Capítulo 3

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5º día en coma:

Esto era insoportable. Podía escuchar todo, notar todo, pero yo no podía hacer nada. 

Era mediodía, lo sabía porque la enfermera ya había pasado un par de veces por la habitación a cambiarme las medicinas. Y esta mañana había pasado algo; resulta que ya me habían hecho las pruebas, y los resultados, según el doctor, eran algo extraños. 

Unas horas antes...

- Hola doctor, he llegado lo más rápido que pude. ¿Qué ha pasado? ¿Está todo bien?- preguntó Rose desde el pasillo. Sabía que estaba en el pasillo porque sus voces eran lejanas, en cambio, se escuchaban con claridad, así que supongo que la puerta de mi habitación estaba abierta y ellos estaban en el pasillo hablando. 

- Sí, tranquila. La hemos llamado porque ya tenemos los resultados de los análisis de su hija- hizo una pequeña pausa, y luego siguió- y todo ha dado normalidad, pero en las pruebas de resonancia, y algunas más que le hemos hecho a la cabeza, por eso del golpe, queremos asegurarnos de que todo está bien... los resultados han salido un poco... raros, no comunes, por así decirlo. 

- ¿Cómo que no comunes? ¿Eso es bueno o malo?- ríe sarcásticamente- ¿Qué le pasa? ¿Está todo bien?- preguntó algo nerviosa. 

-No lo sabemos con claridad, le haremos más análisis cuando despierte. Lo único que podemos decirle, es que pensamos que cuando despierte no va a recordarlo todo. 

- ¿Y será gran parte la que no recuerde?

-Aún no sabemos nada con claridad. Sólo podemos decirle esto. Esperemos que no sea nada. 

- Entiendo- mi madre parecía estar manteniendo la calma. 

- Señora McLary, creo que tengo que dejarla, tengo más pacientes. Usted puede estar tranquila, todo estará bien- hizo una pequeña pausa y luego preguntó- ¿Quiere tener una copia de los resultados?

- Sí, no sería mala idea, gracias- dijo mi madre sollozando. 

Rose McLary... Miriam McLary... qué bien suena. Aunque lo que no suena tan bien es eso de que no recuerde nada. Con que eso es lo que me pasa... por eso no recuerdo nada... 

Sé que he tenido un accidente, pero ni siquiera sé los motivos, y no sé completamente nada más. Toda la información que tengo ahora en mente, es gracias a que he escuchado todas las conversaciones que estaban a mi alcance. 

- Vale, pues vuelvo en dos minutos, espere aquí- dijo el doctor antes de dar la vuelta y marcharse. Se escuchaban sus grandes zancadas por el pasillo. Me imaginaba a mi madre, sola, en ese pasillo, con malas notícias, sollozando. 

Unos minutos después, el doctor llegó con la copia y se la entregó a mi madre. Una fría despedida se escuchó, y, seguidamente, Rose entró a mi habitación. Ella se sentó en la silla y dejó su bolso encima de mi cama. 

Un poco más tarde, se escuchaban unos finos ronquidos. Genial, se había dormido. Y no la culpo, seguro que con todo esto no había dormido mucho. 

_______

Y así me encontraba en esos momentos. Después de relatar todo lo sucedido en la mañana, yo seguía tumbada en mi cama, con el ruido de los perturbadores ronquidos de mi madre de fondo. 

La enfermera volvió a entrar por enésima vez, para volver a cambiarme todo lo que fuese necesario. Ya me hartaba de ella entrando cada dos por tres en mi habitación, y, supongo que era la misma, porque siempre notaba sus bruscos movimientos, y los portazos que daba al entrar y salir. Su respiración agitada también decía mucho. Me la imaginaba de unos cuarenta años, pelo castaño y corto, y medianamente gordita. Toda vestida de azul, con la safata esa en manos y rondando por todo el hospital. 

En estado de shock, amnésicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora