Por Favor Perdónanos. (South Park y Tu) 《Cancelada》

3

El ambiente estaba demasiado tenso, nadie había salido y nadie había entrado en la enfermería, _, estaba demasiado triste como para responder a lo que le habían dicho.

Solo una palabra estaba en su cabeza, repitiéndose sin fin alguno.

-Ustedes...- Dijo, por fin llamando la atención de ambos americanos, mirando con perspicacia a su alrededor.-, rompieron la promesa, son unos idiotas.

Con una fuerza que a ella misma le sorprendió empujó al pelirrojo lejos de su paso, para comenzar a correr lejos de ellos, ya no soportaba la mala suerte que tenía, cada vez sentía como sus sueños y esperanzas se iban, para ser reemplazadas por aquella desesperación y miedos que tuvo, corría con todo lo que podía.

Comenzaba a parar el ritmo que llevaba ya que su vista estaba muy borrosa como para poder ver el camino, seguía el paso pero de manera más tranquila, o eso fue lo que creyó, ya que luego pudo escuchar pasos que venían a la misma velocidad que ella.

Estaba agotada pero, no se sentía bien como para saber quien era por lo que volvió a su comportamiento de meses atrás, antes de sentir como aquellas presencias se detenían detrás de ella, observó el cielo, estaba nublado.

-_(tn)!!- Dijo, llamando la atención de la nombrada, para hacerla mirar a quienes yacían allí.

Stan, ya fastidiado de la situación, prosiguió a sujetarse de la muñeca con fuerza, para atraer su completa atención.

-Tenemos que hablar.- Dijo, para hacer aun más fuerza ya que la chica estaba tratando de soltar aquel agarre, y al usar la fuerza bruta hizo que un quejido saliera de la boca de la pelicafé, para llevársela al lado contrario de donde estaban.

El cielo cada vez iba empeorando de manera negativa, estaban en invierno por eso era algo peligroso quedarse afuera, ya que nunca se sabe cuando puede caer una tormenta, pero ambos chicos evitaban que la chica no escapara del agarre de Stan.

__(tn), quien iba con la mirada baja, solo seguía el paso, no tenía tanta fuerza como para escapar de los dos, sería una mentira decir que no tenía un poco de miedo al pensar que es lo que querían, pero una grata sorpresa encontró al saber que estaban sus cuatro amigos ahí además de las amigas de Wendy.

Algo confundida reaccionó de manera negativa ante eso, tratando de retroceder para escapar de ahí, pero quienes le habían traído a aquel lugar le empujaron al frío suelo, para soltar un pequeño quejido de dolor al caer, volvió a levantarse y miro con algo de molestia a Wendy, para tener la valentía de hablar.

-¿Qué es lo que quieres?- Dijo, de una manera muy borde.

-Vaya, así que la pequeña gallina tiene voz.- Dijo, con burla.

-Solo dímelo, tanto miedo te da estar conmigo?- Dijo, respondiendo de alguna manera el insulto.

Grave error.

De un momento a otro sintió que el aire le faltaba para caer al suelo para abrazarse a sí misma, jamás había sentido ese dolor en su abdomen por lo que le costaba mucho recuperar el aliento, además de haber sido tan repentino que no pudo siquiera cubrirse ante aquel golpe.

-Ahora estas callada, verdad?- Dijo, con una sonrisa socarrona, para continuar con lo que le molestaba.- Eres muy molesta, no te soporto.

-...pero..- Dice, en un pequeño hilo de voz para volver a levantarse del suelo, y poder responder mejor.- ¿Qué es lo que te molesta?

Observó a su agresora, esperando alguna respuesta lógica que le pudiera dar la ajena, sin embargo, eso no sucedió.

-¿De verdad, crees que será tan fácil?- Dijo, para luego ver como un camino lleno de dolor comenzaba en su delgado cuerpo.

**

"Soy una persona de acciones, no de palabras."

Su respiración apenas se notaba, su ropa estaba muy mojada y algo maltratada por los incesantes golpes de las demás chicas, las lágrimas ya no servían para su triste corazón, el cual pedía que dejara de latir de cualquier manera.

El ruido le despertó de la realidad, para sentir como todo su cuerpo le dolía ya no podía con eso, es más siquiera podía levantarse, le daba igual si alguien le veía intentar levantarse cuando claramente no podía, el calvario pudo ver que había durado unas cuantas horas, nadie soportaría aquello, pero ella si podía y hasta logro ponerse de pie, con cuidado recogió su bolso el cual yacía tirado por ahí, sin ninguna palabra camino a su hogar.

Con esperanzas de ver a su tan amada madre, quien siempre arreglaba su estado anímico, no estaba en casa, levanta la mirada golpeando la puerta de entrada, esperando con paciencia mientras sentía como su cuerpo le pedía ayuda por el dolor insoportable de los golpes, pero no había nadie.

Nadie.

Abrió la puerta para entrar, sin hacer ruido alguno pudo entrar dentro de la residencia, su querido hogar, donde podía estar segura, estaba vacío, como antes, sin mostrar signo alguno de emociones salientes, continuó su camino sin tener ninguna intención de parar, para tirar su bolso a quien sabe donde, y continuar el camino a su único lugar más especial del mundo para ella.

Su habitación.

Una vez estuvo dentro de ella, el ruido se podía escuchar desde el primer piso, le dijeron tantas cosas que le hicieron mucho daño, todo lo que antes estaba ordenado en su habitación estaba ahora roto o por algún lugar de la habitación, su voz no podía salir, sin embargo, las lágrimas no paraban de salir.

- Por qué?...- Un simple susurro se convirtió en que esa palabra se repitiera muchas veces, hasta que un grito se escuchó al igual que un golpe fuerte, demasiado.-

"¿POR QUÉ SIEMPRE SUCEDE ESTO?" 

-Hija?- Dijo, la madre de _(tn), una mujer alta y sencilla, ojos heterocromaticos además de un pelo castaño, subía con cuidado luego de haber llegado tarde, temía que algo le hubiera sucedido a su querida hija, la cual era todo para ella.

Con tranquilidad y esperando que no le hubiera sucedido nada a su hija, golpeó la puerta y prosiguió a abrirla, pero aquella tranquilidad se esfumó tan rápido que hasta la menor se asusto y pudo reaccionar a tiempo.

***

-Lo lamento, mamá.- Dijo, mientras su mayor le ponía vendas en sus manos, las cuales no paraban de sangrar.- Yo...no supe controlar mi frustración.

-Tranquila, pero sabes que no es nada sano que tu comportamiento sea así.- Dijo, para cerrar el botiquín de primeros auxilios.- ¿Qué ocurrió?

***

-Creo que tu reaccionar fue algo exagerado, no crees?- Dijo, dándole un abrazo a la menor.

-Si, lo sé.- Dijo, luego de la conversación que tuvo con su madre.

-Pero, fue una simple pelea de amigos- Dijo, sin tener conocimiento de lo que sucedió en realidad.-, todo se resolverá, ya lo verás.

Es cierto, todo se resolvería.

verdad?

"Cada día es una pesadilla de la que me despierto cuando me duermo"