Amelia

Prólogo

Hace mucho tiempo que no sentía la emoción de recibir un mensaje de texto. Cada vez que en mi celular se escuchaba "Say so" de Doja Cat, sentía como mis mejillas se ruborizaban rápidamente, mi corazón se aceleraba y mi piel se erizaba. Era un simple "Hola" o un simple "¿Qué tal estás?". Adoraba de sobremanera que mi celular timbrara de esa forma.

Antes para mí un mensaje de texto era una simple forma de gastarse el dinero en cosas sin sentido. Te tenían solo a unas calles de distancia y te mandaban un "¿Dónde estás?". Ahora todo eso había cambiado. Ahora más que nunca amaba a mi celular. Amaba a la telefonía internacional.

Existen diferentes tipos de mensaje. Hay mensajes de condolencias, cuando pierdes a alguien. Hay mensajes de feliz cumpleaños, es el día en el que se acuerdan que te tienen en su agenda telefónica. Hay mensajes con noticias buenas o noticias malas, como: "Había tarea, ¿Quieres que te la pase?" o "Samantha se robó a tu novio". También pueden enviarte un mensaje llenos de sentimientos que con tan solo leerlos sabes que te enamoraste, pero... ¿y si tú los estás malinterpretando, y si todo lo que te mandó no es lo que parece?, ¿Quién está del otro lado?, ¿Quién te manda tan hermosos mensajes?, ¿Quién es ese que te envió un mensaje?

Un mensaje es un texto breve que, en un lenguaje simple, transmite información a una persona que se encuentra ausente al momento de redactarlo. Es cualquier pensamiento expresado brevemente en un papel o de manera electrónica. Qué simple ¿no?, pero... ¿Para ti qué significaría tener un mensaje... de él?