Una versión más de... ¿Clichés?

El asqueroso mundo real

Mi visión

Sentada en una pequeña cafetería con un café con leche en la mesa a medio beber se encuentra una chica, está utilizando una camiseta de cuello vuelto negra a la cual cubre una camisa con manga tres cuartos roja clara parecida, según ella, a la de un pirata, pues no es nada pegada a menos que la abroche -en cuyo caso se le queda completamente pegada en el pecho-, unos guantes negros con los dedos cortados en sus manos -indispensables para ella, pues es una de las cosas que más le identifican-, unos vaqueros ajustados rojo oscuro y unas botas marrones altas con un poco de tacón, a su lado descansa una pequeña maleta con fondo beige oscuro y muchos dibujos de pequeños pandas en forma de esqueletos, -al parecer de cualquier "friki", muy monos-, también utiliza unas gafas, algo grandes para su fina cara, moradas con matices en verde pistacho. Es de tez pálida, una estatura algo baja para sus 23 años de edad, es delgada, su corto -y odiado- pelo es de un color cobrizo con pequeñas y casi no notorias mechas rubias -a sorprender de la mayoría de las personas, naturales-, muchos dicen que su pelo es bonito o hermoso, pero ella cree que es un poco... Extraño. En su cara hay pequeñas heridas -las cuales, sin querer, rasca hasta que sale un poco de sangre cuando se pone nerviosa-, en su rostro también hayamos diversas pecas, sus ojos son marrones, nada fuera de lo común, una nariz normal y unos labios ni muy finos ni muy carnosos. Según sus amigas y algunos familiares cercanos, tiene un buen cuerpo, según sus amigos, es muy plana, otros dicen que tiene un cuerpo perfecto... Ella se queda con un poco de cada, tiene poco pecho, no puede negarlo, y es cierto que tiene algunas curvas en su cintura y cadera, unas piernas bastante carnosas, no se arregla como las otras solo para jugar con los tíos o ligar, odia eso. Dejando esto a un lado, mira constantemente la puerta de la cafetería y a veces su maleta, la cual se mueve un poco de vez en cuando y a su otro lado una caja con un lazo. Casi se me olvida, su nombre, por más que esta lo odie, es Marta.

Marta: shhh no te muevas o los de la cafetería sabrán que estás aquí pequeño -abre un poco su maleta para sonreír al ver a su pequeño gatito mirándole, es un lindo tricolor negro, blanco y canela- que mono eres -le tapa con una pequeña mantita que tiene a su lado la cría y cierra la maleta al escuchar alguien acercarse, mira a una chica que se sienta enfrente suyo y ambas sonríen

Es una chica de su misma altura -puede que un poco más alta- su pelo es castaño y largo con algunas casi imperceptibles partes más largas que otras, sus ojos son marrones oscuros, unos labios parecidos a los de Marta y algún que otro pequeño grano en su achuchable rostro. Su piel es más morena que la de la pelirroja, es un poco más ancha -sin llegar a estar gorda, claramente- que esta y tiene mucho más pecho. En sus muñecas se distinguen varias pulseras, utiliza una camiseta ancha azul marino, unos leggins grises y unos botines negros.

Marta: hola Celia -bebe un poco de su café "molesta" con su amiga- llegas tarde

Celia: perdón, estaba terminando un dibujo y se me fue la hora, y no digas que yo llego tarde porque a ti te pasa mucho -ríen

Marta: ya lo se, era una broma -termina el café y piden otros dos y un café solo a un camarero que se acerca, la morena se sienta más hacia el lado dejando un hueco- ¿Va a venir mi Onii-san? -emocionada

Celia: diste en el clavo, solo tardará un poco pero va a ven- -un chico le agarra por los hombros desde atrás asustándole mientras Marta ríe- ¡No me des esos sustos Jesús! -este se ríe, choca los cinco con la pelirroja y se sienta en el hueco

Es un rubio más alto que las chicas, tiene el pelo un poco largo pero no demasiado, lleva una simple camiseta naranja, un pañuelo de cuadros blanco y negro, unos vaqueros y unos botines grises. Su piel es casi tan pálida como la de la dueña del minino, sus ojos son marrones -un poco claros- nariz normal y labios también como las otras dos.