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Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que anduvo solo por las calles de Seúl, le parece sorprendente el hecho de que aún posee la habilidad suficiente para trasladarse de un lado a otro cual fiel conocedor incluso si ahora varias cosas se hallan distintas a como las recordaba. Abre su sombrilla en el momento que se percata de que comienza a nevar por segunda ocasión y justo debido a ello es que su campo visual se ve afectado provocándole un choque repentino con alguien que no reconoce hasta que le escucha hablar.

ㅡ¿Seokjin?

Levanta la mirada y la sonrisa no tarda en aparecer.

ㅡ¡Namjoon, hola!

El gesto de pura alegría rápido es correspondido, así que segundos más tarde los dos irradian dicho sentimiento, resaltando entre la gran multitud de personas.

ㅡQué sorpresa, no esperaba verte por acá, ¿vas a algún lado en particular?

ㅡEn realidad no, solo quería despejarme un poco, ver qué tan cambiada está la ciudad, ya sabes ㅡal notar que el menor no lleva nada que le cubra de los copos de nieve, se acerca más a él ㅡ¿Tú qué haces aquí?

Aclara su garganta y procede a contestar: ㅡVine a caminar un rato pero cuando uno pasea por estos lugares sin compañía es muy aburrido.

El de cabellera rosada asiente en acuerdo a tal comentario, luego una idea pasa por su mente de inmediato, abriéndose paso en forma de palabras hasta sus labios, sin darle oportunidad siquiera de meditar si lo que añadiría a continuación sería correcto u oportuno.

ㅡYa que estamos solos, aburridos y es víspera de año nuevo... ㅡinicia, desviando el enfoque visual hasta uno de los puestos de comida callejera cerca de ambos ㅡ¿Te parece si pasamos esta noche divirtiéndonos?

El más alto no queda disgustado ante la propuesta así que la emoción se propaga en cada parte de su cuerpo, reflejándose principalmente en el semblante. La manera tan audaz y agraciada que tiene de tomarle por el brazo y caminar apresurado captura la atención de Seokjin, robándole una sonrisa genuina.

ㅡ¡Conozco un lugar increíble donde podemos comer y beber algo!

Finalmente, con el entusiasmo a flor de piel es que los chicos se dirigen al destino sugerido por Namjoon.

...

Los fuegos artificiales han terminado, junto a ello sus deseos de año nuevo pedidos en silencio quedan atrapados en el aire y conforme toman su rumbo hasta la casa de Yoongi, Hoseok ahoga las ganas de mantenerse con él más tiempo.

Los minutos pasan desapercibidos entre cada conversación casual que formulan, el de nariz respingada en algún punto de la noche observa que el más bajo permite a los copos de nieve caer sobre cada parte de su cuerpo y, a pesar de sorprenderse, prefiere callar la curiosidad para no incomodarle. Ríen, bromean, lanzan uno que otro comentario halagador con fin de tratar inadvertido el leve coqueteo que se da naturalmente en ellos y así se mantienen, divertidos, relajados, cómodos.

No es hasta que se familiariza con el entorno que Jung cambia su nerviosismo por un comportamiento más adecuado y amigable para charlar con el mayor, le acompaña hasta la puerta y en silencio comparten una mirada discreta, el más alto sabe que el ambiente es distinto pues la timidez pasa a segundo plano y no está seguro de cómo debería sentirse al respecto, la chispa de adrenalina e impulsividad que sube por su espina dorsal le nubla los sentidos, sus labios se secan por el frío así que acude a la lengua para humectarlos momentáneamente.

Por su parte, Yoongi se halla inmerso en la calidez que el otro le transmite aun sin tocarle, su sola presencia basta para ayudarle a recuperar la tranquilidad que hasta hace varios años creía extinta y no le molesta reconocerse envuelto por lo extraordinario de la completa personalidad de aquél que le acompaña, detalla sus facciones con pasión de sobra, detiene la mirada en los labios que supone suaves y justo en ese preciso instante se da cuenta de la negación oculta por tener que dejarle ir de ahí. Una ola de esplendorosa vehemencia le ataca y antes de cesar la valentía sujeta el cuello de la camisa del chico frente a él, le atrae con ímpetu, cierra los ojos en el proceso y como consecuencia bien buscada a tales acciones el par de labios se toca torpemente, se trata de un roce del que apenas son conscientes pues están más enfocados en el desboque de sus latidos, en los corazones amenazándoles con salir volando de ahí y estallar en el cielo cual celebración digna del beso compartido.

Antes de verse capaz de imponer un ritmo al contacto, Min toma distancia.

ㅡFeliz año nuevo, Hoseok.

Ríe y entra a la vivienda apresurado, dejando a un Jung confundido pero satisfecho, uno que no deja de observar como tonto la puerta cerrada frente a él, perdido en sus pensamientos, enamorado.

ㅡFeliz año nuevo, Yoongi.

La dicha se desplaza por su rostro y, tras reunir el razonamiento requerido para estar alerta en la calle a altas horas de la noche, retoma el recorrido en dirección a su propio hogar.

Seokjin, que había regresado minutos antes, cierra la cortina perteneciente a la ventana de la habitación donde su mejor amigo le ofreció quedarse, sonríe amargamente y reprime las lágrimas en los ojos tras presenciar dicha escena, racionalmente aquello le parece dulce pero a su corazón no le trae más que desgracia debido a los sucesos transcurridos justo después de salir de casa.

¡Holaaaaa!, sí, soy yo, la que desaparecé mil años y luego llega como si nada.

Me he propuesto como meta personal ser más consistente con lo que escribo y, aunque ahora ya no haré promesas en vano, tengan por seguro que procuraré actualizar pronto.

En fin, gracias por leer y no mandarme muy lejos por dejar la historia así mucho tiempo. ♡

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⏰ Última actualización: Jul 04, 2020 ⏰

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