Ese día no me había presentado ni a mis clases de guitarra, y eso era raro en mi, mis padres me iba a matar por no haber ido un día mas a la escuela esa tan cara que pagan y hacer pellas de nuevo, yo no pedí esto, unos padres empresarios que nunca están en casa, asistir a un colegio en el que paso mi mayoría de horas sino es dando clase es castigado y una hermana mayor insoportable. hoy al menos tenía mas razones que mi vagueza para no haber ido, el encuentro con esas tres chicas tan peculiares.
Soy moreno, ojos azules hielo, odio bastante el deporte, pero al fin y al cabo eso me ha echo hacer amigos también lo odian, es una cosa estraña por que el gimnasio lo adoramos, pero lo de los deportes en grupo o el atletismo no es que lo llevemos muy bien. ¿Seré el chico ideal para alguien? No lo creo, pero si soy sincero me encantaría serlo solo para una, es una cosa loca y estúpida pero quiero ser el chico de esa chica tan especial, Irene, la chica mas especial que he visto nunca y no la conozco de nada, ¿me estoy volviendo loco? No lo sé.
Pensaba mientras iba de camino a mi casa después de haber quedado con los chicos. Desde principios de este curso las cosas son bastante raras, muchas chicas me piropean, cosa que nunca habían hecho, según mis amigos que han tenido novia y dicen saber todo sobre las mujeres, lo hacen por que la imagen que doy es la del chico perfecto para toda mujer, aunque yo no me vea así, espero que Irene si me vea así, no como me veo yo a mi mismo, querría ver a Irene ahora mismo y be...¡ZAS! me estampe contra el muro de mi urbanización, así despertándome de mi fantástica imaginación, gracias mundo pensé en alto.
Entre en casa dejando mi chaqueta de cuero colgada, me cambie, y me puse un chándal cualquiera, se supone que no iba a salir en toda la tarde a si que no me importaba cambiarme tan pronto, fui al salón y me senté a cotillear mi móvil. Estoy bastante torpe ya había intentado entrar en whatsapp varias veces para añadir a las chicas de ta mañana y siempre acababa apagando el móvil de una u otra manera, y encima antes me había estampado contra un muro, ¿Que narices me pasaba? Por fin, lo conseguí, primero agregue a Raquel, que parecía la típica tímida del grupo que cuando te ganas su confianza puede ser una de las chicas mas maja y simpática del mundo, agregue a Violeta, que chica mas especial, es muy inocente, con mucho sentido del humor y con un pavo que no se lo cree ni ella, "Irene<3" escribí por ultimo sintiéndome la persona mas afortunada de este mundo, ¡ESPERA JESÚS! ¿Tu chica? ¿Desde cuándo? Desde nunca, no la conocía de nada, ¿En que pienso?. Algo interrumpió la discursión que estaba teniendo conmigo mismo, sino me equivoco estaba viendo la cabeza de una chica apoyada en mi hombro intentado mirar lo que estaba escrito en mi móvil, me percate de que era Mimi, mi hermana, estaba tan embobado pensando en esa chica tan estraña que cuando pude reaccionar, ya era demasiado tarde, mi hermana lo había visto, su nombre su foto, mis intenciones de hablarle y no poder.... todo.
- Mimi, ¡¿que haces aquí?! tendrías que estar estudiando como cada día, en la universidad - Dije nervioso y a la vez sarcástico.
- El profesor no ha asistido hoy ha clase, y he decidido venir a casa a descansar, pero eso no es lo importante, ¿Quien es esa, y por que nunca me hablaste de ella? - Dijo mi hermana con tono interesado.
- ¿A ti que te importa? Es una amiga, y ya esta, nada importante, no puedo tener amigas o qué - Dije de mal humor pero con una chispa de alegría.
- Yo eso no me lo creo, pero se que no me lo vas a contar hasta que se te pase el mal humor a si que esperare - Dijo mi hermana con toda la tranquilidad del mundo, muy segura de que se lo iba a contar tarde o temprano.
- Si se me pasa no sera por ti, eso tenlo claro - Chille mientras ella se iba a su habitación soltando carcajada tras otra.
La verdad, tampoco le hubiese podido contar nada, ni siquiera yo se lo que me pasa es que es todo tan confuso, hoy no estudio, demasiadas cosas en la cabeza como para concentrarme, mejor voy a salir a dar una vuelta a ver si la mente se me acaba despejando.
Fui a mi cuarto y me cambie de ropa, no iba a salir con el chándal ese, me puse básicamente lo que llevaba antes, unos pantalones pitillo negros, una camiseta básica blanca, mis vans, bueno un par de todos los que tenía, y como no mi chaqueta de cuero. Cogí las llaves gritando - ¡Ahora vuelvo Mimi! - y salí corriendo de esa casa infernal.
Ya llevaba un rato caminando por el barrio, cuando me pare en frente de un colegio, bastante mas pijo de lo normal, pero no demasiado, al menos no tanto como el mio, en su cartel ponía "Centro Escolar Santa Luna" justo llegue cuando era la hora de salida, había desde estudiantes de 12 años sacándose fotos y hablando sobre quedar hasta estudiantes de 18 años fumando, sin esperarlo la vi, pestañee fuerte para comprobar si estaba soñando, no, era ella, estaba segura, con su pelo fuego y sus preciosos ojos café, antes de que notase de mi existencia salí corriendo y pensé, bien, ya sabía donde encontrarla.
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¿Lo podemos llamar normal?
Teen FictionSon chicas normales, no destacan en nada, tienen una rutina tan simple como la tuya y la mía, les gusta ser como son y no guiarse por nadie, ¿pero y si un día cualquiera todo tu mundo cambia, como te lo tomarías?