Clarke ladeó la cabeza y esbozó una pequeña sonrisa que, por un momento, hizo olvidar a Bellamy que estaba atrapado en un planeta potencialmente tóxico con noventa y nueve delincuentes juveniles.
BELLAMY
Clarke ladeó la cabeza y esbozó una pequeña sonrisa que, por un momento, hizo olvidar a Bellamy que estaba atrapado en un planeta potencialmente tóxico con noventa y nueve delincuentes juveniles.