7. El Zorro y el Lobo

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La noche era tranquila, la luna lo iluminaba todo con sus blancos rayos, las estrellas le hacían compañía adornando todo el firmamento.

Las calles se encontraban transitadas por las pocas personas que volvían del trabajo hacia sus hogares, felices debido a que otro día de arduo trabajo estaba por terminar y el deseado fin de semana sonreía por su ansiada llegada al próximo día.

- Si amor, he pasado por el supermercado aprovechando que aún estaba abierto y compré la leche que hacía falta, ahora estoy camino a la ciudad. -comentaba un peli negro mientras mantenía sus manos firmes en el volante y el manos libres activado.

- Gracias, la verdad es que Matt estaba algo inquieto al darse cuenta de que se había acabado su leche de chocolate. -contestó un hombre al otro lado de la línea- Dime que ya casi estás por llegar.

El moreno sonrió ante aquello último- Recuerda que no estaba en la ciudad, me tomará un tiempo el llegar, no me esperes despierto porque luego te andas quejando de tus ojeras y me echas la culpa a mi. -suspiró mientras se detenía en un semáforo.

- Oh vamos Derek, no entiendo por qué Peter te envió a ti cuando pudo haber enviado a Jackson para hacer ese contrato. -se quejó el chico- Fácilmente lo pudo haber enviado a él y ahora estaríamos tu y yo acurrucados entre las sábanas. -soltó con cierto tono de picardía en su voz.

- Stiles, no empecemos. -el de ojos verdes se frotó los ojos aprovechando el semáforo en rojo- Ya lo habíamos hablado y quedamos en que no te quejarías de este viaje por trabajo, además, la noche anterior a mi partida no dejamos dormir a los vecinos. -ambos rieron ante el recuerdo- Mira que llamar a la policía por el ruido que hicimos nos deja claro lo bien que la pasamos.

- Lo se. -Derek casi pudo sentir la sonrisa en el rostro de su esposo- Aunque esta noche pudimos haber estado igual, le habría avisado a mi padre para que ignorara a quien sea que llamara quejándose de ruidos en la residencia Hale Stilinski. -el moreno suspiró.

- Deja de mortificarme Stiles. -se quejó infantilmente el de pelo azabache mientras volvía a poner en marcha su Camaro- Debo colgar, no quiero tener que escuchar a mi querido esposo diciéndome las cosas que pudimos haber echo si le hubiera dicho que no a un trabajo que mi JEFE me encargó. -dijo recalcando la palabra "jefe", el del otro lado de la línea tan solo bufó.

- Eres un exagerado. -contraatacó este- Hablamos cuando llegues, cuídate mucho big guy, te amo.

El moreno sonrió- Yo igual pequeño, dale un beso a Matt de mi parte, cierren bien las puertas y ventanas e intenta dormir anda, que no quiero que mañana me des la lata.

- Si papá. -la risa por parte de el de ojos verdes fue lo último que el castaño escuchó antes de colgar.

Stiles Hale Stilinski se encontraba en el sofá mientras su pequeño torbellino, o más cariñosamente llamado, Matt, terminaba de ver "Tierra de Oso" en la Tv. Abrió Whatsapp y respondió algunos mensajes antes de divisar los créditos de la película, el niño sentado en el suelo soltó el bol vacío de palomitas y colocó en el suelo al cachorro que dormía en su regazo- Papi, tengo sueño. -dijo entre bostezo y bostezo el pequeño de ojos verdes y pelo castaño, lunares esparcidos en el rostro y cejas tupidas, Stiles no pudo evitar hacerle una foto mientras bostezaba, sonrió al momento de enviarla a su amado esposo.

- Pues vamos a darte una ducha y a la cama. -tomó a su hijo entre brazos como cuando era tan solo un niño de tres años, actualmente tenía siete, o como él dice "Siete y seis meses", y aún le gustaba cuando el castaño lo cargaba y llevaba a la cama.

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