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ㅡEntonces ㅡEl pálido inició dando otro sorbo a su café ㅡ¿Trabajas aquí?

ㅡPodría decirse que sí ㅡHoseok tímidamente tomó un trozo de su propia rebanada de pastel.

ㅡ¡No seas mentiroso, eres el jefe! ㅡGritó Namjoon, quien se encontraba con Seokjin en una mesa no tan apartada de la de ellos.

ㅡ¿No te han enseñado que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas? ㅡIntentó ocultar su molestia, Namjoon y él eran mejores amigos pero el carácter de cada uno hacía que chocaran casi todo el tiempo.

ㅡNo ㅡEl rubio sonrió con fingida inocencia ㅡPor algo estoy escuchando todas las mentiras que le dices a ese chico.

Jung, resignado le dedicó una mirada avergonzada a Yoongi ㅡDe verdad espero que tu amigo no se sienta incómodo con la presencia de esa bestia llamada Namjoon.

ㅡDescuida, mi amigo, Seokjin es igual ㅡMin soltó una carcajada haciendo que en ese preciso instante el mundo se detuviera para Hoseok, pues le había hecho creer que el sonido de su risa era lo más hermoso que había tenido la dicha de escuchar.

ㅡTu risa es linda ㅡMurmuró con nerviosismo, corrigiendo ese penoso intento de cumplido al comer otro poco de pastel.

ㅡDisculpa, ¿Dijiste algo? ㅡYoongi le miró apenado pues en realidad no había logrado captar las palabras del dueño de la cafetería.

ㅡPregunté cuál es tu opinión de éste lugar.

A punto de cantar victoria por su rápida escapada del vergonzoso conflicto, su mejor amigo abrió la boca.

ㅡTe digo que es un mentiroso, lo que él comentó fue que tu risa es linda.

ㅡ¿Me permites un momento? ㅡMin asintió entre pequeñas carcajadas, por lo que Hoseok corrió hasta donde los dos Kim se encontraban proporcionandole un golpe no tan doloroso al rostro del rubio; eventualmente regresó a su lugar ㅡ. Bien, ahora puedes continuar

―La verdad es que me gusta demasiado ―Mientras mantenía la mirada sobre Hoseok tomó un trozo de su propio pastel ―Lo tienes muy bien cuidado, no tengo ninguna queja.

Jung, por su parte, se hallaba demasiado embobado con cada acción que el otro empleaba, observó desde sus movimientos con las manos hasta cualquier gesto que llevara a cabo, mucha gente podría pensar que estaba siendo bastante obvio, pero, ante tal obra de arte como lo era  Yoongi, ¿Qué podía hacer para evitar no mirarle de una forma tan tonta?

—Hoseok —Una mano pálida se movió justo frente a su rostro capturando casi inmediatamente su atención —¿Te sientes bien?

—Por supuesto... —Habló rápidamente ya que si se demoraba en pensar otro tipo de respuesta era muy probable que terminaría con tartamudeos de por medio —¿Tú trabajas?

Min se detuvo unos cuantos segundos, haciendo parecer que en su mente yacía la meditación en busca de palabras adecuadas por articular —Se podría decir que sí, soy compositor —Realizaron un poco de contacto visual, entonces Hoseok creyó ser capaz de ver el universo a través de los ojos de la persona que le robó el corazón desde el instante que su mirada le encontró por primera vez sentado en aquella misma mesa donde ahora ambos intercambiaban palabras.

"Quizá Namjoon tiene razón, soy muy cursi." 

Tomó un poco de café —Supongo que amas la música

—Estás en lo cierto, soy melómano.

El castaño sonrió bastante emocionado, era cierto que la mayor parte de las personas en todo el planeta gustaban de los distintos tipos de melodías, sin embargo a Hoseok  la música le fascinaba a tal punto que era fiel e inevitablemente adicto a ella, y le esperanzaba escuchar que con Yoongi sucedía exactamente igual, pues eso significaba que ahora tenían una adicción en común, lo que eventualmente abría muchas más puertas llenas de temas posibles para conversar.

—Género favorito —La sonrisa no tenía intenciones de desaparecer de sus labios —¿Tienes alguno?

—Cualquiera, desde jazz hasta Hip-Hop —Los ojos del pelinegro presentaron un brillo bastante intenso —Pero me siento más cómodo cuando realizo canciones de este último, me desarrollo mucho mejor en el área del Hip-Hop y todos sus derivados.

En el pecho de Jung, el corazón latía con demasiada rapidez haciéndolo creer que existía la probabilidad de que el mismo saliera de su cuerpo —También me gusta todo tipo de música, pero, bueno —Con la mano derecha tocó su propia nuca, manteniendo los nervios y la emoción entremezclados —Adoro bailar y siéndote sincero me siento mucho más seguro cuando me toca hacer un estilo libre con el mismo género que mencionaste más, Hip-Hop —Hizo una pausa— No sé, siento que es mi área.

—¡Jin! —Repentinamente gritó haciendo que muchos se sobresaltaran, incluyendo al mencionado que rápidamente se acercó preocupado porque hubiera pasado algo malo.

—¿Qué pasa, qué tienes?

—Encontré al amor de mi vida —Dejó salir una sonora carcajada, Hoseok ganó un sonrojo que iba en aumento —Creo que vamos a casarnos pronto, así que estás invitado a la boda.

El de hombros anchos le miró con una sonrisa divertida plasmada en sus carnosos labios —Te gusta el Hip-Hop, ¿Cierto?

Confuso y un poco desubicado en todo lo que sucedía, el dueño de la cafetería asintió.

—Si Yoongi comienza a tratarte como si fueras un dios entonces no te sorprendas

—Podría besarte ahora mismo —Habló el pálido, quien parecía no querer despegar la vista del despistado e indefenso chico sentado frente a él.

—¿Besarme? —Un susurro se apoderó de la pregunta y antes de que su lento cerebro pudiera procesar la situación el de estatura más baja le tomó por el cuello de la camisa que llevaba puesta, posteriormente con un fuerte tirón a considerar, el par de rostros quedó a escasos y peligrosos centímetros que ocasionaron los demasiados nervios en Jung, aquel chico que no lograba creer que todo aquello fuera parte de la realidad. Aún pensaba que todo se trataba de un sueño emocionante, que nada de eso en verdad estaba pasando y que despertaría  malhumorado ante el completo saber de que nunca tendría las agallas de acercarse a entablar una conversación decente con Min; pero cuando sus ojos se encontraron nuevamente con los contrarios se halló a sí mismo perdiéndose en tales pupilas cautivadoras, supo así, en medio de la gran fantasía causada por su naturaleza romántica, que únicamente bastaba con un pequeño e insignificante impulso para que sus labios se tocaran con los probablemente dulces ajenos.

Sin embargo, cuando al fin se encontró valiente para realizar ese acortamiento, el destino se puso en su contra haciéndole una mala y sucia jugada.

—Era broma —Una melodiosa risa logró ser captada por su sentido auditivo a la par que sentía el cuerpo de Yoongi alejarse después de haberle soltado —Debiste ver tu cara, Hoseok.

Realidad, dolorosa realidad.

—Yoongi, tenemos que comprar otras cosas y se nos está haciendo tarde

—Cierto —Divertido miró a el chico que aún yacía atónito —Fue un gusto platicar contigo, pero tengo que irme ahora, amor de mi vida —Hasta ese punto, Hoseok no sabía si Min estaba burlándose porque fue muy obvio con sus sentimientos, o si reía porque había hecho una cara graciosa cuando fingió estar a punto de besarle.

Con la vista siguió la caminata de Yoongi y Seokjin hasta la puerta, antes de que fuera demasiado tarde, las burlas de Namjoon le hicieron reaccionar como era debido.

—Hey —Alzó un poco la voz —¿Nos vemos luego?

El de tez pálida volvió a dedicarle una sonrisa, esta vez no una del tipo burlón, sino una que a Jung le pareció cálida y autentica —Por supuesto.

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