Asesino de Corazones [Reborn x Tsuna]

Amore mio

*TSUNA*

—Agradezco muchísimo que esté bien Juudaime.—Gokudera se sentó frente a mí.

El día siguiente salimos a pasear Reborn y yo, aunque no faltaron mis curiosos guardianes que les encanta observar cada uno de mis movimientos.

Era notorio que no deseaban que Reborn me hiriese de nuevo. Son un poco molestos a veces, pero su intención es cuidarme.

—Gyahahahaha, Lambo-sama se lleva este batido.—Dijo el guardian del trueno con su característica risa para luego robarse el batido de fresa de Gokudera.

—¡¡Oye, vaca estúpida!!—Gokudera se levantó de su asiento para perseguir al niño que se salía siempre con las suyas.

—Son muy molestos, herbívoros.—Por alguna extraña razón, Hibari había decidido venir dejando como excusa "no quiero que este grupo de herbívoros peturben la paz de Namimori haciendo tonterías".

—Cálmense chicos, deberíamos disfrutar este lindo y armonioso día.—Yamamoto tranquilizaba el ambiente.

—Y amoroso, también.—Mukuro acompañaba a Chrome— ¿No es cierto, querida Nagi?

—Claro, Mukuro-sama.—La guardiana de la niebla respondió con timidez, como siempre.

—¿Podrían callarse un momento? Mejor aún, Tsuna y yo nos adelantaremos para hablar un rato de cosas de suma importancia. —Reborn, sin esperar respuesta, me tomó de la muñeca y empezó a dirigirse a un pequeño restaurante de comida italiana.

—¿Elegante, no?—Asentí—Es pequeño, pero la comida es deliciosa. Quiero hablar contigo sobre lo que ha pasado últimamente... Y si es posible, darte una breve explicación.

—Está bien, Reborn.—Contesté inseguro.

Entramos al restaurante y luego de ordenar y esperar nuestra comida Reborn se puso serio y comenzó a contarme.

—Sé que no he sido ni buena persona ni buen tutor, pero no justifica el ser un idiota—Reí un poco—Debo disculparme adecuadamente. Repito que reaccioné muy mal y que no estaba preparado para una situación tan melosa como esa...

Tragué saliva.

—¡Pero por Dios! Lo dijiste tan repentinamente que no supe que decir y entonces eso fue lo primero que se me vino a la mente, joder.
No soy homofóbico o algo por el estilo, y respeto tu orientación sexual o la atracción que sientes hacia mí, pero...

—No necesitas decir nada más—Me levanté de mi asiento, esbozando una sonrisa—No te preocupes, Reborn. De hecho fue mi culpa, no se ni porqué lo dije o si en serio te molestó... Lo siento por todo, pero ya no me importa. Gracias por lo del día anterior.

Salí del restaurante sin antes despedirme de mi amado.

—Hasta luego, Reborn.

Me marché dejando a mi tutor con un ligero pero notorio rubor. ¿Por qué demonios no pienso las cosas antes de actuar? Aún recuerdo todas esas veces que hacía lo que mi mente me decía...

*Flashback*

—Ya no puedo...¡Soy un tonto!

—Ánimo, Juudaime. ¡Usted puede! Usted es increíble y admirable. Solo son unas páginas más...

—¡No hablo de eso, maldito Gokudera!—El mencionado se sorprendió al escuchar que su jefe lo maldecía y comprendió que era mejor no preguntar.

—Lo lamento, Juudaime. Llámeme cuando termine o necesite algo.— Gokudera abandonó la habitación dejando a un cielo de mal humor tratando de organizar su mente.