Una pequeña sonrisa se dibujo en mis labios al sentir la mano de Chris acariciar mi mejilla.
— Es raro que Erica todavía no haya aparecido — me senté sobre una mesa en el fondo del salón
— Quizás viene más tarde — dije con la mirada fija en el suelo
— Pero ella siempre avisa — sentí sus manos en mis muslos
Me encogí de hombros y miré la puerta. El profesor entró en el aula con un semblante triste.
— Buenos días alumnos. Tomen asiento, por favor
Todos obedecimos en silencio.
— Hoy me toca a mí dar las malas noticias... — hubo un pequeño silencio antes de que prosiguiera — Ayer por la noche hubo un accidente en la casa de Erica. Un incendio para ser más precisos. Lo único que se sabe de este accidente, es que no hubieron sobrevivientes.
El silencio que inundó el salón duro unos pocos segundos debido a que algunos rompieron en llanto.
Lo siguiente que hizo el profesor, fue darnos la hora libre. Pocos fueron los que se pusieron de pie y abandonaron el lugar, entre ellos estaba yo. Salí al patio trasero con el cigarrillo ya entre los labios. No tarde mucho en encenderlo.
— ¿Tn? — reconocí su voz al instante, por lo que no me moleste en esconder el cigarrillo al voltear
— Lo siento, Chris — el humo escapó de mis pulmones mientras hablaba
— Tu tienes algo que ver con esto, ¿no es cierto? — su voz temblaba levemente
— Y-Yo... — titubeé antes de responder su pregunta — Intente salvarla... — solté sin pensarlo — No somos los únicos sueltos, ¿sabes?
No me atreví a mirarlo a los ojos. Le había cogido cariño a Chris, a pesar de que no correspondía sus sentimientos, lo veía como un buen amigo y mentirle de esa forma me dolía. Mas otra cosa no podía hacer, decirle la verdad no era opción debido a que podía revelar mi identidad y Slender no estaría contento con ello.
— Lo siento... — murmuré cabizbaja unos minutos después
— ¿Tienes otro? — señaló mi cigarrillo y afirme rápidamente con la cabeza
Sin vacilar le entregué la cajetilla junto con mi encendedor.
Tomé su mano con suavidad para que me acompañara fuera del colegio. Ninguno de los dos rompió el silencio durante el camino a una plaza cercana. Lugar en el cual pasamos el resto del día, recostados en el pasto sin intercambiar palabras.
— Te debo un paquete de cigarrillos — interrumpió el silencio Chris al verme abrir la caja vacía
— No te hagas problema — volví a guardar la caja —. Encárgate de conseguir las tareas de hoy — dije con un tono algo seco mientras me ponía de pie para sacudir el pasto seco pegado a mi ropa —. Nos vemos mañana
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Con ayuda de mi cuchillo, abrí el estomago de la chica ya muerta. Hundí mis manos en el corte con la intención de cubrirlas con su sangre. Me puse de pie para dibujar el símbolo de mi jefe en una de las paredes.
Un largo suspiró salio de mis labios apenas termine de pintar. Baje la mirada mientras aquel sentimiento de culpa volvía a hacerse presente.
Me dirigí hasta el balcón arrastrando los pies y apoyé ambos brazos sobre el barandal. Aún con la cabeza caída, tiré de la mascara, o lo que quedaba de ella. Deje el objeto a un lado y sujete mi cabeza con la palma de mis manos.
El sonido de la puerta abriéndose a mis espaldas impidió que pudiera sumergirme en mis pensamientos. Gire levemente la cabeza para poder mirar por encima de mi hombro.
— ¿Qué haces aquí? — fruncí el ceño
— Era lo que iba a preguntarte, cariño — devolví la mirada al paisaje y escuche sus pasos acercarse
— Dijiste que no ibas a aparecer durante varios meses. Solo paso uno — sentí su mano en mi espalda — ¡No me toques! — voltee al instante mientras sacaba mi cuchillo
— Tranquila niña — atrapó mi muñeca antes de que pudiera hacer algo —. Estamos en un tiempo de paz, ¿recuerdas? — soltó mi brazo con rudeza y dudé unos segundos antes de guardar mi arma —. Me gusta que seas obediente — su mano revolvió suavemente mi cabello
— Aléjate — aparte su mano algo enfadada
— Veo que estuviste divirtiéndote — volvió a tomar una de mis muñecas para observar con atención mis dedos cubiertos de sangre
Sin previo aviso, introdujo uno de mis dedos en su boca. Mi rostro se lleno de sorpresa y el calor invadió mis mejillas. Un escalofrío recorrió mi espalda al sentir su lengua quitar todo rastro de sangre. Sus ojos estaban clavados en los míos, no los aparto en ningún momento.
Jeff liberó mi mano después de unos minutos. Acortó la distancia entre los dos, por lo que, estúpidamente me pegué más a la baranda. Una de las manos de Jeff subió a mi nuca y aproximo su rostro al mío.
— ¿No vas a alejarme? — sus labios rozaban los míos en cada palabra provocando un pequeño cosquilleo
Estaba por abrir la boca para protestar, pero él fue más rápido y detuvo mi acción con tan solo juntar nuestros labios.
Esta vez, me deje llevar. Correspondí su beso con timidez y aparte todos los pensamientos negativos de mi mente. Elevé mis brazos con la intención de rodear su cuello, mas me detuve a mitad de camino, dejando mis manos a la altura de sus hombros. No debía mostrar tanto afecto.
Si Slender se enterara de las cosas que habían pasado entre Jeff y yo, tendría un problema muy grave. Incluso podría morir. A mi jefe no le agradaría en lo más mínimo el estúpido juego entre su enemigo y su segunda proxy favorita. Pero él no tenía por qué enterarse.
— Sabía que tarde o temprano te rendirías — dijo apenas nos separamos —. Solo te informo que no voy a corresponder tus sentimiento si te enamoras, Hunter
— ¿Enamorarme? ¿De ti? — dije incrédula y no pude contener la risa — Estas más demente de lo que creía — Jeff frunció el ceño con molestia al notar que mi risa exagerada no cesaba — Oh por Zalgo, hace rato que no reía tanto
Di unas palmadas en el hombro de Jeff mientras secaba una lágrima inexistente con un dedo. Lo aparté de mi camino con poca delicadeza para poder dirigirme a la puerta de salida.
— Yo te advertí, cariño — giré la cabeza en su dirección con una pequeña sonrisa
— No soy la única que debería tener cuidado, Jeffy — canturree y salí de la habitación
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Bueno, esta vez no tarde tanto en actualizar ;u; Voy a tratar de no dejar pasar tanto tiempo para el próximo capítulo. Así que, debería ponerme a escribir ya pos.
Hasta el próximo capítulo pequeñas
