Capitulo 1

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Me llamo Helena hoy es mi graduación, por fin podre ser independiente, dejaré de ser alguien que necesita de sus padres, esta noche habrá una fiesta para celebrar nuestra graduación, esta noche tendría que ser inolvidable tendría que estar perfecta para esta ocasión, lo tenía todo listo, así que salí con dirección a la fiesta, la fiesta sería en la casa del chico más popular de la universidad.  

Al llegar, me topé con Camila, ella era mi mejor amiga, estamos juntas desde hace mucho tiempo, la consideraba como una hermana y sé que ella me consideraba de igual manera.  

-Que bueno que ya estés aquí -Dijo.

-No pensaba perderme esta fiesta.

-Entremos está haciendo frío afuera. -Dijo tomando mi mano.

Camila y yo entramos a la casa. La casa era enorme, había muchos jóvenes bailando y tomando. Camila me llevó a un rincón de la casa para poder platicar cómodamente, mientras hablábamos pude notar que alguien estaba mirándome.  

-Camila, creo que alguien nos está mirando. -Dije en voz baja

Camila se giró para ver quién era esa persona. "Si que era discreta"

-No nos está mirando, más bien, solo te está mirando a ti, además es Mateo

Mateo era el chico más popular de la universidad, era alto y muy guapo, él es el tipo que toda chica quisiera tener.

-Se está acercando creo que quiere hablar contigo. -Dijo Camila dando pequeños brincos en el sofá.

Mateo estaba acercándose a nosotras. No pude evitar ponerme nerviosa, él me gustaba mucho.

- Hola Helena. -Dijo Mateo sonriendo.

-Hola. -Dije tartamuda, no podia evitarlo.

-Bueno mejor me voy. -Dijo Camila giñandome el ojo izquierdo.

Camila sabe perfectamente que me gusta Mateo.

-¿Te estás divirtiendo? -Preguntó sentandose a mi lado.

-Pues...

-Vayamos afuera, esto está aburrido. -Dijo levanatandose del sofa con dirección a la puerta.

Me levanté del sofá y camine detrás de él.

Al salir de la casa empezamos a caminar mientras hablábamos sobre la universidad, habíamos caminado mucho estábamos lejos de la casa, nunca había estado aquí antes pero estaba con Mateo así que no me preocupé.

-Debo hacer una llamada espérame aquí. -Dijo con voz grueza.

-Esta bien, no tardes.

Mateo se fue y me dejo sola. Habían pasado 30 minutos y él no llegaba, la calle estaba oscura y no había nadie alrededor. Me preguntaba por qué se demoraba tanto. Seguí esperando. Mientras esperaba escuche la voz de alguien, seguro era Mateo, vi la silueta de una persona pero a medida que se iba acercando me di cuenta de que no era Mateo, esta persona se estaba acercando mucho, tanto que me jalo de brazo y me empujó hacia la pared de un callejón, estaba muy asustada, mi corazón latía tan fuerte.  

-No deberías andar sola. -Dijo mirandome detalladamente.

-Por favor suélteme. -Sentia como las lagrimas empezaban a salir.

-¿Por qué debería soltarte?

-¿Qué hará conmigo?

-Muchas cosas.

- YA SUÉLTEME!!! -Traté de darle una cachetada pero el detuvo mi mano y la empezó a sostener muy fuerte para que no pudiera escapar -SUÉLTEME!!!

Sentía que este hombre quería violar me, él me tenía sujetas las manos y besaba mi cuello a la fuerza intente empujarlo varias veces, pero no podía separarlo de mí.

-Te dijo que la soltaras. -Oi una segunda voz.

-No interrumpas niño, LÁRGATE!!! -Dijo.

-Por favor ayúdame. -Traté de hablar, pero los labios de ese hombre succionando mi piel me lo impedía.

-¡¡CIERRA LA MALDITA BOCA!!

Él estaba a punto de pegarme, vi como esa otra persona detuvo el puño que iba con dirección a mi rostro, esto hizo que lograra separarme de aquel violador.

-Te enseñaré a no meterte en dónde no te llaman.

Ellos empezaron a agarrarse a golpes, estaba muy asustada, no sabía qué hacer, lo único que podía hacer era mirar lo que estaba pasando. La pelea había terminado, y solo uno había ganado, no sabía quién de los dos podría ser, temía lo peor.

Uno de ellos se encontraba en el suelo y el otro se estaba acercando hacia mí. Al estar cerca pude notar que era otra persona, era la persona que me había salvado, la poca luz del lugar me impedía ver su rostro, pero estaba segura de que me había salvado.

En ese momento empezó a llover, estaba mojándome por completo, vi como esa persona se iba alejando de mí.

-Gracias... -Dije.

Él se detuvo al escuchar mis palabras, pero siguió su camino sin decirme nada. Tenía que irme de ahí, no podía seguir esperando a Mateo. Llegue a mi casa, tome un baño y me fui a dormir.  

Solo dame 3 añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora