no te importa con quien tengo sexo, dime que no te molestaría que me folle a la mujer con la que estaba hablando hace un rato, dímelo y te juro que te dejo en paz. — dijo Chris alterado por esta situación. A quien quiero engañar quiero irme con él y tener sexo con él toda la noche hasta que nuestros cuerpos no puedan más, deseo a ese hombre, lo deseo con todas mis fuerzas.
— Vamos a mi casa? —preguntó Chris, yo solo asentí y nos montamos a su coche, todo el camino fue silencioso. Al llegar a su casa el gran portón se abrió y nosotros entramos, mientras Chris abría la puerta le pregunté
— Dime la verdad, te acostaste con Ana si o no?
— Ya te había dicho que no, y tu? tuviste algo con esos dos tipos?
— Claro que no, por quién me tomas Christopher.
— Esta bien dejemos este tema atrás y empecemos de cero.
Dicho esto supe que mi noche sería larga, muyyyy larga y placentera.

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